Capítulo

 1 1 |      zapatería angelical. Por la cabeza le corría una como guirnalda
 2 2 |        que brotase de su fecunda cabeza y tomara cuerpo y vida en
 3 2 |       meter la tijera en aquella cabeza incomparable... pero el
 4 3 |          tenía el ángel brazos y cabeza. Cuantos veían esta maravilla
 5 4 |         nos obligaban a bajar la cabeza para seguir andando. En
 6 8 |     nuevos y sus pañuelos por la cabeza! ¡Verse entre tanta pompa,
 7 9 |      buena fe que le metió en la cabeza las más peligrosas vanidades
 8 11| sintiendo un bulle - bulle en su cabeza y representándose, con admirable
 9 14|     Francisco, fatigadas vista y cabeza por haber leído dos o tres
10 14|    recortes y sobras, ni aquella cabeza de jabalí que olía a desperdicios...
11 14|          usted un tornillo de la cabeza...'. ¡Y si vieras...! Los
12 17|     poblado de pelos como humana cabeza, en algunas partes cabelludo,
13 17|            Es como salida de esa cabeza de corcho. Sólo tú, grandísimo
14 17|        objetos dobles y tenía la cabeza tan mareada como si estuviese
15 18|          evitarme quebraderos de cabeza, encargo la cena a Bonelli.
16 18|          sabe usted cómo está mi cabeza. ¡Ah! En vista de la exigencia
17 19|       las salidas de noche... Su cabeza no estaba buena. Él lo atribuía
18 20|        paró en unfuerte dolor de cabeza. Jaqueca oftálmica llaman
19 20|      pensó Rosalía sacudiendo la cabeza para ahuyentar aquella idea,
20 21|   cuchicheos íntimos, y viose la cabeza de Cándida haciendo movimientos
21 21|           aunque muy débil de la cabeza. El médico le había examinado
22 21|          por usted. ~ - Tengo la cabeza tan débil, y al mismo tiempo
23 21|      gran trenza alrededor de la cabeza y largos bucles por detrás... «
24 24|    denegaba enérgicamente con la cabeza y con la voz... «Hija mía,
25 25|       justo es decirlo, tenía la cabeza loca con tal tarabilla. ~
26 26|          con unos canastos en la cabeza que les hagan sudar el quilo.
27 28|  Quejábase de un fuerte dolor de cabeza y no tomaría más que un
28 28|   Serafinita, habíanle puesto su cabeza como un bombo... Luego el
29 28|         que tomaba más tarde, la cabeza de la ilustre dama buscó
30 29|       dar de sí aquella soberana cabeza... ¡Y qué finura y distinción
31 30|       Usted no sabe cómo está mi cabeza». ~Se habían encerrado,
32 32|      retiró de la ventana con la cabeza trastornada. De buena gana
33 34|      grandes iban a cortarles la cabeza a todas las personas, y
34 35|     parece que se despegan de la cabeza en el verano de Madrid.
35 36|      llevándose ambas manos a la cabeza y olvidándose de retirarlas
36 36|         hay quien le quite de la cabeza el llevar una jofaina para
37 41|        Rosalía a la suya, con la cabeza llena de todo aquel personal
38 42|         y quejándose de dolor de cabeza, negábase a comprar, aunque
39 43|           que si no echaba de su cabeza aquellas filosofías, le
40 44|   Rosalía sentía un volcán en su cabeza. ¿Y a quién, Virgen del
41 46|          profundo, y moviendo la cabeza, le dijo: ~«¡Ay!, no puedo,
42 46|    contara. Después, moviendo la cabeza en señal de desconsuelo,
43 47|         manto, un pañuelo por la cabeza... ~Refugio pasó a la alcoba.
44 48|        que recibe un canto en la cabeza. Ni aun podía respirar...
45 50|    anunciando. Hay que doblar la cabeza ante los hechos, y esperar,