Capítulo

 1 2 | prestándoles aquella atención de hombre práctico que no excluía
 2 3 |       ajarlas?... ¡Qué diablo de hombre! Habría sido capaz de hacer
 3 3 |   siempre en el cerebro del buen hombre como una idea absurda, algo
 4 5 |   mamparas...». ~D. Manuel, como hombre muy político, apoyaba estas
 5 6 |      recomendador sempiterno, el hombre de los volantitos y de las
 6 6 |       quiero hacerle esperar. Es hombre ocupadísimo». O bien esta: «
 7 7 |         Alejandro Sánchez Botín, hombre de grandes arbitrios. Las
 8 11| tartamudeando, dijo al condenado hombre de la cuenta que ella pasaría
 9 11|      llegaba otra vez el dichoso hombre aquel con el antipático
10 12|          escena.~Era este Pez el hombre más correcto que se podía
11 12|     limosnas que hace el Estado; hombre que en su persona y estilo
12 12|          gobernada por el acaso. Hombre curtido por dentro y por
13 13|    fórmula, sino sincera y real; hombre valiente y recto, que no
14 14|        le conoce, cree que es el hombre más juicioso del mundo.
15 15|                pero qué mareo de hombre y qué organillo de lamentaciones!
16 15|          entendimiento. ~«Calla, hombre, por Dios - le dijo, pasándole
17 16|         cuando... Sin duda aquel hombre... que era muy bueno, eso
18 16|   aquello de las miserias era un hombre completo, un ser de elección,
19 16|       como pocos o como ninguno, hombre que jamás había tenido trapicheos
20 17|             Ese Pez sí que es un hombre. Al lado suyo sí que podría
21 17|       qué se puede esperar de un hombre que, cuando le ofrecen un
22 17|         Oh, Pez, aquel sí que es hombre! Ya sé yo qué mujer le correspondería
23 17|    persona en su sitio. Para tal hombre, una mujer de principios,
24 17|     hacer ministro a Bringas, un hombre que se pone de mal humor
25 17|  cualquiera que viene a casa; un hombre que quiere que me vista
26 17|       par de carenas anuales era hombre perdido), y no volvería
27 17|          alguna sustancia! Aquel hombre guapín, que siempre fue
28 18|         yo qué culpa tengo? ¡Ese hombre incapaz, mi maridillo...!
29 18|       usted tonta? Con decirle: «hombre, por amor de Dios, ese dinero
30 18|     Cosas de Galland...». Era un hombre que no se cansaba de obsequiarla,
31 21| empeñarlos sin que D. Francisco, hombre de tan buen ojo, se enterase?... ¡
32 21|          Dios que curase a aquel hombre tan bueno, a aquel modelo
33 22|     retina. Con todo, llevaba mi hombre su mal resignadamente, y
34 22|       día, dos, pase... ~ - Pero hombre... ¡Si supieras cuánto me
35 22|         he acostumbrado a no ser hombre de melindres. El caldo del
36 22|        como decía. ~ - Por Dios, hombre, no seas así... Mira que
37 24|          Pipaón, ningún ideal de hombre podía ser completo sin estar
38 25|      exigencias sociales... «Ese hombre no conoce que su propia
39 25|      Cómo ha de hacer carrera un hombre semejante, un hombre que
40 25|          un hombre semejante, un hombre que así discurre, un hombre
41 25|      hombre que así discurre, un hombre que de este modo procede?...».
42 27|        cosa ligera. Recomendó mi hombre las lentejas, menestras
43 28|     frialdad seca de allá... Soy hombre que no puede vivir sin cariño.
44 28|        deldiablo... Este será un hombre» - indicó Pez besándole,
45 28|          que se puede hacer a un hombre... sin provecho de nadie...». ~
46 28|        Un poco más de paciencia, hombre. Luego los baños... ~ - ¿
47 29|         su ideal... ¡Oh, ./. qué hombre tan extraordinario y fascinador!
48 29|         antes de casarse, no fue hombre para gastarse seis cuartos
49 29|      mata al propio alcalde. Era hombre de tan mala puntería que
50 29|          horas. Ella, sometida a hombre tan vulgar, había llegado
51 30|            Con que a la sombra? ¡Hombre más bravo que ese presidente
52 30|        confesarse vencidos. Pero hombre de conciencia, supo al fin
53 30|          Bringas le conocía. Era hombre del cual se contaban maravillas.
54 30| Paciencia no le faltaba al pobre hombre, que en aquella situación
55 31|          gran principio de aquel hombre pedestre, y con él fueron
56 31|        ella le hubiera tocado un hombre como Pez, estaría en posición
57 31|          prolongada remeda en el hombre los efectos de la vejez,
58 31|         ama de cura!... ¡Oh, qué hombre más ñoño!... Si, como él
59 32|         y de toda su dignidad de hombre para no ponerse a berrear
60 36|   sociales, que D. Francisco era hombre de rentas, o por lo menos,
61 36|       impertinente. Desde que mi hombre pudo gobernarse solo y pasar
62 36|          creer que con semejante hombre se podían tener bromas de
63 36|          dice D. Teodoro... ¡Qué hombre!... Dame acá la caja». ~ -
64 34|       rodillas diciéndole: «Pero hombre, no te da vergüenza de ir
65 36|       acuden más al trapo que al hombre. ~Insistía en sus románticas
66 37|        le había ocurrido al buen hombre levantar la tapa del doble
67 37|      cual era un tal Torquemada, hombre que no daba su dinero sin
68 37|          señor me va a tomar por hombre de posibles. ¿Cuánto me
69 37|          el cuchillo con que ese hombre me va a segar el cuello». ~
70 37|          Torquemada. Este era un hombre de mediana edad, canoso,
71 41|              Ah!, este sí que es hombre: le suponen doce mil duros
72 42|        el día 2... ~ - Por Dios, hombre, por su madre...~ - Me veré
73 43|         XLIII - ~Llegó el grande hombre. Rosalía no se equivocaba
74 44|    cargas del espíritu. ¡Dichoso hombre! Él no tenía necesidades
75 47|         noble ira de aquel santo hombre tan enemigo de enredos. «
76 49|          revolucionarios. ~«Pero hombre, no te apures - le decía