Capítulo

 1 1 |        no me gustan motes - dijo doña Gregoria, que así se llamaba
 2 1 |       Eso mismo digo yo - indicó doña Gregoria - . Bien saben
 3 1 |        las niñas del lañador y a doña Melchora, la que borda en
 4 1 |          hoy de la sierra - dijo doña Gregoria - , me ha contado
 5 1 |          la pena ahogaba su voz; doña Gregoria se llevó también
 6 1 |          no le nombre Vd. - dijo doña Gregoria - , porque si todos
 7 1 |         hombre es Vd.! - exclamó doña Gregoria - . Y su pobre
 8 2 |     fijaron en mí la atención, y doña Gregoria, acercándose maternalmente
 9 2 |    llamas a D. Celestino ni a la doña Inés, que te traían trastornado
10 2 |       darme alimento la ejemplar doña Gregoria, y tomado aquel
11 2 |      estate tranquilo - continuó doña Gregoria sentándose a mi
12 3 |          que vieron mis ojos fue doña Gregoria, a quien ya había
13 3 |      misacantano... ~ ~Estábamos doña Gregoria y yo enfrascados
14 3 |           de Cuervatón. ~ ~Abrió doña Gregoria la puerta y penetraron
15 3 |   Fernández - dijo oficiosamente doña Gregoria - , haces mal en
16 5 |          en tierra de Almunia de Doña Godina, había nacido aquel
17 8 |        apreciable señora que era doña María Castro de Oro, de
18 8 |          la señora condesa viuda doña María Castro de Oro de Afán,
19 8 |  claustro, y mientras halagaba a doña María la grandiosa idea
20 9 |         y de  ./. Castilla; pero doña María contaba con que sería
21 9 |    directa. Para facilitar esto, doña María concibió un proyecto
22 9 |          sabiamente trazados por doña María y sus ilustres primas;
23 9 |          como otros proyectos, y doña María, que era aragonesa
24 9 |        esto, la marmórea cara de doña María no se inmutó; pero
25 9 |      cinco hombres; mas sabedora doña María de que otros jóvenes
26 9 |    dictamen respecto a mi amigo; doña María ofreció equiparnos,
27 9 |         entonces. Luego expuso a doña María que no partiría de
28 9 |          espuela al mozo, cuando doña María dijo con la viveza
29 9 |    Desenvainó el acero la propia doña María con gesto majestuoso
30 9 |         hora. Ni por esas perdió doña María su serenidad, hablando
31 9 |         pronunciara (pues no fue doña María, y el atribuirlo a
32 14|      señor conde las visitas que doña María le encargó? ~ ~ -
33 20|        los brazos de su hermano. Doña María abrazó a su hijo sin
34 20|          Alejandro el Grande. ~ ~Doña María, cuya dignidad no
35 20|        cosas al joven discípulo. Doña María encerraba su enojo
36 20|          en tales iniquidades, y doña María reprendió a su hijo
37 20|         no la tienes? - preguntó doña María con estupefacción. ~ ~ -
38 28|       Sabes quién es el padre de doña Inés? Pues no es otro que
39 29|           Acerqueme y reconocí a doña María, con sus dos hijas,
40 29|       fuerais iguales! - exclamó doña María con ligeras muestras
41 29|    llegar a él por si acaso era. Doña María fue la primera que
42 29|       vez se cayó al suelo. Sólo doña María conservaba una entereza
43 29|     lágrima brotó de los ojos de doña María. ~ ~ - Si Dios ha
44 29|         orden de Dupont - repuso doña María. ~ ~ - ¿Y si el niño
45 30|      anticiparse para anunciar a doña María la fausta nueva; pero
46 30|        las hermanitas y la misma doña María, sin poder contener
47 31|                Hijo mío - añadió doña María - , las altas prendas
48 31|          conseguir mi objeto. ~ ~Doña María, al escuchar esto,
49 31|          Y no sabes tú - exclamó doña María sin poder disimular
50 31|         la división de Vedel. ~ ~Doña María, profundamente indignada,
51 31|          una bofetada! - exclamó doña María clavando sus dedos
52 31|         case. ~ ~Esta vez no fue doña María la que se estremeció
53 31|       repara que estás... - dijo doña María conteniendo con grandes
54 31|   oprimidos corazones; pero como doña María no desplegó sus labios,
55 31|   esclareció con una sonrisa. ~ ~Doña María callaba; pero en su
56 31|          Caracoles! ¡Canastos!~ ~Doña María se levantó de su asiento...
57 31|        Nación y al Emperador. ~ ~Doña María se llevó la mano a
58 31|          el Sr. de Santorcaz. ~ ~Doña María aferró sus manos a
59 31|       que me las pelaba. ~ ~¡Ay! Doña María se llevó las manos
60 31|     llevó las manos a la cabeza, doña María cerró los ojos, doña
61 31|       doña María cerró los ojos, doña María golpeó el suelo con
62 31|        suelo con su pie derecho, doña María semejaba la imponente
63 31|        la ventana a la calle. ~ ~Doña María no podía resistir
64 31| Presentación reían como locas, y doña María no dijo nada. Ninguno
65 31|         pizca de miedo. En tanto doña María, no pudiendo resistir
66 31|     escena lamentable, y fue que doña María, ciega de furor, y