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Alfabética [« »] cartón 3 cartulina 1 cás 1 casa 173 casaca 6 casada 2 casado 3 | Frecuencia [« »] 193 o 192 muy 179 sin 173 casa 172 cuando 166 aquel 166 esta | Benito Pérez Galdós La de Bringas IntraText - Concordancias casa |
Capítulo
1 2 | Carolina!...~Salió de la casa el buen amigo, febril y 2 3 | albergue a los empleados de la Casa Real. ~Embelesado con la 3 3 | de seguir para dar con la casa de nuestro amigo. «Tuercen 4 4 | amarillas. ~Buscamos la casa de D. Francisco Bringas. ~ - ¿ 5 4 | tontos si no damos con la casa de Bringas. Yo no vuelvo 6 5 | pasen, porque esta no es mi casa... Me he instalado aquí 7 5 | podía haber dejado en mi casa de la calle de la Cruzada, 8 5 | alegría. No tenía despacho la casa; pero Bringas se había arreglado 9 5 | ser lo más bonito de la casa. El otro gabinete fue bautizado 10 6 | administradorcillo de la Casa Real, de donde me vino el 11 6 | en que no saliese de la casa una joya, un cuadrito, un 12 6 | pagándole los atrasos de casa y ofreciéndole una habitación 13 6 | el santo día lo pasaba de casa en casa, llamando a distintas 14 6 | día lo pasaba de casa en casa, llamando a distintas puertas, 15 7 | besándose. ~«Bailen, corran; la casa es de ustedes, niñas queridas» - 16 7 | gusto que tenía en ver su casa llena de serafines, alguna 17 8 | y tomar un refrigerio en casa de doña Tula, para acompañar 18 10| bueno que ella tenía en su casa, y refundir lo viejo dándole 19 10| novedad.~Pero un día vio en casa de Sobrino Hermanosuna manteleta... ¡ 20 10| combinaban peregrinamente. En su casa no pudo apartar de la imaginación, 21 10| tesón el gasto diario de la casa. Lo peor era que Bringas 22 11| fortuna, Bringas no estaba en casa. Dos o tres días vivió Rosalía 23 11| menudo en Palacio como en la casa de la Costanilla.~Solía 24 11| cuando Bringas estaba en la casa. Recobró el apetito que 25 11| reforma de un alfiler en casa del diamantista... ¡Qué 26 11| portamonedas, y en aquella casa ni le daban crédito ni quería 27 13| una sola palabra. Era la casa como un club por el disputar 28 13| despachaban a su gusto. En casa, la señora de Pez, cambiando 29 13| recibir a los amigos, y en casa de alguno de estos, como 30 13| tormentosa vida que llevaba en su casa. ~Contaba Pez estas cosas 31 14| la gracia de quedarse en casa. D. Francisco iba a estas 32 14| mamá hasta el portal de la casa de Tellería, volviéndose 33 14| que no puede entrar en la casa ninguna que no sea un espanto 34 14| adelante con el gasto de la casa. Así, no extraño que la 35 15| costurera que había llevado a casa. Más que taller parecía 36 15| compró las telas y llevó a su casa una modista para hacerse 37 15| he tenido que traerme a casa las telas y la modista para 38 16| fin nuestra amiga es, y en casa se ha hecho este trabajo. 39 16| usted cómo me arreglo. En casa de los Hijos de Rotondo 40 16| franqueaba, por ser Rosalía de la casa! ¡Y cuánto gozaban los chicos 41 16| migas, a los patitos de la casa del Pescador, subiendo a 42 16| regios caprichos, así como la Casa de Fieras, declaran la época 43 16| sobrante del gasto de la casa y estirar las mezquinas 44 17| correcto y reglamentario. En su casa, cuando trabajaba en el 45 17| a cualquiera que viene a casa; un hombre que quiere que 46 17| veinticuatro mil reales de casa. Y no es que tenga deudas, 47 18| honor estaba comprometido en casa de Mompous, y en caso de 48 18| retrasar su vuelta a la casa, porque si la comida no 49 18| supiera... Allá iba yo. ~ - ¿A casa?... Le diré a usted lo que 50 18| campanilla de la puerta de casa... Con que ya ve usted mi 51 18| pero antes de salir de casa, se presentó el cobrador 52 18| Estancadas. El uniforme de la casa. La de San Salomó estaba 53 18| amigas estaban solas en la casa, pues Bringas no había vuelto 54 18| Pues que me lo suban a casa». ~«Luego le mandaré a usted 55 18| gente qué agradecida...! Mi casa es la Beneficencia. El día 56 19| gusta tener gruesas sumas en casa, porque aun en esta vecindad 57 19| verle a usted mañana en mi casa?» - dijo la marquesa. ~D. 58 20| al médico que vivía en la casa, fue a buscar al de guardia. 59 20| hasta entrar con él en la casa. Era un viejo afable, de 60 21| Pronto volverá todo a casa, pues no me gusta que mis 61 21| a todo lo que pasa enla casa. No lo puedo remediar. Tengo 62 21| habitación y extenderse por la casa en ondas tenues hasta llegar 63 21| de comer, la mandaron a casa de Cándida para que pasara 64 21| melancólico, no salió de la casa ni quiso probar bocado en 65 21| al regreso te pasas por casa de Pez y enteras también 66 21| usted venir esta noche a mi casa!... De seguro estará la 67 22| que se vaya a comer a su casa? No me gustan convidados 68 22| gloria: yo dudo que en su casa cate ella otra cosa que 69 22| Thiers la contabilidad de su casa. Mientras estuvo en el lecho, 70 22| tristísima fecha en la casa, sin que el enfermo adelantara 71 23| aquí cómo entraron en la casa todas estasricas prendas. 72 23| dos o tres vueltas por la casa con todos aquellos arreos 73 23| sostener la dignidad de la casa, para que a los hijos no 74 24| Ay! Cuando entro en mi casa y veoal portero en su cuartito 75 24| vida recogida en mi propia casa; no tendré más vestido que 76 24| amiga, y por la noche a casa... Acostarme tempranito, 77 24| letra, y su presencia en la casa llegó a ser tan reglamentaria, 78 25| tarde, a causa de estar la casa al Poniente, la familia 79 25| Oyéronse de nuevo risas en la casa, y el paciente mismo, recobrando 80 25| En los sótanos de esta casa hay un depósito de caobas 81 25| a desempeñar en aquella casa sus funciones de soberanía 82 26| mío, voy a encontrar la casa hecha una lástima. No me 83 26| seres más felices de la casa, casi tanto como las palomas 84 26| Emperador, presentose en la casa, cuando menos la esperaban. 85 26| atrevimiento de profanar la honrada casa entrando en ella; pero la 86 26| visita no estuviera en la casa. Fijándose en ella al paso, 87 26| grandeza, y han ido a mi casa muchas señoras... Todas 88 27| ponía nunca los pies en la casa de su hermana, pues hacía 89 28| triste es esa del horror a la casa... Felizmente no la conoce 90 28| acostumbro a considerar como casa propia la casa de mi amigo, 91 28| considerar como casa propia la casa de mi amigo, y ni un instante 92 28| corre aire... métete en casa; no te constipes... ¿Y este 93 28| Sale a papá...~ - Vaya, a casa, que os enfriáis aquí... ¡ 94 28| y por allí pasaron a su casa. Pez dio un suspiro. Rosalía 95 28| al fin que echarme de su casa... tan pegajoso e impertinente 96 28| llegar a la puerta de la casa, salió Isabelita al encuentro 97 28| en el cielo detrás de la Casa de Campo, y aquel era tan 98 30| luz, porque el amo de la casa era partidario frenético 99 30| consulta o harían venir a casa al oculista, decidiéndose 100 30| ciencia no se mueven de su casa más que para visitar a príncipes 101 31| incidencias del gobierno de una casa pobre. Una tarde había dicho 102 31| ahora no se ha hecho en la casa más voluntad que la mía. 103 31| ella verdadera señora de la casa, precisábale variar de temperamento, 104 32| había hecho el amigo de la casa. El cual, llevándola a la 105 32| la atmósfera de aquella casa, y descargando el fardo 106 36| tú serás la señora de la casa y yo el esclavo resultó 107 36| de las menudencias de la casa... Rosalía, por no oírle, 108 36| aquel día comería en la casa el Sr. de Pez y que este 109 36| arroba de canela... Está la casa apestada... Si yo estuviera 110 36| se las quita al entrar en casa?... ¿Qué es esto? ¿Qué pasa 111 36| gritar «¡que se quema la casa!», u otra barbaridad semejante; 112 34| cuanto papel había en la casa. Por fin, en la mesa de 113 34| que observar lo que en su casa pasaba, que fue bastante 114 34| ningún extraño quedaba en la casa, su papá se había puesto 115 35| de Julio dejó de ir a la casa. D. Francisco, acompañado 116 35| Como el doctor tenía su casa en la calle del Arenal, 117 35| considerándose sola con él en la casa (pues también los niños 118 36| unos días. Al apoderado de casa dejo encargo de poner en 119 37| reinar sólidamente en la casa; mas la Pipaón no sabía 120 37| expresiones para el dueño de la casa, a quien uno de ellos no 121 37| cuando el joven regresó a la casa, trayendo una carta. Bringas 122 38| destierro: «Teníamos tomada casa en San Sebastián, poro con 123 38| menudencias del personal y de la casa. En el piso tercero y en 124 38| en cuando encontraba en casa de Sobrino Hermanos a alguna 125 38| fórmula: «Teníamos tomada casa en San Sebastián; pero...». 126 38| calles para volver a su casa; deteníase ante los escaparates 127 38| y se bañaba en su propia casa, por no querer rebajarse 128 38| en par los balcones de la casa, que daban a Poniente, entraba 129 39| decía que habían tomado una casa en Arcachón, y sabedores 130 39| cordial como explícito. La casa era muy grande, con jardín 131 39| proporción. ¡Billetes gratis, casa gratis, comida gratis!... ~ 132 39| comer las sobras de nuestra casa... ~ - Ay, hija mía, no 133 39| parece bien entrar en su casa con las manos vacías?... 134 40| aquel cajón donde iba una casa, los espejos colgados debajo, 135 40| rodaba sin dueño por la casa, iba a parar a unas cajitas 136 41| con frecuencia la veía en casa de Milagros, le había hecho 137 41| costumbres dentro y fuera de su casa... ~Retirose Rosalía a la 138 41| día 31 se aventuró a ir a casa de este, paso desagradable, 139 41| glorias de un día, aquella casa era toda lágrimas y tristeza. 140 42| Rara vez iban visitas a la casa; pues la mayor partede sus 141 42| Al verla salir de la casa, ocurriole a Rosalía la 142 42| marido, Rosalía volvió a casa de Sobrino Hermanos. Iba 143 42| comentar. «Que me lleven esto a casa... Vaya, Sr. Sobrino, al 144 43| por corregirla. En toda casa es preferible siempre la 145 43| estuvo en el paseo, y en su casa, por la noche, más aún. 146 44| instalados enla esquina de la Casa de Correos. «Dime tus necesidades 147 44| encargada de traerle de casa de Sobrino las compras, 148 44| Se había encontrado la casa en un atraso lamentable, 149 44| que todo el boato de su casa no era más que apariencia...». « 150 44| honra y de la paz de su casa... ¡Qué hombres! Ella había 151 44| de la tarde no entraba en casa del inquisidor, dinero en 152 44| Refugiohabía cobrado en casa de Trujillo diez mil reales 153 45| plazoleta de San Ginés, en una casa de buena apariencia. Sorprendió 154 45| decir nada y huir de aquella casa. Pero la lógica inflexible 155 45| Sé que has cobrado en casa de Trujillo no sé cuanto... 156 46| de comodidades dentro de casa. Viven en la calle, y por 157 47| un caballero que viene a casa, que ahora sí que se arma 158 47| hecho nada. Usted en su casa, y yo en la mía. Los cinco 159 48| historias... No vaya más a casa de Sobrino y créame. ./. 160 48| pensaba al ir en coche a casa de Torquemada - . ¡Qué Gólgota!...». ~ 161 48| Qué día! Cuando llegue a casa lo primero que he de ver 162 48| a otros individuos de la casa, todos consternadísimos. « 163 48| el 19. Bringas subió a su casa más muerto que vivo. Todo 164 48| la administración de su casa. Si en aquellos días se 165 48| Pez continuaba yendo a la casa; mas ella lehabía tomado 166 49| tardarán en invadir esta casa para saquearla... No perdonarán 167 49| zozobra reinaba en toda la casa. Los vecinos salían a las 168 49| un rato de pánico en la casa; mas no fue de larga duración, 169 50| Palacio,mientras buscaban casa, a lo que accedí de muy 170 50| propósito de desalojar la casa. Su señora, que entró en 171 50| díjome que habían tomado una casa muy modesta, pero que tomarían 172 50| todo el trayecto desde la casa a la Plaza de Oriente, mas 173 50| de piedra angular de la casa en tan aflictivas circunstancias. ~