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Alfabética [« »] equivocaciones 1 equivocadamente 1 equivocado 3 era 302 érale 4 eran 66 erario 1 | Frecuencia [« »] 330 si 316 había 308 es 302 era 288 pero 278 usted 274 qué | Benito Pérez Galdós La de Bringas IntraText - Concordancias era |
Capítulo
1 1 | I -~Era aquello... ¿cómo lo diré 2 1 | vergüenza se podía colegir que era varón. Tenía este caballerito 3 1 | que el motivo de su duelo era la triste memoria de las 4 1 | monumento. ~Pero lo más bonito era quizás el sauce, esearbolito 5 1 | poético síncope. El tal sauce era irremplazable en una época 6 1 | esta bella obra de arte era castaño, negro y rubio. 7 1 | y el aspecto de ella no era de mancha sino de dibujo, 8 1 | medio de trazos o puntos. ¿Era talla dulce, agua fuerte, 9 1 | la ilusión del relieve... Era, en fin, el tal cenotafio 10 2 | II - ~Era un delicado obsequio con 11 2 | la credencial aquella no era favor sino el cumplimiento 12 2 | la señora de Pez quería era... algo como poner en verso 13 2 | había sido de dulces, y era ya depósito azul y rosa 14 2 | íntimos rebullicios que era un ser vivo, y se desarrollaba 15 3 | Al día siguiente, que era domingo, puso manos ./. 16 3 | librote Lamartinesco que era todo un puro jarabe. Finalmente, 17 3 | mover. Hecho esto, lo demás era puro trabajo de habilidad, 18 3 | llegar a lo microscópico. Era un innovador. Ningún capilífice 19 3 | tocaban las cosas; si su vista era como la de un lince, y sus 20 5 | viuda de García Grande me era aún punto menos que desconocida, 21 5 | lo menos que me ocurría era que estaba hablando con 22 5 | estar borrado el número. Era una hermosa y amplia vivienda, 23 5 | matrimonial; la de la sala, que era mayor y más clara, servía 24 6 | jarabe de pico el suyo! Era frecuente oírle esta frase: « 25 6 | estaban en los museos. ~Era Cándida una de las más constantes 26 6 | caballerizo de S. M. Esta era la inseparable amiguita 27 6 | inferior al de la familia real, era la vivida del general Minio, 28 6 | apeaba el título, y todo era: «condesa esto, condesa 29 6 | bondadosa y noble señora era hermana de la condesa de 30 6 | Tellería, y Gertrudis, que era la mayor, con el coronel 31 6 | gozaba debió fundarse en que era muy bruto. En el desorden 32 6 | marqués de Santa Bárbara, era persona imponente en una 33 6 | pliegue de la confianza, que era una bestia condecorada, 34 7 | VII - ~Era en todo tan distinta de 35 7 | a Isabelita sus muñecas, era lo de empezar y no concluir. 36 7 | hasta producir rivalidades, era una muñeca enorme que D. 37 7 | Isabelita desde Burdeos, la cual era una buena pieza; movía los 38 8 | regia morada, juzgando que era indispensable su presencia 39 8 | obedecía. ~Curioso espectáculo era el del Salón de Columnas 40 8 | etiqueta que las favorecía, más era para humillar que para engreír. 41 8 | aventuraba a sostener que aquello era una comedia mal representada, 42 8 | Trono... ~Isabelita Bringas era una niña raquítica, débil, 43 8 | predisposiciones epilépticas. Su sueño era muy a menudoturbado por 44 8 | estómago de la pobre niña era superior a sus escasas fuerzas. 45 8 | oyó tocar la marcha real. ¿Era que la Reina subía a la 46 8 | mil colorines. Seguramente era una ciudad de muñecas; ¡ 47 8 | los cocheros y lacayos, y era como una gran cazuela en 48 9 | ellas como la más tiránica era el exquisito gusto en materia 49 9 | modas. Este don de su amiga era para la Bringas como un 50 9 | Milagros. Lo que esta decía era ya cuerpo jurídico para 51 9 | presencia de su ídolo, que era también su maestro. ~Los 52 9 | lo único positivo en esto era la imposibilidad de satisfacerlos. 53 10| baúles o en el suelo si era necesario; empezaba un febril 54 10| no se enterase Bringas, y era su cuchicheo rápido, ahogado, 55 10| Pero el gozo mayor de ella era acompañar a su amiga a las 56 10| diario de la casa. Lo peor era que Bringas no había de 57 10| considerable en cosa que no era de necesidad absoluta.~Otras 58 10| para que la cosa pasara, era necesario engañarle... No, 59 10| se determinaba. El hecho era grave, y aquel despilfarro 60 10| tradiciones de la familia. Mas ¡era tan hermosa la manteleta...! 61 11| pensar que saldría con dinero era pensar lo imposible... Nunca 62 11| Pensando esto, su zozobra era verdadero terror, y empezó 63 11| noticia. ¿Qué hacer, Señor? Era preciso buscar dinero a 64 11| su poder una cantidad que era de Mompous y Bruil; pero 65 12| la terraza. Aquel paseo era sosegado y gratísimo, porque 66 12| la majestad de la escena.~Era este Pez el hombre más correcto 67 12| muletillas de la administración. Era de trato muy amable y cultísimo, 68 12| cómodos. Estoy en mi centro». Era la cara del que se ha propuesto 69 12| Para él la administración era una tapadera de fórmulas 70 12| fácil, en él la corrección era como un desgaire bien aprendido. 71 13| asomaban a la balaustrada. Era el coche de las infantitas, 72 13| carácter. ~¡Oh! El gran Pez no era feliz en su vida conyugal. 73 13| cambiasen una sola palabra. Era la casa como un club por 74 13| síncopes, por los cuales era preciso llamar al médico 75 13| reventaba. ~Lo más grave de todo era la lucha de Carolina con 76 13| domingos? Federico también era muy precoz y hacía articulejos 77 13| siquiera tenían novio? ~Lo peor era que la displicente señora 78 13| irreligiosidad de la prole. Sí, él era un ateo enmascarado, un 79 13| fregado del misticismo, y no era obra que su prima Serafinita 80 13| Hablando en plata, la tal prima era una calamidad. En la iglesia 81 13| Sudre, el de Tellería, que era un santo en leche, y ya 82 13| dogma; ni su cristiandad era de fórmula, sino sincera 83 13| al lado de las beatas. No era como Pez, como toda la caterva 84 13| a los altos puestos; no era como esos hombres que se 85 13| ya no. Et in Arcadia ego. Era un paria, un desterrado, 86 14| fatiga de sus libros. Pez era el encargado de llevar a 87 14| aquel jamón en dulce que era todo recortes y sobras, 88 15| de testigos importunos. Era preciso ocultar esto a la 89 15| caribe del marqués. Que si él era el que gastaba, que si gastaba 90 15| aquel vivir oscuro en que era tan feliz. Si al fin aceptaba 91 16| atolondradamente, y su andar no era siempre todo lo mesurado 92 16| cansaría de repetir que era un ángel, un ser de perfección... 93 16| deslucida y olvidada. Y no era ciertamente porque careciese 94 16| duda aquel hombre... que era muy bueno, eso sí, esposo 95 16| penaba para adecentarse era cosa increíble. ¡Sólo Dios 96 16| dignidad de su posición social, era un puro Newton, por las 97 16| él en la cuenta y razón era tan extremada, que se veía 98 16| aquello de las miserias era un hombre completo, un ser 99 17| de la amenidad campesina. Era como pasar de un país libre 100 17| llorosas ramas la tumba, y era lástima que no hubiese cabellos 101 17| fondo nada le faltaba ya; era un modelo de perspectiva 102 17| la idea de la desolación era representada del modo más 103 17| cuales el digno artista era completamente extraño; mas 104 17| un par de carenas anuales era hombre perdido), y no volvería 105 17| impregnadosde una dulzura atónita. Era la imagen de la amabilidad, 106 18| pagar al joyero...! Pues sí, era preciso que se los devolviera. 107 18| costeaba con otras señoras. Era una Novena dedicada a no 108 18| había tal concurrencia, que era muy difícil penetrar enella. 109 18| Milagros. La pobre señora era una mártir de los insufribles 110 18| humana. Acometerla sólo era como encaramarse a las cimas 111 18| Cosas de Galland...». Era un hombre que no se cansaba 112 19| de lo inexorable que Dios era con ella, no dándole más 113 19| El jefe opinaba que todo era cosa del estómago, recomendándole 114 19| en cada comida. Pero él era tan poco amigo de las botiquerías, 115 19| bien que tal esperanza no era más que un sueño de aquella 116 19| muy alta señora de Bringas era motivada por sus propias 117 19| guarismos de la suma que era indispensable pagarle. Confesar 118 19| el aprieto en que se veía era declarar una serie de atentados 119 19| economía doméstica, que era la segunda religión de Bringas. 120 19| malas. No, Cristo Padre; era preciso inventar algo, buscar, 121 19| aliento, fría, parada... ¿Qué era? ¿Se había caído la bóveda 122 20| su pie a donde la llama era más viva; mas como también 123 20| no pudo añadir nada; tal era su espanto. La de García 124 20| entrar con él en la casa. Era un viejo afable, de la escuela 125 20| detención los ojos del enfermo. Era ya tarde, y la última luz 126 20| prestándole auxilios muy eficaces. Era muy propia para casos tales 127 21| tenía que hacer. La cosa era clara y ./. fácil. Lo que 128 21| venda... Lo que hacía falta era mucho reposo, paciencia 129 21| paciencia y fuerza de voluntad era para reprimir su afán de 130 21| Creyeron al principio que era gota serena; pero con diez 131 21| amiga. Su pena sincera no era parte a ocultar la satisfacción 132 21| diría más adelante, pues no era ocasión de importunarla 133 22| y lo que pedía por Dios era que le sacaran del lecho; 134 22| sacaran del lecho; pues era para él grandísimo suplicio 135 22| pongo yo. ~Lo más singular era que ni en aquel estado mísero 136 22| que D. Francisco veía; mas era tan penosa la impresión 137 22| levantase nunca la venda; pues era el pobre señor tan vivo 138 23| por otra muy vieja, que era la que generalmente usaba... ~ - ¿ 139 23| aposento más lejano, que era la Furriela. ~Nunca explicó 140 23| señora, más que lenguaje, era un sollozo continuo. Rosalía, 141 23| manera clara y concreta, era fácil buscarle remedio. 142 23| términos categóricos. Ello era cosa de reunir para fin 143 23| tribunales de justicia. Pero ¿qué era...? ¿Tal vez que un amigo 144 23| Julio... Eso sí, la renta era segura, y a la persona que 145 24| Que D. Francisco tenía era un punto inconcuso, superior 146 24| cargo esta empresa, que no era un arco de iglesia, bien 147 24| esto del viajecito a baños era Rosalía más comunicativa 148 24| no hay para qué decirlo. Era una estupidez que persona 149 25| historias...». Tan caballero era Pez y tan noble, que después 150 25| verán todos mis obras...» era lo que sin cesar decía. ~ 151 25| una oscuridad desapacible. Era que por aquella región de 152 26| porque el excesivo calor les era nocivo, y el asueto, sobre 153 26| sobre ser una economía, era muy higiénico. Ellos lo 154 26| dijo; fue su vestido, que era elegantísimo, de novedad, 155 27| de la noche. Esto no sólo era más cómodo en la estación 156 27| sobre mis nervios. Lo mismo era ponerse él a explicar el 157 27| remedio para el mal. Este era un país de perdición, un 158 27| más administración»; pero era predicar en desierto. Todos 159 27| cómo realizarlo? Su ideal era montar un sistema administrativo 160 27| país no obraba, el país era idiota. Era preciso, pues, 161 27| obraba, el país era idiota. Era preciso, pues, que el Estado 162 27| él, porque sólo el Estado era inteligente. Como esto no 163 28| sola... El pobre D. Manuel era en verdad digno de lástima. 164 28| enfadoso extremo que no era posible soportarla... «¿ 165 28| contenido en ella. Tal flor era digna funda de nariz tan 166 28| de atracción... sí, esta era la palabra, el foco de atracción... « 167 28| mucho que decir; pero no era posible prolongar el paseíto. 168 28| la Casa de Campo, y aquel era tan fuerte como el llamear 169 28| bombo... Luego el D. Manuel era capaz de dar jaqueca al 170 29| superioridad!... Con decir que era capaz, si le dejaban, de 171 29| inauguración matrimonial era horriblemente inculto, antipático 172 29| lo habría hecho tolerable era la caza; pero Bringas se 173 29| mata al propio alcalde. Era hombre de tan mala puntería 174 29| enfermedad del pobre Thiers. ¿Era resultado de un poco de 175 29| exceso en la comida...? ¿Era un efecto de la belladona 176 29| atenuando la medicación? ¿Era...? En una palabra, convenía 177 29| contar todo lo que oía. Era un reloj de repetición, 178 29| repetición, y en su presencia era forzoso andar con mucho 179 30| porque el amo de la casa era partidario frenético del 180 30| inspiración elegíaca... El día le era antipático. ./. Gustaba 181 30| encima. Sin duda su mal era grave. Vencida por el temor 182 30| Bringas le conocía. Era hombre del cual se contaban 183 30| Bringas por lo primero, que era lo más barato. ~«Paquito 184 30| a perder. La dolencia no era grave; pero la curación 185 30| cuales su único consuelo era recordar las palabras de 186 30| no parecía probable. ~Pez era de los amigos más constantes 187 31| acreedores! No deber nada a nadie era el gran principio de aquel 188 31| para pensar en perifollos! ¿Era hastío verdadero del lujo 189 31| de una y de otra cosa. Si era abnegación, esta llegaba 190 31| presunción que conservaba era la de llevar siempre su 191 31| cuerpo. Pero su peinado era primitivo, y en su bata 192 31| descuidaba después Bringas era en pedir las llaves y guardarlas 193 31| lo que ella sospechaba; era un capitalista. Había cinco 194 31| él ningún producto, ¿no era una tontería? Si al menos 195 32| felicidad de la marquesa era que para completar la suma 196 32| ideas de dominioy autoridad. Era preciso mostrar con hechos, 197 32| ya con sulfato de cobre, era menos dolorosa, y el enfermo 198 32| lloraba tanto, que casi casi era como pedir una limosna: «¡ 199 36| sociales, que D. Francisco era hombre de rentas, o por 200 36| trabajo. Pero aquel Golfín era un poco inocente en cosas 201 36| pensar que la descubría; y era indispensable reponer en 202 34| diferencia al tacto, el engaño era fácil, porque su marido 203 34| aquella solución provisional era muy peligrosa, y convenía 204 34| el calor le gustaba, que era muy sano y que compadecía 205 34| tercero... Su excitación era tal, que en todo el día 206 34| hacía un gazpacho tal que era cosa de chuparse los dedos. 207 34| desde el gabinete. Isabelita era el telégrafo que las trasmitía, 208 34| vino el Sr. de Pez, que era un señor antipático, así 209 34| había entrado otra visita. Era el Sr. de Vargas, el cajero 210 34| despedía el tal Vargas, que era un señor pequeño, tan pequeño 211 34| pero no podía. Su mamá era tan grande como todo el 212 35| que a principios de Agosto era necesario pagar al médico, 213 36| este gran observador que era como los toros, que acuden 214 36| del duque deMontpensier era una torpeza. Los revolucionarios 215 36| perendengues de la estación, y tal era su entusiasmo por esto, 216 36| estofa. Descanso y libertad era para las pobres niñas el 217 36| ambas. Para el papá más era molestia que esparcimiento 218 36| nuestro Pez, y también él era Pez por el costado materno, 219 36| parecía tan solemne y no era mucho esperar al 5 de Agosto, 220 37| por aquel no salir, que era como un destierro. ¡Bonito 221 37| hemos salido este verano» era una declaración de pobreza 222 37| poco a poco suavizando. Ni era Bringas intolerante en un 223 37| días de soledad y calor era la necesidad de volver a 224 37| ratoncito veía, aunque mal, y no era posible que se fiase sólo 225 37| préstamo a su amigo. El cual era un tal Torquemada, hombre 226 37| apremiaba, y el peligro era inminente, como se verá 227 37| Torres y Torquemada. Este era un hombre de mediana edad, 228 37| un cierto aire clerical. Era en él costumbre invariable 229 37| Torquemada aseguró que no le era posible alargarlo. «A principios 230 37| pequeña dificultad ocurría, y era que no teniendo un billete 231 37| hervía en su cerebro; y era que Golfín, por ser el enfermo 232 38| gracias. El histórico Prado era el único sitio de solaz, 233 38| Pipaón de ir al Prado, porque era esto como pasar revista 234 38| entre esteras, y nadaba que era un primor, de pie sobre 235 38| sobre el fondo. A Alfonsín era preciso pegarle para hacerle 236 38| Sólo por amor de sus hijos era ella capaz de hacer tal 237 38| único gusto al presenciarlas era ver desmentidos los pronósticos 238 38| donde había cocinas, el vaho era tan repugnanteque la empujaba 239 39| mes allá. El ofrecimiento era tan cordial como explícito. 240 39| como explícito. La casa era muy grande, con jardín y 241 39| chic y simpática aún si era emitida por la nariz, iba 242 39| saludos: «Voy a Arcachón», era como confesarse emparentada 243 39| iniciativa de conciliación. Era como cuando dos están enojados 244 39| sonrojos y humillaciones. Era evidente que Isabelita necesitaba 245 40| de la infeliz señora, y era que sus niños gozaban de 246 40| reventar de sano. Su robustez era tal, que no cesaba de probarse 247 40| habilidad mecánica como su papá. Era más bien un hábil destructor 248 40| uno de estos en la calle era su mayor delicia. Todo le 249 40| de la máquina. Su ilusión era ser como aquellos tíos, 250 40| sexo, la de temperamento era causa de que los dos hermanos 251 40| salud. Su único contento era entonces revolver su tesoro, 252 40| cajas de tabacos. Aquello era de los cigarros de Agustín, 253 40| poner las manos en el tesoro era su papá; pues este admiraba 254 41| celebración del contrato. Era la cláusula principal, y 255 41| Los de Bringas veían, y era locura pensar en sustraer 256 41| quizás lo mejor; pero también era lo más difícil. ¡Bueno se 257 41| apuros que pasaba. Su plan era emanciparse poco a poco; 258 41| un puerco espín. Y no era sólo el marqués de Fúcar 259 41| cierto rubor lo cursi que era en dicha época, por otra 260 41| de dar fuego, la que aún era intachable, de hecho, lo 261 41| infranqueable. Pobretería era el uno, honradez el otro. 262 41| hacer la afanada señora era detener el golpe del prestamista, 263 41| de un día, aquella casa era toda lágrimas y tristeza. 264 42| hablando con el segundo jefe. Era una picardía que le hubieran 265 42| que decir... ¡Buena pieza era la tal Refugio! Roja de 266 42| Torres que la dichosa niña era el escándalo de la vecindad, 267 43| su aspecto personal, que era inmejorable, y después de 268 43| se deben a una señora. ¿Era que se había verificado 269 43| algo. Iba a probar si Pez era el mismo caballero vivaracho 270 43| amistosa por varios motivos; era el uno que mi niño, no pudiendo 271 43| quemado a D. Francisco, y era que empezaba a dañar su 272 44| El dormir de D. Francisco era como el de un mozo de cuerda 273 44| Él no tenía necesidades y era feliz con su traje mahón. 274 44| Más tarde, Cándida, que era la encargada de traerle 275 44| viene nada». Y en efecto, no era más que una carta, escrita 276 44| pagar...». «Su situación era angustiosa y muy otra de 277 44| todo el boato de su casa no era más que apariencia...». « 278 44| mismo con el vil!... Sí, era un vil, pues bien le había 279 44| hogar... Ignominia grande era venderse, pero darse de 280 44| clase. ~Y lo peor de todo era que estaba perdida... Si 281 45| inmunda y vecindad malísima, y era todo lo contrario. La vecindad 282 45| o el trato fino. El caso era muy extraño y encerraba 283 45| El aspecto de Celestina era tan extraño como el de Refugio, 284 45| fácilmente decir cuál de las dos era la señora. «Lo probable - 285 45| enaguas 14, etc... El velador era de hierro con barniz negro 286 45| revueltas con una saliva que era hiel pura. «¡Qué tonta soy! - 287 46| de perder los estribos... Era demasiado suplicio aquel 288 46| como la espuma. Como que era todo de lo mejor, y nada 289 47| se sabía cuál de las dos era la criada y cuál laseñora, 290 48| qué risa!... dijo que era usted ¡una cursi! ~Rosalía 291 48| dolencia terminante. Todo era cosa de los pícaros nervios, 292 48| desazón de la de Bringas era su tristeza, temores de 293 48| la pena. ~La revolución era cosa mala, según decían 294 48| decían todos, pero también era lo desconocido, y lo desconocido 295 49| XLIX - ~Era el acabamiento del mundo... 296 49| diciendo que Isabel II no era ya Reina. Algunos llevaban 297 49| a las ideas de su padre, era niño y no podía sustraerse 298 49| comprender la causa de ello; pero era sin duda que su alma no 299 49| preguntaban por las cocinas. ¡Era un dolor, una cosa atroz, 300 50| inquietud les embargaba, y era que no tardarían en ser 301 50| liberal en la revolución era una garantía de que esta 302 50| cesante! Esta situación era verdaderamente un cataclismo