Texto,  Capítulo

 1 2,1  |         de rencor. Si surgiera el recuerdo de las riquezas o de la
 2 2,1  |          no quiero decir que todo recuerdo de tales objetos provenga
 3 2,3  |          esta virtud es digna del recuerdo de Dios: Acuérdate de David
 4 3,5  |           los objetos inanimados. Recuerdo que cuando vivía en el desierto,
 5 3,8  |          ordenaciones clericales! Recuerdo a un cierto anciano, cuando
 6 4,1  |        hasta que fue conducido al recuerdo de Dios nuevamente, por
 7 4,1  |            a quien es sensato, el recuerdo de Dios; análogamente, es
 8 4,1  |          para ti la maestra de un recuerdo; así no te faltará un incentivo
 9 4,1  |      preconcepción consiste en el recuerdo involuntario de los males
10 4,1  |     palabras de sabiduría.~Sin el recuerdo de Dios, no habrá verdadero
11 4,2  |       herencia la vida eterna.~El recuerdo de Dios es una fatiga del
12 4,2  |         de todo evento suscita el recuerdo. Pero el rechazo degrada
13 4,2  |        este modo pensará que este recuerdo es una pasión precedentemente
14 4,2  |  confesión a Dios no tanto con el recuerdo de las acciones sino anteponiendo
15 5,1  | necesarios, y en breve exaltan su recuerdo, moviendo al intelecto en
16 5,1  |           de la sensibilidad, del recuerdo y del temperamento, y al
17 Glos |            en la medida en que el recuerdo es, por otro lado, una de
18 Glos |           sentirse turbada por el recuerdo de estos males.~PENITENCIA (
19 Glos |       irascible y concupiscible).~RECUERDO (mními): la doctrina del
20 Glos |           mními): la doctrina del recuerdo de Dios se remonta a san
21 Glos |        resurgido por nosotros. El recuerdo de Dios, impreso como un
22 Glos |       provenientes del olvido. El recuerdo de Dios es lo opuesto a
23 Glos |     permitirnos permanecer en tal recuerdo y, por consiguiente, en