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Leopoldo Alas alias Clarín
Su único hijo

IntraText - Concordancias

(Hapax Legomena)


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3012 XII | hacia donde tenían sus guaridas los Valcárcel pobres y huraños. 3013 XVI | panderetas, todo era una guasa, asunto de broma y de castañuelas.~      3014 XVI | de algunos y las rubias guedejas de muy pocos, saltaban y 3015 XII | permanecido indiferentes ante las guerras gloriosas del Gran Federico, 3016 IX | volvió a la vida haciendo guiños a la luz cruda de un rayo 3017 VII | y de Nepomuceno.~     El guitarrista dejó a Luis XVI en el panteón, 3018 IV | buenos o malos - o los guitarristas excelentes. Aquel romanticismo 3019 VII | cabría mayor gloria que gustarle a ella, a la mujer soñada, 3020 XII | usted quererle todo lo que guste; comprendo que usted se 3021 VII | acariciaba, con una voz ronca, gutural, que parecía salir de la 3022 IV | Gumía habían muerto en la Habana, donde era el año cuarenta 3023 IX | rencores que aquello de haberla dejado estar a las puertas 3024 XV | los pobres cómicos, os habíamos pegado a ti y a los tuyos 3025 XVI | días, asegurándome que tú habías cobrado dos mil duros de 3026 XVI | y curiosos, se entendía hábilmente con cintas y encajes para 3027 XI | antiguos tiempos, de los hábitos de paz familiar y humildad 3028 XIV | nada tenían que ver con sus habituales crisis nerviosas; se había 3029 XV | Aquella paz del alma de que me hablabas tantas veces la necesito 3030 X | dijo mil locuras de pasión habladora, que se desborda primero 3031 XII | irresistible de sus gestos, gorjeos hablados, de su modesta actitud; 3032 XVI | ni el recelo, ni cree en habladurías. Bueno sería que yo, v. 3033 I | un soñador soñoliento, y hablándose a sí mismo, usaba un estilo 3034 X | pantorrilla, gritó como si hablara a un sordo:~     -Quiero 3035 XIV | ella, como él deseaba, se hablaría de todo; se vería si un 3036 XIV | de la matriz?».~     -Sí habrán dicho, señora; pero in illo 3037 XIV | Padre del alma! ¡Cuánto me habrás querido!» -se gritó por 3038 VIII | no lo merezco: cien veces habré olido a polvos de arroz, 3039 II | herencia; mas no era esto hacedero, porque el entrañable cariño 3040 XII | usted qué buenas amigas hacemos. ¿Por qué no? Usted no sabe 3041 XII | pronto cuál era el papel del hacendista en casa de su sobrina: vio 3042 IV | debieran cantar las mujeres hacendosas mientras cosen la ropa o 3043 III | el mayor favor que podía hacerla era marcharse, y no volver 3044 VII | había tenido valor para hacerlos por sí mismo, temiendo que 3045 X | ti te gusta tanto; y para hacerte la ilusión, mírame aquí, 3046 III | pómulos que la horrorizaba haciéndola pensar en la calavera que 3047 XV | negocios de muy buen grado, y haciéndole que se interesara en ellos 3048 XIII | aquellas elegantes aristócratas haciéndoles un favor y matando dos pájaros 3049 IX | portentosa y fijeza de los hados!, las minas en que tenía 3050 XI | lo sabemos, hombre, no te hagas el chiquitín, ya sabemos 3051 X | nunca lo ocupa. Conque, hala, tío, a ponerse de tiros 3052 VIII | no podéis saber cuánto me halaga que al pobre Reyes abandonado, 3053 XVI | del amor y de la vanidad halagada? ¿Dónde aquel sonreír de 3054 XII | disposición de Mocchi, que quiso halagar los sentimientos religiosos 3055 XIII | su espíritu pasó como el halago de una mano de luz que le 3056 X | imperativo quédate tú le halagó el amor propio y los sentidos, 3057 XV | estaba en situación poca halagüeña, pues trueno tras de trueno, 3058 XVI | de imágenes y recuerdos halagüeños, le hizo pensar, suspirando:~     -¡ 3059 XII | era el fondo de su alma, hallaba un sabor superior a toda 3060 XIII | corrompido, complaciente, bien hallado con la especie de amor libre 3061 XIV | él; no quería venir hasta hallar solo tu corazón para ocuparlo 3062 XIV | los préstamos a esos hambrientos y chupones..., por culpa 3063 XIII | llamaba la Dramaturgia de Hamburgo, de Lessing, y que, tanto 3064 XIII | solaz de los compañeros del hampa, o seducción de alguna mozuela, 3065 VIII | conservación, llamémoslo así, me hará recuperar el uso de todas 3066 XVI | intereses materiales... haré por ti... lo que pueda...; ¡ 3067 III | satisfecha. Mas antes la harían pedazos que dejase traslucir 3068 XI | bien, con la boca fresca, harta de dormir, la puso tierna, 3069 VIII | remordimientos de varias clases y harto contradictorios que le asediaban; 3070 IV(6) | haschís» en el original. (N. del 3071 XI | me enfada es que nunca me hayas dicho que eras amigo de 3072 VI | la conciencia le decía: «Haz de tu capa un sayo». Pero 3073 XII | holgadamente, y ponía remate a la hazaña engulléndose dos besugos. 3074 XV | se habían comprado tantas hectáreas; pero ello había sido una 3075 XIV | sentidos. También había cierto hedor nauseabundo.~     Se aproximó 3076 XII | Goëthe 14y de Heine, y de Hegel, como quien oye llover, 3077 IX | herméticamente cerradas, el heno, las manzanas y cidrones 3078 VI | verdadero delito, su honradez heredada, la fuerza de la sangre, 3079 IX | ellos tal vez habían creído heredar de un día a otro».~      3080 XIII | concebía femenino en el ser que heredara su sangre, su espíritu. 3081 XIII | parecemos cómicos y aventureros, herejes y amontonados». Este amontonados 3082 XVI | el presentimiento de una herida envenenada, esperó las palabras 3083 X | contingencias que tres leves heridas, que ella misma tapó con 3084 XVI | madrugada cuando Körner y Nepo, heridos en lo más hondo, le exigieron 3085 X | a sacar el cuchillo para herirle, exclamó con gran cachaza:~     - 3086 III | aptitudes naturales de un hermafrodita beato o cominero, sino la 3087 VIII | tiple, la contralto, una hermana de esta y la doncella de 3088 IV | cinco hermanos y cinco hermanas, que tenían tertulia y comedias 3089 XII | China; o como si Bonis fuese hermano suyo y se hubiera casado 3090 IX | rendijas de las puertas herméticamente cerradas, el heno, las manzanas 3091 VII | veía visiones; pero ¡qué hermosas, qué sabrosas! Tenía que 3092 XV | de la escritura. En una hermosísima letra inglesa, escribía 3093 VII | hazañas. Se comparaba con los héroes de las novelas que leía 3094 XIV | D. Pedro hasta para ser heroicamente incorruptible. Con los demás 3095 II | no tanto como el abuelo heroico, esbeltos; pero de palabra 3096 XIII | extranjeros, aquella sociedad heteróclita, que con pasmo y aun envidia 3097 XIII | por culpa de amistades heteróclitas, adquiridas en las escapatorias 3098 XVI | dieran una interpretación heterodoxa a sus palabras -; doña Celestina, 3099 XIII | largas horas de tiesura hierática, con un cirio en la mano, 3100 XV | de la prudencia y de la higiene. Se portaba como una pobre 3101 XIV | del régimen homeopático e higiénico a que había sometido a su 3102 II | hombre que se había jugado la hijuela materna a una carta), se 3103 XI | cielo, atravesando cinco hileras de neblina tenue, las líneas 3104 XVI | espuma, de nieve y crema, de hilo fino espiritualizado de 3105 VII | abismo hundían los lacios hilos grises de sus puntas. ¡Rayo 3106 VII | pintorescas y en intrigas bien hilvanadas e interesantes. Pues ahora, 3107 VII | aquello edificaba; era el himno del valor patrio. Pues bien, 3108 IX | las narices se la ponían hinchadas, abriéndose como fuelles.~     -¿ 3109 X | y restregándose los ojos hinchados por el sueño -. ¡Al médico, 3110 X | vosotros, delante de ti y del hipotecario Salomón el Cojo? ¡Pues hombre, 3111 XIV | completa. Hablarle a ella de hipotecas, era hablarle en griego. « 3112 XIV | hablarle en griego. «Pues hipoteque usted», decía, sin más idea 3113 XII | Aquel diálogo hipotético -se quedó pensando Bonis -, 3114 IX | la punta de sus narices, hiriéndole además entre ceja y ceja.~      3115 XII | a carcajadas, con risas histéricas; y cuando se presentaban 3116 XI | instruido todavía que su historiador, ni de propósito hubiera 3117 I | maniático de la música y de las historias maravillosas, buen parroquiano 3118 VIII | etc.~     Todo esto era histórico; ya sabía Bonis que si algún 3119 II | disimulo, ocultar todavía una hoguera del corazón bajo las cenizas 3120 IV | músico, esto era miel sobre hojuelas y néctar sobre la miel. 3121 XV | Cernuda el joven.~     -¡Hola! ¿Con que esas tenemos? - 3122 II | llanura a procurarse vida más holgada y muelle, y por todo recurso 3123 XII | tragarse las dos docenas muy holgadamente, y ponía remate a la hazaña 3124 XIII | convertir en industria la holganza y no lo consigue, sino con 3125 II | vagamente; saboreaba aquel holocausto de amor problemático con 3126 VII | gran orgullo que ya podía hombrearse con los autores que inventaban 3127 II | pretérito, tal vez al rendir sus homenajes, pensaban sobre todo en 3128 XIV | esperado menos del régimen homeopático e higiénico a que había 3129 VIII | pensaba él, menos firme y honda».~     Borracho del todo 3130 XIII | aclimatarse, y aun con raíces más hondas, la familia Körner, que 3131 XIII | de la montaña, de capa y hongo, ahora, espantadas tales 3132 V | Gobernador militar, que honraba a aquellos señores aceptando 3133 XIII | cuando tocaban a trabajar honradamente, y las tretas de su industria, 3134 XII | gastan así, y pueden ser tan honradas como nosotras las turcas; 3135 XI | juventud al lado de sus padres honrados, pobres, humildes, resignados. 3136 VI | usted acababa de tomar, honrándome con su confianza, era para 3137 X | al palo, y se le antojaba hopa, de género inglés, aquel 3138 VII | ella como un buitre en una horca, un búho en un torreón escueto 3139 II | aquella raza se volvía a la horda; era aquel el atavismo de 3140 XII | recursos y los pintorescos horizontes de la lascivia letrada, 3141 XII | sintiendo en la garganta hormigueos, y en todo su cuerpo una 3142 IV | del hogar el hueco de una hornilla en una medianería agrietada, 3143 IX | infierno se lo figuraba como un horno probable; pero a ella ¿qué? 3144 II | hablar de los pies de un hórreo o de una panera, que en 3145 VII | brumas caliginosas de las horribles horas de arrebato enfermizo, 3146 XVI | el mundo..., el teatro me horroriza..., el galanteo me espanta... 3147 XV | malparto sería una catástrofe horrorosa; la catástrofe de mis esperanzas, 3148 XIV | sería? ¿Volverían los días horrorosos de la fiera enferma? ¡Comparados 3149 XI | personas y baúles en la mediana hospedería que, con el nombre de Fonda 3150 II | la sobrina, exigía que la hospitalidad más generosa acogiera a 3151 IX | sacerdote, o que pisaban la hostia o no se querían confesar... 3152 XVI | Más serios y a su negocio, hozaban algunos cerdos en el estiércol, 3153 XII | Nepomuceno ignoraba que hubiéramos tenido en otros siglos un 3154 XI | tío? Y yo hasta me puse hueca. Para que veas.~     Bonifacio 3155 IV | aquel calor del hogar el hueco de una hornilla en una medianería 3156 IV | mundos hasta Rusia, tapando huecos en una orquesta! Acaso a 3157 XI | rosa con manchas de café y huellas de nitrato de plata, dibujaba 3158 VIII | dice a esta... 'Mira, sí, huelo a polvos de arroz, pero 3159 XIII | compadeció porque venían a ser huérfanas por completo, teniendo aquel 3160 XVI | sería eso como nacer huérfano de padre! ¡Hijo mío! ¡Emma, 3161 VI | gorro de dormir, pálida, huesuda, echando fuego por los ojos 3162 X | siempre desesperado por la huida a Francia de la otra.~      3163 XIV | clase de logías... divinas y humanas.~     Mientras Emma proseguía 3164 V | esencias a las narices y le humedecieron las sienes. Un minuto después 3165 XIII | aquel pueblo sucio, frío, húmedo, y vieron el cielo abierto 3166 XII | pobremente vestida, con los ojos humillados y con un cántaro debajo 3167 VIII | sabía algo, aunque no lo más humillante, de aquella esclavitud doméstica.~     - 3168 XVI | y se le quería aturdir y humillar. Caía en mil contradicciones, 3169 XV | podrida, las chimeneas sin humo. No había tal cosa; todo 3170 VII | y en el inmenso abismo hundían los lacios hilos grises 3171 VIII | de una luna de miel muy hundida en el firmamento oscuro, 3172 XVI | se decía con el rostro hundido en la almohada -. Hijo tenía 3173 XII | llorón, azules, claros, muy hundidos. Parecía un gran cerdo muy 3174 III | entero fue en adelante seca, huraña, la flor de sus enojos la 3175 II | compatibles con el natural huraño y brusco de la raza montés. 3176 XII | guaridas los Valcárcel pobres y huraños. El primo Sebastián, algo 3177 IX | enferma, en tolerar y hasta hurgar las flaquezas del prójimo, 3178 X | declararon en huelga, como si huyeran solas del apuro. El físico, 3179 XVI | Bonis, en cuanto pudo, huyó del ruido. Dejó a los demás, 3180 I | I -~Emma Valcárcel fue una 3181 XIII | para pensar en el tiempo. ¡Íbale tanto en perseguir las fieras, 3182 I | aquella restauración de la iconoteca familiar. Si Emma había 3183 V | fiaba de la cerradura... «Id andando», dijo, y echó a 3184 IV | envidia es compatible con el idealismo más exagerado! En cuanto 3185 XIII | progreso. Sebastián, antes tan idealista y poético, ahora no podía 3186 X | las botas de S. A. eran idénticas a las que había comprado 3187 VII | rato «su espíritu se fue identificando con la guitarra». La guitarra, 3188 V | esta de la Gorgheggi 8 al idioma del trompa pertinaz, un 3189 XII | españoles disimulándolo, idolatraba a su hija Marta, y venía 3190 X | los resplandores del dios idolatrado.~     Un ruido de faldas 3191 IV | llegaban a ser religión, idolatría... Por todo lo cual, y por 3192 IV | aureola de martirio a sus ídolos.~     Aquel día procuró, 3193 XIII | hermosura a cuestas por plazas, iglesias, paseos, bailes y teatro. 3194 XV | esconder la prueba de su ignominia.~     La murmuración de 3195 II | II -~     Emma era el jefe 3196 III | III -~     El buen esposo durante 3197 IV | y al hablar de amores de ilegales consecuencias se decía: « 3198 VI | propios ojos aquel amor ilegítimo... pero lo del dinero no 3199 XVI | Nuestros amores... eran ilícitos... Debo a Dios un gran bien, 3200 XIV | habrán dicho, señora; pero in illo tempore yo no tenía el honor 3201 X | mejor, de deseo, con que se iluminaba Emma, producía en él, se 3202 XVI | brillaba como un ascua de oro, iluminada por grandes cirios.~      3203 X | tanto; y para hacerte la ilusión, mírame aquí, aquí, aquí 3204 XIII | emigró con otra porción de ilusos, como los llamaba en una 3205 XII | fuerza de libros y periódicos ilustrados que su padre hacía traer 3206 XI | sociedad, a los cantantes ilustres que tantas veces había aplaudido 3207 VII | más recónditas y atrevidas imaginaciones. Y si no, se decía, no había 3208 XVI | soñar, para sentir, para imaginarse tiempos remotos, a su manera; 3209 XIV | Por qué no? ¡Imbécil, imita la vulgaridad de tu padre! 3210 XII | órgano; y a un pintor que imitaba a Rembrandt le había otorgado 3211 XII | curiosidad; llegó a ser interés, imitación, emulación, y el orgullo 3212 XII | lamentos de amor sublime, ora imitaciones exactas de los ruidos naturales; 3213 XII | de charla; el público se impacienta, y lo mejor que pueden hacer 3214 X | trivio ni del cuadrivio, se impacientase un poco viendo que Aguado 3215 XII | privilegio de su sexo la impasibilidad ante el arte, y hubieran 3216 XVI | dispuesto a morder y arañar para impedir que la salud de Emma peligrase.~     - 3217 VI | bien obrar, en suma, le impedirían llevar a cabo lo que intentaba. 3218 XV | y otras por el estilo no imperaban siempre en el alma de Reyes. 3219 VIII | voluptuosidad soñolienta, imperativa en medio del abandono, gemido 3220 X | esposa en aquel momento, y el imperativo quédate tú le halagó el 3221 XIII | reprender por su pereza o impericia, pues en el trabajo era 3222 VII | soy dueño del más hermoso imperio, árbitro de la voluntad 3223 VI | robar, robar!». Lo cual no impidió que Bonis se lavase y vistiera 3224 II | estar fuerte, terrible, implacable, no hubo modo de que su 3225 XV | fábrica de pólvora estaba implantada en los terrenos de la vieja, 3226 XII | de repugnar la confesión implícita de aquella pasión, que no 3227 VIII | a Serafina con ojos que imploraban compasión y ser adivinados.~      3228 X | con voz de angustia, como implorando luces y auxilio y fortaleza 3229 XIV | cuando acudía en vano a implorar sentimientos tiernos, de 3230 IV | prolongados que solemnizaban la ya imponente oscuridad de la tienda con 3231 XII | su voz eran serios, como imponentes.~     Minghetti, inclinándose 3232 II | aun en estrados pretendía imponérsele; mas él, triunfante, sabía 3233 XVI | intentó apenas. ¿Qué le importaban a él las risas necias de 3234 XV | Este aquí como si nada le importara, y el otro infeliz!...». 3235 IX | los sucesos de la vida, importáranle o no, era de esos pensadores 3236 VII | de huesos y pellejo y de importunas turgencias, edificio ruinoso 3237 V | Juan, sin hacer caso del importuno, iba haciendo pilas de pesos 3238 XIV | resignado con su pobreza, con la impotencia de su honradez arrinconada 3239 XII | acuerdo era en la necesidad imprescindible de hacer una fortuna, o 3240 V | tuvo que confesarse que impresión más dulce ni tan fuerte 3241 XIV | renovaba olores que le habían impresionado, como una poesía, en la 3242 IV | tiro al agua! El azar... lo imprevisto... el pan dudoso, ¡qué miedo! 3243 XV | adquirido, a costa de grandes e improductivos sacrificios, de los fondos 3244 XVI | que a Bonis le parecían impropias de la solemnidad del momento 3245 IX | cuestión de ochavos, ella que improvisaba una verrina a grito pelado 3246 VIII | caen sobre las mejillas del improvisado anfitrión.~     Al cual 3247 XV | esperaba de aquel viaje imprudente una especie de milagro... 3248 XV | que pareció obedecer al impulso de un mismo mandato de la 3249 XV | esta misiva, los primeros impulsos de Bonis fueron dignos de 3250 XII | maridos modernos y de la impura realidad no eran tan generosos 3251 XII | cierta manera, sin que la impureza de las entrañas de Emma 3252 IX | que gozaba era una fuente inagotable que estaba en algún paraje 3253 XIII | mujer, antes era aburrida, inaguantable, un calabozo, una tiranía; 3254 XV | naturaleza, que a ti te parecen inalterables y muy divertidas, esas, 3255 VII | rumiando, las delicias inauditas de aquellos amores de artista. 3256 XI | aquellas noches de amores inauditos, inesperados y como desesperados. 3257 XII | los profesores indígenas, inauguraba la fiesta con una sinfonía 3258 XIII | dejar el tema de su pasión incandescente, mezcló en las variaciones 3259 VII | puños, frotaba, frotaba incansable, con una sonrisa poco menos 3260 IV | lo mismo que él se creía incapaz de ser artista, en el sentido 3261 X | melancólicos en la cara de las incautas, que no sabían disimular 3262 XIII | calle, por medio de miradas incendiarias, aquella noche acabó de 3263 XV | ademanes de bombero en caso de incendio. Siempre hacía lo mismo. 3264 XIV | con aceite, les daba un incentivo en su misterio, y en el 3265 III | En aquella persecución incesante había algo del celo religioso. 3266 XIII | se mezclaban, por vía de incidentes, descripciones autobiográficas 3267 V | como él decía luego, por el incienso con que el tenor le pagó, 3268 XV | vuestro temor de la vida incierta, peregrina. Esto de que 3269 VIII | los cuidados del mañana incierto! Pero poco a poco el arte 3270 XI | poder de las miradas frías, incisivas de Nepomuceno, el de las 3271 X | dando diente con diente, inclinado sobre la cabecera del lecho 3272 VIII | la romana que Mochi había incluido en la lista de la cena. 3273 XVI | solemnidad del momento y muy incómodas. «¡Oh, sí; se parecía a 3274 XVI | moral y el arte, en caso de incompatibilidad, se quedaría en adelante 3275 XI | por motivos económicos e incompatibilidades de caracteres, y el empresario, 3276 XI | encanto! ¿Sería la familia incompatible con la pasión, como las 3277 IX | se agarró a la resolución inconmovible de vengarse de los miserables 3278 XIII | salido del limbo de la vida inconsciente, al día de la fecha, ¡qué 3279 XV | preñada de peligros, de inconvenientes, de futuros males... y de 3280 VI | bien; siendo así, ¿cómo incorporar aquel dinero al caudal de 3281 XIV | hasta para ser heroicamente incorruptible. Con los demás era tan tolerante, 3282 VII | refunfuñaba, se quejaba, le increpaba y con palabras crueles le 3283 XI | arrimado al velador de incrustaciones de no sabía él qué pasta, 3284 II | hembras y de las afines, incurrían en un doloroso proletariado 3285 I | brillo, y mostraban apuros indecibles, como los de un animal inteligente 3286 II | que su mujer le entregaba indefenso, atado de pies y manos, 3287 XIV | del sacrificio amoroso en indefinida serie. ¡Oh infinito consuelo! 3288 VIII | el último, pero artista, independiente, libre, sin miedo al porvenir, 3289 XI | música por su vaguedad e indeterminación. El arabesco tocaba con 3290 XI | elegantes y expresivos, y la indeterminada tracería se fue cuajando 3291 VI | que omitir determinadas indicaciones que no favorecen la memoria 3292 X | dedo y la cabeza, quería indicar algo que no estaba presente...~      3293 II | montaña al valle, ya volvía a indicarse en una reacción proporcionada 3294 VIII | en tensión, señala con el índice a la esfera del reloj que 3295 XII | embargo... podía ser. Había indicios. Y ¡cosa rara!, ella no 3296 XVI | algo burlonas, del público indiferente y distraído. Pero al atravesar 3297 XIII | producido, en suma, una indigestión intelectual de negaciones. 3298 X | grandísimo tragaldabas, que tenía indigestiones como podría tenerlas un 3299 XV | delicia nueva, la presencia indirectamente revelada del ser que esperaba 3300 XI | había hablado, sino con indirectas y sin insistir, ahora le 3301 II | motivos por que era acatada su indiscutible soberanía sobre los suyos. 3302 VII | pues cierta clase de gastos indispensables no había tenido valor para 3303 XV | respetaban los demás derechos individuales. La Gorgheggi tuvo que resignarse, 3304 IV | exigían, para ser referidos o inducidos, gran retentiva, como él 3305 I | prescindido de este lujo indumentario sin un solo suspiro; además, 3306 IX | capital colocada en manos industriosas de España y del extranjero.~      3307 XIV | género de delicias intensas, inefables, que no podrían volver; 3308 II | vengaban de su humillación ineludible despreciando a Bonifacio 3309 XII | sobrellevaba estas contrariedades ineludibles con una melancolía filosófica 3310 VIII | muchas sorpresas de un orden inenarrable, llámese así, sorpresas 3311 III | que os he arruinado por inepto o por otra cosa peor. El 3312 X | ciertas facciones, con la inercia de los labios y la sequedad 3313 VII | calma silenciosa, de reposo inerte, tomaba aire, contornos, 3314 VI | siempre malas noticias en las inesperadas y que se anunciaban con 3315 II | reglamentar el vicio, las inevitables expansiones de la carne 3316 XVI | horrible pormenor oscuro, inextricable para él, pobre flautista..., 3317 XV | y más parecían malicias inextricables, sintió hasta repugnancia 3318 VIII | epiléptica, y por aprender con la infalibilidad del instinto pecaminoso; 3319 VIII | su hembra hecha por señas infalibles, que levantaban en el alma 3320 XII | arte que meciera sus sueños infantiles. Tocaba ya por ganar la 3321 III | la parte contraria o al inferior en papel sellado, yo mismo 3322 IV | paños tenían que declarar la inferioridad moral - relativamente al 3323 VII | bacanal, es más, en un furor infernal que inventaba delirios de 3324 VII | y el provecho de estas infidelidades mías también se habría repartido. ¿ 3325 IV | interesante visita de Ulises a los infiernos; aquella vida opaca, subterránea 3326 X | añadió -, como Proteo, toma infinidad de formas.~     -¡Ah, sí! - 3327 X | completa mitología milagrosa e infinitesimal; quiere decirse, que por 3328 XVI | rostro de culebra que se infla, repitió la carcajada, mirando 3329 III | le antojó que tenía una inflamación del hígado... en el bazo, 3330 IX | malandanzas de madre frustrada, influencias nerviosas, aprensiones, 3331 II | económicos, pero sin duda estos influían bastante. Todos los Valcárcel 3332 XI | pequeño a vegetar y ser dama influyente, respetada y de viso. Ya 3333 VI | tal pavor supersticioso infundía en el alma romántica y nada 3334 X | Ah, sí! -interrumpió con ingenuidad Bonis -. Dispense usted, 3335 XI | pero los suspiros de su inglesa-italiana y el olor a medicinas antiespasmódicas, 3336 III | favores con la más negra ingratitud.~     Todos los Valcárcel 3337 III | rendir cuentas de gastos y de ingresos a bicho viviente. Cada cual 3338 X | ni había vuelto a tener iniciativas de aquel género. Lo que 3339 VI | crédito de su mujer. Esto era inicuo... y lo que era peor, muy 3340 XIII | Pensaba en algo así como un injerto de hombre nuevo en el ya 3341 XIV | con un tono que parecía de injuria. Dios mío! ¿Qué es esto? - 3342 VIII | hasta la Providencia es injusta conmigo; me castiga cuando 3343 III | daba mayor tormento en las injustas lucubraciones bilioso-nerviosas 3344 I | su orgullo era mostrarse inmaculada y obligar a tener fe en 3345 XIV | todo eso, mañana. Ahora, lo inmediato; el acto varonil, digno 3346 IX | más que para los intereses inmediatos y mezquinos de la prosa 3347 IV | estaban abonados desde tiempo inmemorial sus amigos de la tienda 3348 XIV | flaco. Sintió una lástima inmensa por San José. «Supongamos, 3349 XV | explíqueme usted eso de la ruina inminente...».~     «¿Por qué no se 3350 XVI | una especie de industria inmoral y de exportación el servicio 3351 V | sus amigos; mas ¡oh gloria inmortal, oh momento inolvidable!, 3352 XIV | manera. ¿Quién sabe si la inmortalidad del alma es una cosa así, 3353 VII | obra de caridad de las que inmortalizaban a un santo; allí hacía falta, 3354 XIII | autor de los Laudes, después inmortalizados. Él, Bonis, no era poeta, 3355 IV | Pero cuándo se derriba la inmunda fachada de la esquina asquerosa 3356 V | tiple. Serafina siempre se inmutaba al entrar en escena; él 3357 V | gloria inmortal, oh momento inolvidable!, al lado de Mochi, frente 3358 X | sus amores, y aquella ida inopinada al teatro era un careo... 3359 XVI | palabra de aquella risa inoportuna.~     Y prosiguió don Nepo:~     - 3360 X | olvidada, se abstuvo de inquirir por qué tal apuro en llamarle, 3361 XII | Körner, tenían la culpa la Inquisición y los Borbones, y después 3362 VII | extremoso y de un vigor insano en los extravíos voluptuosos. 3363 XVI | qué vienes?~     -Vengo a inscribir a mi hijo, que acaba de 3364 XVI | solemne. Iba a dictar la inscripción del libro bautismal, a sentar 3365 III | voluntad avasalladora, pero insegura, de cien en cien propósitos. 3366 XII | vivir, se fue cambiando insensiblemente en curiosidad; llegó a ser 3367 XII | como abanderado, fiel a sus insignias. Cuando observó la Valcárcel 3368 XIV | abandonado, sumido otra vez en su insignificancia, en el antiguo menosprecio.~      3369 VII | infame corruptor y amante insinuaba, favorecía y explotaba.~      3370 XIII | sonrisas de la Gorgheggi, insinuaciones provocativas, aunque espirituales 3371 XII | Entretanto, Nepomuceno insinuó en el ánimo de padre e hija 3372 XV | por fijarse en la mirada insistente y expresiva de Marta. Tomó 3373 XVI | miradas curiosas y frías, casi insolentes y como algo burlonas, del 3374 XV | los dolores terribles, insoportables..., matemáticos; por bien 3375 XIV | tenía presente, y ciertas inspecciones y contactos, había sacado 3376 XVI | misterioso escondite verde, que inspiraba melancolía, austeridad, 3377 XIII | otro tiempo le parecían inspiraciones poéticas, moral artística, 3378 V | protocolo, que siempre habían inspirado a Bonifacio una especie 3379 II | modo al que hubiera podido inspirar al Emperador romano su caballo 3380 X | también... si alguien me inspirase una gran pasión». Aunque 3381 IX | con el propósito (que le inspiró un periódico, hablando del 3382 XI | tuvieron que reducirse a instalar sus personas y baúles en 3383 XIII | callar a muchos, y también instigada por Bonis, que empezaba 3384 VII | le desagradó aquel cambio instintivo de rumbo. Era otra prueba 3385 XIII | como argumento contra las instituciones religiosas. «¡Lo que son 3386 X | Reyes había cursado en el Instituto provincial los primeros 3387 XI | con que Bonifacio, menos instruido todavía que su historiador, 3388 X | viejo, le había entrado de instruirse, y no sólo por completar 3389 V | un compositor, un gran instrumentista, Dios sabía...~     -Non 3390 V | graves apuros, acompañados de insufribles remordimientos a ciertas 3391 XVI | puedo pagar. D. Carlos me insulta unas veces... y otras me 3392 XVI | infame tuvo el valor de insultarme como a una mujer perdida...; 3393 VII | callaba y untaba. A un insulto, a una provocación, respondía 3394 XVI | cuartos para no recibir insultos de un miserable..., y no 3395 IX | inundando aquel organismo intacto a pesar de tantas lacerías.~      3396 I | música, como si fueran parte integrante de la flauta o dependiesen 3397 XII | de su persona; pero los inteligentes, Nepomuceno entre ellos, 3398 XVI | baptisterio se hicieron más intensos, más señoriles; los monaguillos, 3399 V | el tapiz pesado al primer intento. En estas maniobras, tropezaron 3400 XVI | Bonifacio no comprendía; ni lo intentó apenas. ¿Qué le importaban 3401 XIII | causa del pueblo en una intentona revolucionaria en que se 3402 XV | contestaciones veladas, intercaladas con un disimulo que revelaba 3403 XI | despreciaba al principio; ya le interesaban las comidillas de la murmuración; 3404 XIII | la fábrica. Nepomuceno, interesado en favor de los alemanes, 3405 XIII | ambas empresas, porque los interesados en una y otra comían juntos 3406 X | faltaba a Serafina, dejándose interesar endiabladamente por los 3407 XV | grado, y haciéndole que se interesara en ellos por motivos de 3408 XIII | aunque de tapadillo, y vino a interesarse en unos diez mil reales, 3409 X | alguna gran venganza, y en el ínterin se divertía con él como 3410 X | súbita de cierta superioridad interina, fugaz; y enardecido por 3411 XII | despacho (pues aunque vivían interinamente en la ciudad, tenían casa 3412 VI | porque yo no me meto en interioridades... Al fin usted será, naturalmente, 3413 VII | se lo perdonaba con una interjección o una inclinación de cabeza, 3414 VIII | distinguirle de otro), oyó a Emma interjecciones y vocativos del diccionario 3415 VI | originalidad ninguno de los interlocutores, el clérigo accedió a la 3416 XII | había de tiempos atrás, por intermedio del primo Sebastián, entre 3417 XIII | continuaban sus lecciones interminables, ellos dos, Serafina y él, 3418 XI | perder el respeto por las intermitencias en el pago del pupilaje; 3419 XIV | a sacar a Reyes de estas intermitentes veleidades místicas, que 3420 XVI | música más sentimental, interpretada en la flauta de Valcárcel. 3421 XI | aquí suelen usarse para interpretar aproximadamente las tribulaciones 3422 V | se atrevió a servir de intérprete, a su modo, entre el tenor 3423 X | Nepomuceno no se daba por interrogado, dijo, no sin tragar antes 3424 X | esto, por señas empezó a interrogar a su marido, señalándole 3425 VIII | Madera! (Bravos y aplausos interrumpen al orador. El corista aludido, 3426 XII | cosas que me dicen».~     Interrumpida a poco la conversación para 3427 XIII | con la gente de sotana, interrumpidas, pero no rotas, le presentaron 3428 XIII | fuera enemigo de admitir intervención directa, en sus asuntos, 3429 XVI | largo y tendido, y hasta intervinieron en la conversación los parientes 3430 XII | alguna criada con quien había intimado, alguna amiga aldeana... 3431 V | por lo menos, dos cosas íntimamente unidas... Volvió a creer, 3432 V | domésticos, llegó Bonifacio a intimar con las partes, como él 3433 VIII | No negociar, no intrigar, no producirme en sociedad... 3434 VII | propias, pintorescas y en intrigas bien hilvanadas e interesantes. 3435 XIV | satisfactoriamente por medio de una intrincada madeja de sofismas, Reyes 3436 XI | pensarlo ni quererlo, había introducido en el caserón de los Valcárcel 3437 XI | albergue; él quien procuraba introducir el espíritu y la práctica 3438 XVI | mucho... Si me dejan esos intrusos. Lo que extraño es que Emma, 3439 XIV | lo dice, y me lo dice la intuición; mi hijo será algo de mi 3440 XII | suave, pacífico que le inundaba, se convertía casi en sensación, 3441 XVI | que debió de parecerle una inundación agradable, hizo una mueca 3442 XV | costumbres de su hogar, inundado por aquel holgorio perpetuo?... 3443 IX | salud volvía a borbotones inundando aquel organismo intacto 3444 XIV | una dulcísima sonrisa le inundara el rostro con un reflejo 3445 III | que le causaban aquellas inútiles entrevistas, que, por primera 3446 XII | también pasando los años, pero inútilmente, allá en los montes. Sin 3447 XII | que el medio ambiente les invadía y transformaba; el desdén 3448 XVI | Una ternura infinita le invadió el alma. Hasta el caballo, 3449 II | familiar, que tenía su fórmula invariable, era esto: que por Emma 3450 IV | mostraba tan sólo en dejar invariablemente un puesto privilegiado, 3451 III | hijo; la molestia perpetua, invasora, dominante, provenía de 3452 VII | en un furor infernal que inventaba delirios de fiebre, sueños 3453 VII | hombrearse con los autores que inventaban aquellas maravillas. Siempre 3454 XIII | primor y gracia de las trazas inventadas. De su voz ¡voz traidora!, 3455 XIV | Ya todos los expedientes inventados para retener en el pueblo 3456 XII | español como si estuviera inventando una lengua con palabras 3457 XIII | tradiciones familiares, inventó industrias alegres y vistosas, 3458 IX | ella una delicada planta de invernadero, y que el bestia de su marido 3459 XV | con pelusa de melocotón invernizo, se la desprendía de las 3460 XI | siempre había tropezado con la inverosimilitud de huir a lejanos climas 3461 XVI | nada. Era algo como una investidura, como hacerse obispo; en 3462 XIII | Marta, y, especialmente, invitaciones para saraos y banquetes 3463 XII | semanas atrás por haber sido invitada a pedir para los pobres 3464 XI | Bonis no consiguió que se la invitara el Jueves Santo a sentarse 3465 XIII | concierto; y al atreverse a invitarla nada menos que para bailar 3466 VI | extrañar aquel movimiento involuntario del marido de la doña Emma, 3467 VII | colpevole, questo signore, sono io.~     ¡Qué música de voz! ¡ 3468 XI | sabes, mi amiguita, que irá conmigo. El tío me acompañará, ¿ 3469 XVI | remordimientos de antaño, sus iras y vergüenzas de ahora, sus 3470 IX | serían muy amigas, y a paseo irían juntas, y llegarían a burlarse 3471 XII | gordas que parecían el arco iris. Muchas veces la señorita 3472 XVI | vuelta a las preguntas irónicas: «¿Qué será de él? ¿Qué 3473 XVI | desafío burlón un tanto irónico. Vamos a ver, decía el órgano: ¿ 3474 III | alcoba, para los que era irreemplazable el marido, Emma declaraba 3475 I | ideal de grandezas muertas, irreemplazables. Estar enamorada de un su 3476 XI | de Emma; del propio modo irreflexivo, por instinto, había ido 3477 XVI | sorna que no podía tachar de irrespetuosa. Se rascaban la cabeza, 3478 II | Abraham - Pater Orchamus - irresponsable de un gran pueblo de hijos 3479 XIV | padre. Aunque pareciera irreverencia, en rigor..., en rigor..., 3480 II | interpretación arriesgada e irreverente de la ley sacrosanta. Y 3481 XII | producir algo más que el irrisorio tanto por ciento de la renta 3482 IX | original e inesperado. La irritaba que nadie pudiera prever 3483 XVI | ocurrido enderezar, se había irritado, y por venganza y considerando 3484 III | era una escena molesta, irritante para Emma la de asistir 3485 IX | había dicho, y en vez de irritarse... de envenenarle o ahorcarle... ¡ 3486 XV | más por lo menos. No la irritemos; un malparto sería una catástrofe 3487 XVI | aquel señor obispo..., San Isidoro..., todos me van entendiendo. 3488 XIV | el hogar un refugio, una isla de amor, por completo separada 3489 IV | y escondidos, o por las islas misteriosas, y soltar al 3490 XII | Serafina, Agar... Faltaban Ismael, que era inverosímil, dadas 3491 IV | subsecretario en tiempo de Istúriz. Pero este y los demás Castrillos 3492 VII | Caricias como las de la italiana-inglesa, Reyes ni las había soñado. «¡ 3493 XI | por el otro con el arte de Iturzaeta.~     En cosas así pensaba 3494 IV | IV -~     Se iba a una tienda. 3495 IX | IX -~     Durmió como un muerto, 3496 VI | mi heredad un ciervo, un jabalí... lo que usted quiera, 3497 XIII | podía arrancarle: y el tal Jacopone de Todi, que así le llamaba 3498 XV | menor gesto, siquiera, de jactancia. Hasta se notó que miraba 3499 XIII | inocentes en el fondo, jaleando la alegría de su papá. Se 3500 XIII | era muy interesante, y su jamón suculento y en dulce, al 3501 VIII | por Dios!... ¡aunque sea jarabe!...».~     -¡Oye, tú!; ¿ 3502 XII | emoción y voluptuosidad jaranera, eran un contraste, una 3503 VII | pantalones de mujer con el jaretón por aquí o por allá?~      3504 X | hacían allí falta alguna los jaropes del otro, que bastaban unas 3505 II | hubiera llamado si viviese, jenodokia, jenones, o sea, en cristiano, 3506 II | llamado si viviese, jenodokia, jenones, o sea, en cristiano, albergue 3507 X | la señora, de las bodegas jerezanas, se quedó mirando a su marido 3508 X | palabras de lascivia en jerga amorosa, en diminutivos, 3509 XII | fortificaciones de cinco Jericós. Afortunadamente el público 3510 VIII | llamaba a Nuestro Señor Jesucristo; pero como Emma repitiese 3511 XI | que quisieron hacer de él jigote a fuerza de desprecios!~     


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