Capítulo

 1 11|            lo poético, al demudado rostro de la dama!... Felizmente,
 2 12|     bienaventuranza eterna. Sí, el rostro de Pez decía: «He llegado
 3 12|        recorría con las miradas el rostro de sus oyentes para sorprender
 4 16|           de la vida campestre, el rostro algo encendido por la agitación
 5 18| manifestando en la expresión de su rostro que algo extraordinario
 6 19|      alguna esperanza. ~El abatido rostro de Rosalía revelaba bien
 7 20|         medio de la habitación, el rostro descompuesto, de una palidez ./. 
 8 20|        algo que se le escapaba. Su rostro expresaba terror tan vivo,
 9 24|      espíritu con un veremos, y el rostro de la Tellería iluminose
10 26|            volviendo hacia ella el rostro, cual si la pudiera ver
11 29| advertíamos con sorpresa que en el rostro de la aristócrata no brillaban
12 40|            el patear. Encendido el rostro y sudoroso, el bravo chico
13 42|          despidiendo alegría de su rostro fresco; y entrando en la
14 47|            vergüenza le quemaba el rostro y le oprimía el corazón.