Libro, Capítulo

 1    1,      VI|  Magallanes, que está en altura de cincuenta y un grados. Pero si al
 2    1,    XIII|          veinte, o cuatrocientos y cincuenta talentos de oro muy fino.
 3   II,      VI|         corrido el Desguadero como cincuenta leguas, se hace otra laguna
 4  III,      II|          que toma (pongo por caso) cincuenta leguas en redondo, claramente
 5  III,       V|         veintiocho, y doscientos y cincuenta y seis; y finalmente, ir
 6  III,      XI|       tomando el sol halláronse en cincuenta y un grados y medio, que
 7  III,      XI|      tomando el sol se hallaron en cincuenta y seis grados, y viendo
 8  III,    XIII|           dicho, está en altura de cincuenta y dos grados escasos al
 9  III,      XX|         toman los Andes, que serán cincuenta leguas comúnmente, aunque
10  III,      XX|            poca distancia como son cincuenta leguas, distando igualmente
11  III,   XXIII|          ha conocido de ella es en cincuenta y seis grados, como está
12  III,    XXVI|            ancho la sierra adentro cincuenta leguas. En este temblor
13   IV,      IV|         Nueva España, mil y ciento cincuenta y seis marcos de oro. Esto
14   IV,      VI|  perseverando su riqueza hasta los cincuenta y sesenta estados en hondo,
15   IV,     VII|            cada sábado de ciento y cincuenta mil pesos a doscientos mil,
16   IV,    VIII| comenzándose el año mil quinientos cincuenta y seis, que fueron once
17   IV,    VIII|           el crucero, doscientas y cincuenta varas, las cuales tardaron
18   IV,    VIII|        pasa muchas veces de ciento cincuenta estados; cosa horrible,
19   IV,    VIII|        almádanas que tienen ciento cincuenta libras de hierro: sacan
20   IV,      IX|          metal treinta, cuarenta y cincuenta pesos de plata por fundición.
21   IV,      IX|           pesos, y de doscientos y cincuenta por quintal; riqueza rara
22   IV,      XI|            vendió por doscientos y cincuenta mil ducados, y pareciéndole
23   IV,     XII|        ellas queda, y habrá más de cincuenta hornos de éstos en la villa
24   IV,     XII|           salmuera, echando a cada cincuenta quintales de harina cinco
25   IV,     XII|          libras son de plata y las cincuenta de azogue. De estas pellas
26   IV,      XX|          trajeron veinte y dos mil cincuenta y tres quintales de ello
27   IV,   XXIII|           y tres mil setecientos y cincuenta pesos; y de ordinario viene
28   IV,    XXIX|        para mil achaques; vinieron cincuenta quintales en la dicha flota
29   IV,    XXIX|          flota dicha trescientos y cincuenta quintales, y pudiera traer
30   IV,    XXXI|           por medio real nos daban cincuenta, a escoger; granadas también
31   IV,  XXXIII|         cuatro mil y trescientos y cincuenta cueros, que los valuaron
32   IV,     XLI|        otro tiempo solían ciento y cincuenta. Y es cosa que muchas veces
33    V,     XVI|              No podía haber más de cincuenta; ejercitándose en penitencia,
34    V,      XX|      siempre pasaban de cuarenta y cincuenta, porque había hombres muy
35    6,      II|          suerte que eran por todos cincuenta y dos años. Pintaban en
36    6,      II|           Cortés.~ ~Al cabo de los cincuenta y dos años que se cerraba
37    6,      II|      alargaba otro siglo, que eran cincuenta y dos años, y comenzaban
38    6,     VII|           tenía un siglo, que eran cincuenta y dos años, como se dijo
39    6,    XVII|        Corrían entre día y noche a cincuenta leguas, con ser tierra la
40    7,       V|          Mechoacán a Méjico más de cincuenta leguas. En este camino está
41    7,      IX|        esta sujeción y servidumbre cincuenta años.~ ~En este tiempo acabó
42    7,  XXVIII|          ha hecho tanto efecto, en cincuenta años, como en el Perú y
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