Libro, Capítulo

 1    V,    XXIV|          de mucha autoridad, y en voz alta predicaba su ley y
 2    V,     XXV|         se acordare. Y esto es en voz tan alta, que lo oigan todos
 3    V,    XXVI|           de manera que se oye su voz, mas no se ve con quién
 4    V,     XXX|        ante él, le decían con una voz muy humilde y baja: Señor,
 5    7,     III|        decir lugar donde suena la voz del águila, que corrompidamente
 6    7,   XXIII|     porfiasen todavía, oyeron una voz junto a la piedra, que no
 7    7,   XXIII| sacrificios. Dicen que tornó otra voz: ¿Ya no he dicho que no
 8    7,   XXIII|          nadie, y en esto oyó una voz que le dijo: ¿Conoces a
 9    7,   XXIII|        Motezuma. Tornó a sonar la voz: verdad dices, mírale cual
10    7,   XXIII|         rey. Mas tornó a decir la voz: No temas, que yo soy más
11    7,   XXIII|            Hecho esto, le dijo la voz que, pues vía cuán dormido