Capítulo

 1 1 |   gentileza, y calzaba sus pies de mujer con botitos, coturnos o
 2 6 |         con Doña Cándida. ¡Oh, qué mujer!, ¡qué jarabe de pico el
 3 7 |            se quería casar con una mujer de malos antecedentes. Nueva
 4 9 |      grande como Milagros. Aquella mujer, autoritaria y algo descortés
 5 9 |          ahuecar el cerebro de una mujer. Los regalitos fueron la
 6 9 |           Bringas reprobaba que su mujer variase de vestidos y gastase
 7 12|        salía con D. Francisco o su mujer a dar cuatro vueltas por
 8 13|           conestas tonterías de su mujer, estaba el pobre Pez, no
 9 14|           a estas reuniones con su mujer; pero últimamente se sentía
10 14|    sofocación, y yo no sé cómo esa mujer tiene alma para recibir
11 14|       cenar... En mi vida he visto mujer de más pecho. Habían dado
12 14|           causa mucha pena. ¡Pobre mujer, pobre mártir! Figúrate
13 14|           aquellas miserias que su mujer contaba como lo está el
14 15|         Sobrino Hermanos.~«¿Peeero mujer, qué es esto?» - dijo Thiers
15 16|              no sabía colocar a su mujer en el rango que por su posición
16 17|         que podría lucir cualquier mujer de entendimiento, de buena
17 17|                Todo al revés! ¿Qué mujer de mérito no se empequeñece
18 17|            es hombre! Ya sé yo qué mujer le correspondería si las
19 17|        sitio. Para tal hombre, una mujer de principios, de mucha
20 17|           tuvieras por esposa a la mujer que te corresponde, ¿cómo
21 17|           esperpentos, y sólo a mi mujer le gustan... Sois el uno
22 19|        mucho las intimidades de su mujer con aquella señora, aun
23 20|            terror tan vivo, que su mujer no recordaba haber visto
24 20|          los objetos, palpaba a su mujer, que ni un punto se separó
25 20|     estuvieron solos, Bringas y su mujer apenas hablaron. Ella no
26 20|            se retiró, Bringas y su mujer estaban más animados. ~«
27 20|    conociendo la tribulación de su mujer, tenía el heroísmo de reanimarla
28 21|           pelo. ¡Qué esperpento de mujer!...». ~La modista fue aquel
29 21|        caído algún bobo?... ¡Pobre mujer! De veras te digo que más
30 22|       estuvo en el lecho, dio a su mujer las llaves de la gaveta
31 22|        cantidad en las manos de su mujer. Esta hacía alguna observación
32 22|           a ponérsela otra vez. Su mujer le cuidaba con un esmero
33 24|            día; ¡aquellas manos de mujer cuidadas con esmero...! ~
34 25|            frecuencia instaba a su mujer para que saliese a tomar
35 25|            preguntas que hacía. Su mujer, justo es decirlo, tenía
36 28|          monomanía religiosa de su mujer llegaba ya a tan enfadoso
37 28|     encuentro más joven... Pues mi mujer se ha quitado quince años... ¡
38 28|          algunos días... Abrázame, mujer, abrazarme todos...». ~ -
39 29|        pulgares uno sobre otro. Su mujer y su hijo le confortaban
40 30|          vendrá. ~ - Que no viene, mujer. Estos potentados de la
41 30|       solitarias horas rezando. Su mujer no se separaba de él sino
42 31| consideraba que los cuidados de su mujer eran fiel expresión de la
43 31|       Hijita, no me digas que eres mujer. Yo te digo que eres un
44 31|            empeñaba en vestir a su mujer como una ama de cura!... ¡
45 32|            en su vida. «¡Oh!, ¡qué mujer tiene usted! Dios le ha
46 32|    alcanzaba a entrambos, marido y mujer, que los especialistas célebres
47 36|      entrando en caja, advertía su mujer que se debilitaban aquellos
48 36|         comprenderás nunca que una mujer como yo ha de costar algo
49 36|        buena costumbre de dar a su mujer las llaves para que ella
50 41|          cafre de Torquemada. ¡Una mujer de su condición verse en
51 41|           para llevar a baños a su mujer, que está baldada... ¡pobrecita!...».
52 41|         Consiguiendo esto sería la mujer más lista del orbe... Pero
53 42|         daba asco. El poder de una mujer que llora se vio en aquel
54 42|           estaba en su oficina, su mujer pasaba las horas casi sola.
55 42|           una señora honrada y una mujer de conducta misteriosa y
56 43|           una vergüenza... ¡Ánimo, mujer! Echó un vistazo en el espejo
57 43|          Pues no necesitando, ¿qué mujer habrá tan tonta que no desprecie
58 43|        siempre la concisión de una mujer a su locuacidad, y Thiers
59 45|      mostrando apuntes de letra de mujer:Chambras 6; enaguas 14,
60 45|            finezas con que aquella mujer, tan inferior a ella por
61 46|      ligeramente cariñoso: ~«Vaya, mujer; préstame ese dinero». ~ - ¿
62 47|        gasta cien claretes con una mujer, dicen que ha arruinado
63 47|            para retirarse. Aquella mujer le repugnaba tanto y hería
64 47|          peinarme. ¡Celestina! ~ - Mujer... no tienes tiempo.~Refugio
65 47|           con mucha calma. ~«¡Pero mujer!...» - exclamó la Bringas
66 48|          aquellos días se viste su mujer de Emperatriz de Golconda,
67 49|            te apures - le decía su mujer - . Volverás a los Santos