Capítulo

 1 4 |      tumbos como un barco. A este lado parece que está la fuente,
 2 4 |     roñosas puertas que a nuestro lado veíamos. ~
 3 5 |            La de Porta se mudó al lado de allá para dejarme sitio...
 4 6 |           sin tacha por cualquier lado que se la mirase. En la
 5 7 |          se cruzaban eran, por un lado, lo más insulso del perfeccionado
 6 8 |         mayordomo de semana. A su lado mi mamá... ~ - ¡Qué hermosa
 7 10|        gran juicio.) Dejemos a un lado los figurines. Seguirlos
 8 10|   inclinando todo su espíritu del lado de la compra... La verdad,
 9 13|          siempre se inclinaba del lado de las pobres chicas, porque
10 13|         tres horas de rodillas al lado de las beatas. No era como
11 14| indecentísimo, y cada cosa por su lado, todo revuelto; mucho olor
12 16|          novedad que le pondré al lado derecho, así...». ~A principios
13 17|           sí que es un hombre. Al lado suyo sí que podría lucir
14 17|         se empequeñece y anula al lado de este poquita - cosa de
15 17|           de esa beata viviera al lado de Pez una dama que reuniera
16 17|      veras... ¡si yo tuviera a mi lado un sujeto semejante...!
17 18|       sentí que no estuviera a mi lado para hacerle observar algunas
18 20|            Un mueblecillo, que al lado de la mesa tenía con el
19 24|     oscurece cuanto se le pone al lado». ~ - Que a Rosalía se le
20 27|         volvió apresuradamente al lado de él. ~ - Tuve la palabra
21 29|         esposa fiel seguiría a su lado, haciendo su papel con aquella
22 31|         un conjunto agradable. Al lado de Bringas no había gozado
23 31|     quehaceres, se apartaba de su lado; y a cada instante la llamaba
24 32|          pues los que tienen a su lado personas como Rosalía, ya
25 38|         terraza, y formaban en el lado del Norte un grupo que no
26 40|           los botones de hueso al lado de los de metal: separemos
27 43|         para afeitarse solo. A su lado estaba Paquito de Asís,
28 44|       aquella conciencia que a su lado yacía. El dormir de D. Francisco
29 44|        esposo dormía tranquilo al lado del abismo. ~Dormía como