Capítulo

 1 26|    nombre no querían acordarse, Refugio Sánchez Emperador, presentose
 2 26|       encareció su mejoría, que Refugio hubo de creer que sólo por
 3 26|        benévola, la primera que Refugio había visto en aquellos
 4 26|        puede santificar a este, Refugio, a los ojos de su ilustre
 5 26| increíble bondad de acompañar a Refugio hasta la puerta, y obsequiarla
 6 40|         pequeñuelo iba a buscar refugio en las faldas de su querida
 7 42|        o tres veces fue a verla Refugio, y charlaron de modas y
 8 42|          Buena pieza era la tal Refugio! Roja de vergüenza se ponía
 9 44| tempestuosa de aquel cerebro... Refugio... ~Sí, Torres le dijo pocos
10 44|       dijo pocos días antes que Refugiohabía cobrado en casa de
11 45|    pedir este favor a una...». ~Refugio vivía en la calle de Bordadores,
12 45|    castigo completo». ~La misma Refugio le abrió la puerta, y sorprendiose
13 45|      Pase usted por aquí - dijo Refugio a la señora de Bringas indicándole
14 45|      era tan extraño como el de Refugio, y al mismo tiempo tan semejante
15 45|        a echarme la bata - dijo Refugio, después de revolver en
16 45|         acabado de levantarse. ~Refugio creía que la señora de Bringas
17 45|       aigrettes?... - manifestó Refugio, gozosa de poder ser rumbosa
18 45|       tanto dispuesta a mirar a Refugio con ojos más benévolos,
19 45|   sangre. ~Bueno... pues ahora, Refugio, vamos a hablar de otra
20 46|       pecho tenía se aligeraba. Refugio la oyó con calma, no pareciendo
21 46|     Después de una pausa en que Refugio parecía hacer estudios de
22 46|             Ah!... ya - murmuró Refugio, mirándola otra vez fijamente
23 46|      golpecito en la rodilla de Refugio, pronunció estas palabras,
24 46|   dinero». ~ - ¿Qué? - preguntó Refugio sorprendida. ¡Ah!, el dinero.
25 46|          creo que me da algo». ~Refugio volvió a meter su mano en
26 47|      caballero amigo mío - dijo Refugio pasando de aquel tono convencido
27 47|        no quiso humillarse más. Refugio la detuvo por el brazo,
28 47|         la dentadura mellada de Refugio. ~ - ¿A qué hora tiene que
29 47|        lo que es ahora - añadió Refugio con desparpajo - , cambiaremos
30 47|       cosas para hacerle sitio. Refugio y Celestina, después de
31 47|       alcoba lo mismo... Cuando Refugio acabó de tomar su café y
32 47|          Lo peor de todo - dijo Refugio, jugando con su víctima - ,
33 47|            Aguarde usted - dijo Refugio - . Se me ocurre una cosa.
34 47|      Mujer... no tienes tiempo.~Refugio se levantó. Rosalía, dando
35 47|       pañuelo por la cabeza... ~Refugio pasó a la alcoba. Desde
36 47|         yo te ayudaré. ~Sentose Refugio, y la Bringas le arregló
37 48|            No hace falta - dijo Refugio con arranque, echándoselas
38 50|     para saldar sus cuentas con Refugio y quitarse de encima esta