Capítulo

 1 2 |      de fúnebres memorias - . Vea usted qué trenza... es de
 2 2 |       tengo de todos colores. Veausted estos rizos de mi Arturín
 3 2 |       tenemos tan de sobra... Vea usted mi cosecha, Sr. D.
 4 10| ideado! ¡Es de lo sublime!... Vea usted... así... por aquí...
 5 19|      ocasiones más tristes. ~«Vea usted qué gracia - dijo
 6 24|     administrador para que la vea. Dice que cuente con la
 7 25|     ellas. «Vamos bien, bien. Vea yo, y verán todos mis obras...»
 8 26|    hagas nada hasta que yo lo vea. Capaz eres de gastar un
 9 26|     de docena y media. Cuando vea, Dios mío, voy a encontrar
10 30|  diciendo: «Es preciso que le vea a usted un oculista. Que
11 30|     usted un oculista. Que le vea a usted Golfín». ~D. Francisco
12 32|      a la mitad, y como yo no vea pronto... ¡qué porvenir!...
13 36|      nos ocuparemos cuando yo vea claro y sin dolor, que Dios
14 35|      necesita usted que yo lo vea. Le doy de alta, y por lo
15 36|      y en Biarritz sin que me vea acosado por las señoras
16 42|     de... Setiembre. Para que vea usted que la quiero complacer,
17 46|     es el dinero... lo tengo, vea usted». ~Revolvió un cajoncillo
18 46|     formando todo una masa. ~«Vea usted... no me falta. Pero...». ~
19 47|     que unos cursis... Porque vea usted... ¿En qué país del
20 48|     un buen consejo, para que vea que me intereso por la familia.