Capítulo

 1 1 |     benedictina, una limpieza de manos y una seguridad de vista
 2 2 |         y vida en sus plasmantes manos de artista. Dios, que a
 3 3 | siguiente, que era domingo, puso manos ./. a la obra. No gustándole
 4 3 |       bendito. ¿Ycómo no, si sus manos parecía que no tocaban las
 5 8 |         tomados en la puerta, de manos de los criados, por las
 6 8 |        pasando hasta las propias manos de los Reyes, quienes los
 7 8 |           Seguramente sus torpes manos no recordaban cómo se lleva
 8 10|        modelando con sus hábiles manos en la tela las solapas y
 9 10|          dama, echando atrás sus manos, ahueca su propio vestido
10 10|        mímica descriptiva de las manos en su propio talle.) ¿comprende
11 13| saludaban con expresivo mover de manos. Ya se paraban a hablar
12 14|          para que no metiese sus manos sucias en todo y no sobase
13 17|    delante los niños dándose las manos. Los mayores, a la vista
14 17|         Es una maravilla... ¡Qué manos!, ¡qué paciencia! Esta obra
15 18|        peso (¡oh!, ¡el dinero de manos muertas es la causa del
16 19|         aprestándose a poner las manos en su magna obra. Empezaba
17 19|         con un fuerte apretón de manos, y un afectuoso Hasta mañana. ~
18 19|         dio el último apretón de manos, Rosalía le dijo: ~«Ya me
19 20|      palidez ./. aterradora, las manos crispadas, los ojos muy
20 20|           la niña seria, con las manos a la espalda, mirando el
21 20|         tacto, y la veía con las manos, ya estrechando las de ella,
22 21|         amiga, estrechándole las manos - . Pronto volverá todo
23 21|        se le fueron de entre las manos aquellos diez duros con
24 22|        regateada cantidad en las manos de su mujer. Esta hacía
25 22|      como dices, te amarraré las manos. ~ - Es que esta maldita
26 24|        tesoro en las necesitadas manos de Milagros. Si una esposa
27 24|          el mismo día; ¡aquellas manos de mujer cuidadas con esmero...! ~
28 25|     tanto brío se restregaba las manos Bringas, que poco faltó
29 28|        venda por las autorizadas manos del médico - . No los necesito.
30 29|     estuvo en el sillón, con las manos cruzadas, volteando los
31 30|          la Pipaón, cruzando las manos y hecha una lástima - , ¡
32 31|        qué celo le cuidaba! ¡Qué manos las suyas tan sutiles para
33 31|         de él debía estar en sus manos. «Bastante me he privado,
34 36|        Paquito. Ya las flexibles manos del cominero acariciaban
35 34|      resulta del paso por tantas manos de cajeros y cobradores,
36 34|  Pareciole imposible, aunque sus manos estaban muy bien preparadas
37 34|        cuidado de no lavarse las manos para que pudieran imprimir
38 34|         la mesa, le quitó de las manos el cajoncillo, y en el breve
39 35|          más seguro está en esas manos que en las mías». Con estas
40 36|          Thiers llevándose ambas manos a la cabeza y olvidándose
41 36|        un rato. ~«Yo me lavo las manos - dijo el otro - . Yo estoy
42 36|          encargo de poner en sus manos esa cantidad el 5 o el 6
43 39|        entrar en su casa con las manos vacías?... Luego, otros
44 40| destructor de cuanto caía en sus manos. Durante aquellas tareas
45 40|      baratija inútil caía en sus manos, cuanto objeto rodaba sin
46 40|     atrevía a poner sus profanas manos en él, ya tenía la niña
47 40|     codiciosas miradas y rapaces manos de Alfonsín, que, si lo
48 40|         ella consentía poner las manos en el tesoro era su papá;
49 43|       algo, y Thiers se quedó en manos del barbero, pues desde
50 46|        que se vaya usted con las manos vacías... ~El sentido altamente
51 49|       qué barbas sin peinar, qué manos puercas!... Nada, que ahora