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Capítulo
1 6 | casaron las dos hermanas, Milagros con el marqués de Tellería, 2 7 | demonios, en cambio su hermana Milagros había dado al mundo cuatro 3 9 | IX - ~La belleza de Milagros no había llegado aún al 4 9 | cortadas con una palabra de Milagros. Lo que esta decía era ya 5 9 | por los vestidos, elevó a Milagros en su alma un verdadero 6 9 | una religión muerta; mas a Milagros la tenía en el predicamento 7 9 | ascendiente tan grande como Milagros. Aquella mujer, autoritaria 8 9 | traían los figurines. Cuando Milagros iba a pasar un rato con 9 10| lacasaca de guardia francesa.~ ~MILAGROS. - (Con cierto aturdimiento, 10 10| veinticuatro reales. ~ ~MILAGROS. - (Meditando.) Bueno: pues 11 10| bien... ¿Y el cuerpo? ~ ~MILAGROS. - (Tomando un cuerpo a 12 10| dos o tres clases... ~ ~MILAGROS. - He visto la que le ha 13 10| ansioso interés.) ¿Cómo es? ~ ~MILAGROS. - Falda de raso rosa, tocando 14 10| ROSALÍA. - ¿Y bullones? ~ ~MILAGROS. - Cuatro órdenes. Luego, 15 10| veo... Será precioso... ~ ~MILAGROS. - (Expresando soberbiamente 16 10| que oye.) ¿Y el cuerpo? ~ ~MILAGROS. - Muy bajo, con tirantes 17 10| suplicio estos tapujos... ~ ~MILAGROS. - (Ayudándola a guardar 18 10| se les iba sin sentirlo. Milagros se hacía mostrar todo lo 19 10| no lo saciaba. Volvió con Milagros a tiendas al día siguiente, 20 10| usted... por Dios! - dijo Milagros a su amiga de un modo tan 21 11| discretas insinuaciones a Milagros, pero la marquesa estaba 22 11| misma tarde), cuando entró Milagros. ¡Qué guapa venía y qué 23 11| la puerta del Príncipe. Milagros charlaba sin fatiga. Ocupose 24 11| el mes que viene. Doy a Milagros los treinta duros que necesita ¡ 25 14| lunes o los martes cuando Milagros hacía la gracia de quedarse 26 14| en ir a las tertulias de Milagros, la rutina de adular a su 27 14| fastidia la tertulia de Milagros lo que no puedes figurarte... 28 14| me reí más...! La pobre Milagros, como tiene tanta confianza 29 14| camisa que ponerse. La pobre Milagros es muy buena, es un alma 30 14| dictamen allá... Me ha dicho Milagros que de algunos meses a esta 31 14| que me da asco, y la pobre Milagros me causa mucha pena. ¡Pobre 32 15| anoche. Esos vestidos son de Milagros. Ayer, ¡si vieras!, tuvo 33 15| mandar que trajeran árnica... Milagros, que ahora no puede encargarle 34 15| qué sé yo. Que la pobre Milagros le ha arruinado con sus 35 15| qué pedazo de bárbaro?... Milagros se desmayó. Tuvimos que 36 16| otra pudo atender la pobre Milagros... No tienes idea de las 37 16| Camón, con asistencia de Milagros, que cada día llevaba una ./. 38 18| componer a sus niños. Si Milagros le hubiera devuelto aquellos 39 18| marcharse sin hablar con Milagros. La pobre señora era una 40 18| de la ya tan atribulada Milagros. ~«¡Ay!, qué pocos alientos 41 18| D. Francisco... - indicó Milagros con animación, dando a entender 42 18| Ese Torres... - murmuró Milagros con la boca tan seca, que 43 19| parecido al que acababa de oír. Milagros, sin tener confianza en 44 19| rentísticos de Cándida, Milagros observaba el vestido. Por 45 19| Isabelita!» - dijo Cándida a Milagros; y a poco de decirlo, se 46 19| Rosalía en Gasparini, y Milagros la vio ceñuda y risueña 47 19| adelantarle otros cinco duros». ~Milagros se sonrió, como un enfermo 48 19| humorístico de lo que solía. Milagrosle saludó de la manera más 49 19| de asistir a la soirée deMilagros, y se contentaría con leer 50 19| preparado el terreno - dijo Milagros con agonía - . Ahora aventúrese 51 19| las peregrinas dotes de Milagros, que decía para sí: «No 52 21| nuestra amiga una esquelita de Milagros en que le decía que todo 53 21| satisfacción. ~«Esta pobre Milagros no sabe lo que nos pasa... - 54 21| Por la tarde fue también Milagros, que sentía mucho no haber 55 23| arreglando los vestidos de Milagros... ~Paquito, que acababa 56 23| periódico. Aquella tarde fue Milagros, que también había ido las 57 23| días después del sarao, Milagros parecía muy satisfecha. 58 23| Entre tanto, los cariños de Milagros eran tan extremados, que 59 23| elegante. Los regalitos de Milagros en aquella ocasión triste 60 23| con descuento. A lo que Milagros contestó entre suspiros 61 23| No veía salvación. Pero Milagros, que iba tras el quid de 62 24| las necesitadas manos de Milagros. Si una esposa fiel tomaba 63 24| Esta pregunta, hecha por Milagros en el calor de la improvisación, 64 24| sus ojos o no lucirlas. ~Milagros no se despidió sin repetir 65 25| estrepitosa, como diría Milagros; pero muy bien, muy bien. 66 27| general, el médico y otros. Milagros no ponía nunca los pies 67 29| quieran». ~Por la noche, Milagros fue a acompañar a su correligionaria 68 30| Estamos a 7 - había dicho Milagros a la Pipaón, cruzando las 69 30| que sí puede - replicó Milagros, con una insistencia que 70 30| decía. Un rato después, Milagros lisonjeaba con charla pintoresca 71 30| obligaba a ello, cuando Milagros entraba con aire afligido, 72 31| espíritu la cogió una mañana Milagros, con tan buena suerte, que 73 31| radiante que la que puso Milagros al oír aquel venturoso anuncio. 74 32| no se enterase de nada. ~Milagros se despidió de D. Francisco 75 36| había tomado cinco mil para Milagros y mil para desempeñar los 76 34| definitiva exigiendo de Milagros el pago del préstamo. ~Al 77 34| de la alta servidumbre. Milagros y el señor de Pez también 78 34| pesadilla, Isabel vio entrar a Milagros y hablar en secreto con 79 34| Palacio, el Sr. de Pez, Milagros, Alfonsito, Vargas, Torres... 80 35| la arqueta. Felizmente, Milagros le había dado poco más de 81 35| abrigos de verano - decía Milagros - , que me entusiasman. 82 35| desconsuele usted, querida - dijo Milagrosacariciándola - . En Bayona 83 36| dinero en aquellos días. Milagros habíale pagado más de la 84 36| cualquier favorcillo. ~Milagros no salió hasta el 29. ¡Cuántas 85 37| el dinero en la arqueta. Milagros no le había dado todo. ¿ 86 41| mismas, que el apoderado de Milagros no llevó a Rosalía el 4 87 41| frecuencia la veía en casa de Milagros, le había hecho la corte. ¿ 88 48| no ande en líos con Doña Milagros, que es capaz de volver 89 48| nerviosa...! ~«No puede ser que Milagros haya dicho eso de mí - pensaba,