Capítulo

 1 2 |        Vea usted mi cosecha, Sr. D. Francisco. No quisiera
 2 6 |    el objeto de mi visita al Sr. de Bringas. Había yo rematado
 3 16|      resultaba que ambos, el Sr. de Pez y la señora de Bringas
 4 17|       Qué idea! ¿Acudiría al Sr. de Pez? ¡Oh!, si llamara
 5 21|          Me parece que es el Sr. de Torres - replicó Cándida - ,
 6 23| demostrando por la salud del Sr. D. Francisco un interés
 7 27|      asco... ~La entrada del Sr. de Pez cortó la serie de
 8 27|   que hallándose presente el Sr. de Pez, ningún otromortal
 9 28|     calor... Dispense usted, Sr. D. Manuel; pero me parece
10 28|  contaba, dijo en voz alta: «Sr. de Pez... ¿No está?». ~«
11 31|    de presentarse delantedel Sr. de Pez con el empaque casero
12 32|     pedir una limosna: «¡Ay, Sr. D. Teodoro, toda mi vida
13 36|    día comería en la casa el Sr. de Pez y que este huésped
14 34|   charlando. Después vino el Sr. de Pez, que era un señor
15 34| rojas, a su mamá y al propio Sr. de Pez, cuando hablaban
16 34|     impacientes». Después el Sr. de Pez se ponía todo azul
17 34|  entrado otra visita. Era el Sr. de Vargas, el cajero de
18 34|     el Camón, el Palacio, el Sr. de Pez, Milagros, Alfonsito,
19 37|   ese tonillo impertinente...Sr. D. Francisco, ayer vi a
20 42|   veré en la precisión... el Sr. don Francisco tiene dinero...
21 42|  lleven esto a casa... Vaya, Sr. Sobrino, al fin se sale
22 47|  decir esto: ~«Bien podía el Sr. de Pez librarla a usted
23 48|    uno de sus compañeros, el Sr. de Vargas, se llegó a él
24 49|    con ellos. No crea usted, Sr. D. Francisco, unos pobrecillos,