Libro, Capítulo

1  III,    XXIV| llovió ceniza tanta, que escureció del todo el día; y en Quito
2    V,       V|  en su pensamiento, y se escureció su corazón necio, y vinieron
3    7,     XII|  se eclipsó el sol, y se escureció la tierra, y que luego volvió
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License