Libro, Capítulo

 1    1,    XXII|    decir verdad, no tengo tanta reverencia a Platón, por más que le
 2    V,      IX|    ponían su ídolo con muy gran reverencia y solemnidad. Íbanse luego
 3    V,       X|        él, para que le hiciesen reverencia por donde pasaba, tocaba
 4    V,     XIV|      ídolo, incensaba con mucha reverencia. Después tomaba un paño,
 5    V,   XVIII|       chacras; y también tienen reverencia a las fuentes y ríos de
 6    V,   XVIII|       dos ríos hacen particular reverencia y veneración, y allí se
 7    V,    XXIV| llegaban los mancebos con mucha reverencia, y tomaban las andas en
 8    V,    XXIV|     andas, y con mucho tiempo y reverencia, unos tiraban de arriba,
 9    V,    XXIV|    pueblo en el patio con mucha reverencia y temor.~ ~Acabado de subirle
10    V,    XXIV|          y recibíanlo con tanta reverencia, temor y lágrimas, que ponía
11    V,    XXIV|        y llevábanselo con mucha reverencia y veneración; todos los
12    V,     XXV|        tenían el descuido en la reverencia de sus guácas, y el quebrantar
13    V,    XXIX|        y guardándolas con tanta reverencia, como nosotros tratamos
14    V,    XXIX|    llegando una a una con mucha reverencia. En habiéndola puesto, tornaba
15    V,    XXIX|       ídolo, y haciéndole todos reverencia le entregaban a los sacrificadores,
16    6,     XII|         sin duda, era grande la reverencia y afición que esta gente
17    6,     XXI|        y del trueno le hiciesen reverencia y acatamiento, y desde aquel
18    7,      XX|         sañudo. Hiciéronle gran reverencia los electores, diéronle