Capítulo

 1 1 |             luctuosa, tapándose los ojos con la mano como avergonzado
 2 5 |      entrada, decía con sus sagaces ojos a todo visitante: «Aquí
 3 6 |         suerte de elegancias. A los ojos de la señora de Thiers,
 4 7 |    principalmente aquella María, de ojos verdes y perfil helénico,
 5 7 |         estopa, arropando bebés con ojos de vidrio y moviendo los
 6 7 |          una buena pieza; movía los ojos, decía papá y mamá y tenía
 7 8 |          iglesia!... No alzaban sus ojos de la mesa más que para
 8 10|      emoción estética, poniendo los ojos en blanco.) ¡Qué traje! ¡
 9 10|            A Rosalía se le iban los ojos tras la soberbia prenda,
10 11|    recibirla, y miraba con alelados ojos el papel sin acertar a salir
11 12|           ratito en el tocador. Sus ojos eran españoles netos, de
12 12|   trasmitido los pintores. Aquellos ojos decían a todo el que los
13 13|             aparecía frotándose los ojos, y tomaba parte en la conversación. ~
14 14|             Está empeñado hasta los ojos, y el día en que los acreedores
15 15|       mágicas y no da crédito a sus ojos. ~Había allí como unas veinticuatro
16 16|        viendo las cosas más que con ojos de miseria, se empeñaba
17 17|             presentó Torres con sus ojos de huevos duros impregnados
18 19|        bochorno!... Rosalía vio los ojos de su amiga humedecidos
19 20|            las manos crispadas, los ojos muy abiertos, muy abiertos...
20 20|         volviendo a todos lados sus ojos, parecía buscar algo que
21 20|        decir. ~Bringas se frotó los ojos, los volvió a abrir, y moviendo
22 20|        pensase, recobraran aquellos ojos atónitos el don preciosísimo
23 20|          examinar con detención los ojos del enfermo. Era ya tarde,
24 20|          dolor cefalálgico y en los ojos, Rosalía en vela, compartiendo
25 20|            súbitamente abriendo los ojos. Creyó haber oído un ¡ay!
26 22|          impresión de la luz en sus ojos, que si por un instante
27 24|       remedio que lucirlas ante sus ojos o no lucirlas. ~Milagros
28 24|       agigantaba más cada día a sus ojos, como tipo del personaje
29 24|          habría perdido mucho a sus ojos, acostumbrados a ver el
30 26|               Cómo se le fueron los ojos tras él a Rosalía!». ~«¿
31 26|   santificar a este, Refugio, a los ojos de su ilustre pariente,
32 27|             de España, apartaba los ojos de la corrupción de las
33 29|            de recibir la luz en los ojos me horroriza. ~Pasose la
34 29|        resguardar absolutamente los ojos de la luz, y ya que no se
35 29|            mí que entiendo tanto de ojos como un topo. ~ - Lo mismo
36 29| especialista en enfermedades de los ojos. Esta vez no recibió mal
37 30|          del más afamado curador de ojos que tenía España. Acordose
38 32|            que comer si yo no tengo ojos con que ver!... ¡Ay, D.
39 34|             y echaba llamas por los ojos, y al darle a la niña un
40 35|             verde, resguardaban sus ojos de la luz, Golfín, siempre
41 36|      vestidos, por poco me saca los ojos. Se puso hecha una leona
42 37|         interlocutor delante de los ojos, como un objeto de veneración.
43 38|             mal, pues he salido con ojos. Lo primero es la salud,
44 38|           porque no podía pegar los ojos en toda la noche, y amenazaba
45 38|         espejuelos muy oscuros, sus ojos sanaban rápidamente, gracias
46 39|            puso nuevamente ante los ojos de la dama la ideal perspectiva
47 39|        debían ir, ella cerraría los ojos y... ~Pero contra lo que
48 41|              A quién volver ./. los ojos? Los de Bringas veían, y
49 41|            tus virtudes, cierro mis ojos a aquella disparatada ostentación
50 42|      negábase a comprar, aunque los ojos se le iban tras de las originales
51 43|           casi no merecía fijar sus ojos en él. Atontada y distraída
52 44|             día y que al cerrar los ojos se quita de encima también
53 44|          quitaran de delante de los ojos, primero, el conflicto del
54 44|            del Carmen, volvería sus ojos, a quién?... Ni para encomendarse
55 45|     dispuesta a mirar a Refugio con ojos más benévolos, insistía
56 46|         gordas...». ~Mirábala a los ojos con impertinente fijeza.
57 46|        ventanillas de la nariz, los ojos bajos, el resuello fatigoso,
58 50|            miraba la revolución con ojos tan implacables como su
59 50|             que volvía mi amigo sus ojos, veía caras pisciformes.
60 50|        Plaza de Oriente, mas de sus ojos elocuentes se desprendía