Capítulo

 1 2 |   gratitud a su insigne amigo D. Manuel María José del Pez. Este
 2 3 |  personas. La primera vez que D. Manuel Pez y yo fuimos a visitar
 3 5 |       serie de mamparas...». ~D. Manuel, como hombre muy político,
 4 6 |        cuestión en su origen. D. Manuel Pez, el arreglador de todas
 5 12|        él antigua; y su amigo D. Manuel María José Pez, viéndose
 6 13|     quemarropa? Por su parte, D. Manuel conceptuaba indispensable
 7 13|         abominación! ~En fin, D. Manuel había tomado en aborrecimiento
 8 14|        largo, rara vez dejaba D. Manuel de entonar la jeremiada
 9 16|     tontería pura. ~Rosalía y D. Manuel, influidos favorablemente
10 17|       que oír los elogios que D. Manuel hacía de la estupenda obra
11 17|        no se atrevía. Además, D. Manuel se marchaba a la sazón para
12 24|        días volvió de Archena D. Manuel Pez, contento de lo bien
13 27|    señora... estaba oyendo a don Manuel, que... ~ - Si D. Manuel
14 27|         Manuel, que... ~ - Si D. Manuel ha salido a la terraza.
15 28|        quedó sola... El pobre D. Manuel era en verdad digno de lástima.
16 28|           Dispense usted, Sr. D. Manuel; pero me parece que estamos
17 28| invisibles. ~«¿Se ha marchado D. Manuel?». ~ - No, está en el balcón
18 28|          un bombo... Luego el D. Manuel era capaz de dar jaqueca
19 29|        Mucha gracia le hizo a D. Manuel esta interpretación pintoresca
20 29|         inocente: «Papá, dice D. Manuel que yo salgo a ti... en
21 30|      vamos a salir». A lo que D. Manuel contestó con un arranque
22 31|       Una tarde había dicho a D. Manuel: «No me mire usted. Estoy
23 36|        este viaje - agregaba don Manuel finalmente - , porque no
24 41|      orbe... Pero faltaba que D. Manuel regresara de aquellos cansados
25 43|      tristeza. Porque de fijo D. Manuel vendría de los baños más