Capítulo

 1 4 |      agua y bastantes muertos y heridos. A pesar de esto, seguíamos
 2 11|        nuestros marineros caían heridos o muertos. Yo, puesto en
 3 11| mezclaban a los lamentos de los heridos, de tal modo que no era
 4 11|      cual era la de transportar heridos a la bodega, donde estaba
 5 11|       ni aun se trasladaban los heridos a la bodega, por ser muchos,
 6 11|  alcázar, cubierto de muertos y heridos. Ni aun entonces se apartó
 7 12|        espanto. Ya dije que los heridos  ./. se habían transportado
 8 12|               Que se ahogan los heridos!» ~ ~La mayor parte de la
 9 12|       no sólo transportaron los heridos a la tercera y a la segunda
10 12|          querían trasbordar los heridos a algún barco enemigo. Uno
11 12|        Los sanos asistían a los heridos, y éstos, molestados a la
12 12|   embarcar cerca de trescientos heridos. La tripulación sana constaba
13 12|       Dios la preferencia a los heridos; mas aunque se trató de
14 12|          no se pensó más en los heridos, y muchos de éstos, sacados
15 12| erizando mis cabellos. Eran los heridos que quedaban en la primera
16 12|       troneras: eran los pobres heridos que no había sido posible
17 13|         más de ciento cincuenta heridos, tuvo que rendirse el Santa
18 13|       allí, sin embargo, muchos heridos a quienes era preciso curar,
19 13|      donde era tal el número de heridos, que fue preciso, según
20 13|     generosos. ~ ~»El número de heridos a bordo del San Juan era
21 14|     aquél, así como la de otros heridos, corría gran peligro. El
22 14|       muertos y ciento cuarenta heridos: se habían agotado los recursos
23 14|        como los demás oficiales heridos, fueron bajados en brazos
24 15|         con los demás oficiales heridos, escuché una voz que reconocí,
25 15|        guerra del Rosellón, los heridos graves (y yo lo estuve varias
26 15|       en las ambulancias de los heridos fuese un cuerpo de baile
27 15|      Malespina y Marcial, ambos heridos, aunque el segundo no lo
28 15|        una vez trasbordados los heridos, el embarco fue fácil, porque
29 16|  momentos caían como moscas los heridos, y el mismo comandante recibió
30 16|         de artillería; pero los heridos se ahogaron todos, como
31 16|       muelle para reconocer los heridos, esperando encontrar al
32 16|        empeño el auxilio de los heridos, no distinguiendo entre