Capítulo
1 1 | Puerto Real. Junteme con la gente más perdida de aquellas
2 2 | sabido yo lo que era la gente de mar... ¡Qué tormento! ¡
3 4 | pues es costumbre en la gente de mar de todos los países
4 4 | grande y en ella cabe mucha gente. Dos mil hombres apagaron
5 4 | bueno, aunque eso no es de gente noble. ~ ~ - Qué ha de ser -
6 4 | que vea las mañas de esa gente. Después de lo del Estrecho,
7 4 | nos habían matado mucha gente, y yo estaba medio muerto
8 4 | ofenden a Dios matando tanta gente; ustedes, que si en vez
9 6 | ellos; que si no tienen gente, que la busquen. Pues a
10 6 | tripulados en gran parte por gente de leva, siempre holgazana
11 17| escuadras. Nosotros, con gente en gran parte menos diestra,
12 17| arreos y los ordinarios de la gente que yo había visto siempre,
13 9 | voluntario, los otros eran gente de leva, casi siempre holgazana,
14 9 | marinerillos de leva, grumetes y gente de poco más o menos. Desde
15 9 | caer. Verdad es que había gente muy decidida, especialmente
16 11| fuego, porque la mitad de la gente estaba fuera de combate.
17 11| cañones que habían quedado sin gente. Una bala había llevado
18 12| habría sido de ellos, si la gente de un navío inglés no hubiera
19 12| la lancha estaba llena de gente. ~ ~Alcé la vista y vi como
20 13| semblantes de toda aquella gente revelaban el temor de una
21 13| una prontitud pasmosa. La gente de leva se había educado
22 13| rendición. ~ ~»La mitad de la gente estaba muerta o herida;
23 14| timón, con la mitad de su gente muerta o herida, y el resto
24 14| entusiasmo era grande; pero la gente escasa, por lo cual fue
25 16| conquista el cariño de la gente. También puede decirse que
26 17| quedado en Sanlúcar en casa de gente conocida, mientras su padre
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