Texto,  Capítulo

1 1,1|   y moderación son adornos propios de los hombres razonables
2 1,1| los dolores del cuerpo son propios del cuerpo por naturaleza,
3 1,1|  más bien, buscar nuestros propios males y observar por nosotros
4 1,1|     sino para servir a sus propios instintos.~Los que rinden
5 3,4|    sus propias casas y sus propios campos y ponía lo recaudado
6 3,4|    sus necesidades con sus propios haberes! Esperemos que nadie
7 4,1|    pone un sello sobre sus propios males.~No permitas que permanezca
8 4,2|  que todos renuncien a sus propios bienes.~Hay una acción de
9 5,1| vista aguda y confunde los propios ojos.~Si sientes el deseo