Capítulo

 1 XII|       no es obra propria de la belleza parecer bien y hacer deleite
 2 XII|       ánimo. ~  ./. Pues si la belleza de cuerpo, aun aquella que
 3 XII|     Dios en tanto menos que la belleza del alma, ¿quién juzgará
 4 XII|                             Oh belleza adúltera! El aderezo bárbaro
 5 XII|  nosotros juzga. Pues dime, tu belleza ¿para quién la adereza,
 6 XII|       en daño semejante, o qué belleza en una suciedad tan enorme?
 7 XII| perdido. Y al revés, cuando la belleza del rostro falta, el lucido
 8 XX |       de cuestión lo que de la belleza corporal dice aquí el Sabio,
 9 XX |        que, desto que llamamos belleza, la primera parte, que consiste
10 XX |      que sea muy aventajada en belleza; porque, aunque lo hermoso
11 XX |        en ella. Y no sólo esta belleza es peligrosa, porque atrae