Libro, Capítulo

 1  III,   XVIII|      amotinada la gente, otros capitanes prosiguieron por el brazo
 2    V,    VIII|       se podían numerar. A los capitanes y grandes señores les ponían
 3    V,      XV|         y de otros parientes o capitanes suyos, a quien él las daba;
 4    6,       V|      gobernadores, y jueces, y capitanes; y así es grande el cuidado
 5    6,      XI|    mayormente de guerra, crían capitanes y príncipes, a los cuales
 6    6,   XVIII|      mano a sus gobernadores o capitanes; y los gobernadores y caciques
 7    6,    XXII|     cuerpo fué quemado por los capitanes de Atahualpa, que también
 8    6,    XXII|       Entonces sucedió que los capitanes de Atahualpa, Quizquiz y
 9    6,    XXII|       muy apoderados de él los capitanes que le prendieron, como
10    7,    XIII|   escuadras, dando el cargo de capitanes a los más valerosos de sus
11    7,      XV|      incensándole a él y a los capitanes principales, y haciendo
12    7,     XVI|        sacerdotes y ancianos y capitanes, dándole todos el parabién.
13    7,     XIX| preseas, repartíalas entre los capitanes y soldados y gente que le
14    7,    XXIV|     vinieron a la capitana los capitanes y gente principal de la
15    7,  XXVIII|       aunque fueron excelentes capitanes, para hacer pie en la tierra.~ ~