Capítulo

 1 13|        donde estuvo llorando tres horas. A las pobrecitas Rosa y
 2 13|         Iglesia y de estarse tres horas de rodillas al lado de las
 3 13|          sentían el correr de las horas, y cuando del hondo patio
 4 16|        después por espacio de dos horas antes de la hora del almuerzo. ~¡
 5 17|           me está predicando tres horas porque puse o no puse siete
 6 20|   completamente la vista por unas horas, por un día... Serénese
 7 20|         paciencia. Es cuestión de horas o de un par de días todo
 8 29|       correr de los ochavos y las horas. Ella, sometida a hombre
 9 29|         cuatro. He oído todas las horas, las medias y los cuartos.
10 30|           parte de las solitarias horas rezando. Su mujer no se
11 32|      habría estado allí un par de horas más oyendo aquellas retóricas
12 36|       gobernarse solo y pasar las horas sin sufrimiento, aunque
13 35| vergonzante y pordiosero? A todas horas del día y de la noche pensaba
14 38|           de algunas calles a las horas de más calor, el melancólico
15 38|         sofocante de las primeras horas de esta la ponía de un humor
16 38|       Manzanares. En las primeras horas del día, abiertos de par
17 38|          de carbón... En aquellas horas, en aquella horrible y molesta
18 40|           músculos, se entretenía horas enteras en dar a su pensamiento
19 42|      oficina, su mujer pasaba las horas casi sola. Rara vez iban
20 43|     llenado su pensamiento en las horas de mayor tristeza. Porque
21 50|          y que no veía las santas horas de salir de allí. Pez estaba