Capítulo
1 1 | San Fernando. Como nunca pude satisfacer mi curiosidad,
2 6 | pena. Por más que hice no pude asistir al acto, y me es,
3 7 | Como yo servía la mesa, pude oír la conversación, y entonces
4 7 | Malespina nuevas mentiras, y pude observar que su hijo las
5 17| vuelta a Cádiz. En cuanto pude disponer de un rato de libertad,
6 17| presencia de mi morada natal, no pude contener el llanto, lo cual,
7 9 | ella». ~ ~Yo eludí como pude el compromiso de pasear
8 9 | mole, cuyo objeto nunca me pude explicar, y luego iban a
9 9 | decía estaba Nelson, no pude por un buen rato darme cuenta
10 9 | maniobra de nuestro buque, pude observar que gran parte
11 9 | pecho se ensanchaba; no pude contener algunas lágrimas
12 11| enemigos que nos asediaban. Yo pude observar la parte del combate
13 11| presencia de ánimo que no pude menos de contemplarle un
14 11| sostuvo el fuego. Salí como pude, busqué a Marcial, no le
15 11| confusión fue tan grande, que no pude distinguir lo que pertenecía
16 11| gravedad. Yo le consolé como pude, diciendo que si la acción
17 12| Reparadas mis fuerzas, pude pensar en servir de algo,
18 13| amo en la cámara, donde pude descansar un poco y alimentarme,
19 13| presenciado. Por lo que oí, pude comprender que a bordo de
20 14| que ni aun mucho después pude conciliar el sueño. No podía
21 14| nuevo. ~ ~Salí fuera, y pude hacerme cargo de la situación.
22 14| gozo, y con voz que apenas pude entender, me dijo: ~ ~«¡
23 15| reconocí, aunque al punto no pude darme cuenta de la persona
24 15| de nuevo. Yo le curé como pude, consolándole con palabras
25 16| hombres hermanos? ~ ~En Cádiz pude conocer en su conjunto la
26 17| del viejo Malespina, jamás pude creer que se permitiera
27 17| aún por ninguna pena. No pude menos de traer a la memoria
|