Capítulo

 1 Ded  |        se desdeña de poner los ojos en nuestras bajezas, ni
 2 Ded  |        bulla y se menee en los ojos de los que lo miran, ni
 3 Ded  |   convierte así juntamente los ojos y los corazones de todos.
 4 Ded  |       si pone en el marido los ojos, descansa en su amor; si
 5 Ded  |        mismo lugar. Vuelva los ojos por sus vecinos y naturales,
 6 I    |      poner como delante de los ojos todo lo que hay en esta
 7 II   |       y se pone delante de los ojos, y se asienta sobre la cabeza
 8 II   |        de querer más que a sus ojos, y la ha de traer sobre
 9 V    |     púsola como delante de los ojos a todas las mujeres, así
10 V    |         Porque si volvemos los ojos atrás, y tendemos la vista
11 V    |  antiguos, y poner delante los ojos lo que, de muy apartado,
12 VI   |      casera, ponga delante los ojos una mujer que rodea su casa,
13 VII  |      la mañana despedir de los ojos el sueño, ni dejar de dormir
14 VII  |       nueva saliendo, abre los ojos de los animales todos, y
15 VII  |        abra la claridad de sus ojos cuando descubriere sus rayos
16 IX   |       acostumbre a la vela sus ojos, y saboréese en el trabajar,
17 X    |      se ofrecen cada día a los ojos; que, en lo que fuere más
18 XI   |        las mujeres hinquen los ojos más, porque se desvanecen
19 XI   |    secretos de casa, y son sus ojos, y, aunque les pese, de
20 XII  |        podríamos mostrar a los ojos sus dientes mismos, y sus
21 XII  |    bien y hacer deleite en los ojos? Pues ¿qué ojos hay tan
22 XII  | deleite en los ojos? Pues ¿qué ojos hay tan ciegos, o tan botos
23 XII  |       Y no es menester que los ojos traspasen este velo, porque
24 XII  |      cuencas de los bellísimos ojos, con una variedad de colores
25 XII  |        que, si ya engañare los ojos, pueda engañar las narices.
26 XII  |      la frente angosta, ni los ojos pequeños los engrandece,
27 XII  |  ventura no la hurtarían a los ojos? ¿No harían alguna invención
28 XII  |      alcoholes51 con negro los ojos, ni te colores las mejillas,
29 XII  |      Dios. Aunque no sé yo qué ojos os miran, que, si bien os
30 XII  |        Dios, pues no traes los ojos que Dios hizo en ti, sino
31 XII  |         tú le has seguido; los ojos pintados y relumbrantes
32 XII  |      mejillas, y se pintan los ojos, y se tiñen los cabellos,
33 XII  |       menos que se pintaba los ojos. Mas las miserables no veen
34 XII  |     padece. Pues, así como los ojos vendados o la mano envuelta
35 XII  |     ella toda su afición y sus ojos, ¿cómo no serán ciegas?
36 XII  |       con oro, y te pintes los ojos con alcohol, vana es tu
37 XII  |   niños ignorantes, hincan los ojos en las buenas figuras, cosas
38 XII  |       que el hombre mira a los ojos, y Dios tiene cuenta con
39 XII  |       con hollín alcoholan los ojos; porque sin dubda les desagrada
40 XII  | alcoholad con la vergüenza los ojos, y con el espíritu modesto
41 XII  |        cual es deprecio en los ojos de Dios; que desta manera,
42 XII  |       tornen los dedos por los ojos, y llévenlos por los oídos,
43 XVI  |   largos y la boca fiera y los ojos sangrientos las convidan
44 XVIII|       me alejastes de vuestros ojos, mas ésta, ofreciéndose,
45 XVIII|        primero en que abra los ojos su niño sea en ella, y de
46 XVIII|        alma tierna dél con los ojos y con los semblantes; y
47 XX   |     puede mirar sin torcer los ojos, ni tocar sin atapar las
48 XX   |       los ladrones delante los ojos, y que, cuando no causase
49 XX   |        que por el gusto de los ojos ligero y de una hora quiera
50 XXI  |      bien se viene tanto a los ojos humanos, ni causa en los