Capítulo

 1 14|         Milagros me causa mucha pena. ¡Pobre mujer, pobre mártir!
 2 14|  pregunta, y la infeliz pasa la pena negra para salir adelante
 3 15|        producían más agrado que pena, verbi gratia: ~«¡Ay, hijito!,
 4 16|     tuvo que sustraerse, no sin pena, a aquel delicioso trabajo.
 5 19|      dejando sola con su acerba penaa mi señora la marquesa.
 6 19|     Deba hacerse constar que la pena de nuestra muy alta señora
 7 20|          No le ocurría nada. La pena la ahogaba. Cándida, procediendo
 8 21|         consolar a su amiga. Su pena sincera no era parte a ocultar
 9 23|    aquellas galas, diciendo con pena: «No tengo gusto para nada,
10 25|         engendraba una punzante pena, de tal suerte que la infeliz
11 30|       en la contemplación de su pena. Mirando a las estrellas,
12 30|      veía gota, y le daba tanta pena, que se volvió a las tinieblas,
13 31|  Alegrías íntimas endulzaban su pena y penetrado de religioso
14 36|        tanto, Rosalía pasaba la pena negra, temiendo a cada instante
15 37| vacilante entre la alegría y la pena, pues si la cantidad le
16 38|         menos de satisfacer, so pena de padecer mucho, el deseo
17 41|      aquel infeliz dábale mucha pena. En esta perplejidad entregábase
18 42|        parte a distraerla de la pena que llenaba su alma. Habría
19 43|         Estaba embebecida en su pena, diciendo: «Pecar, llámote
20 43|      dijo Bringas con verdadera pena. ~Salió después de dar sus
21 48|      vino a librarla de aquella pena, porque el aduanero se volvió
22 48|     curiosidad podía más que la pena. ~La revolución era cosa
23 50|  naturalmente, les vi salir con pena. El día que salieron, la