Capítulo

 1 1 |        les tenemos miedo? ¡Santa María de la Cabeza! Ya veo que
 2 8 |   apreciable señora que era doña María Castro de Oro, de Afán de
 3 8 |        señora condesa viuda doña María Castro de Oro de Afán, etc.,
 4 8 |         mientras halagaba a doña María la grandiosa idea de ponerla
 5 9 |              Castilla; pero doña María contaba con que sería de
 6 9 |        Para facilitar esto, doña María concibió un proyecto gigantesco,
 7 9 |     sabiamente trazados por doña María y sus ilustres primas; desconcertolos
 8 9 |          otros proyectos, y doña María, que era aragonesa y muy
 9 9 |         la marmórea cara de doña María no se inmutó; pero Asunción
10 9 |       hombres; mas sabedora doña María de que otros jóvenes de
11 9 |        respecto a mi amigo; doña María ofreció equiparnos, mudando
12 9 |    entonces. Luego expuso a doña María que no partiría de Bailén
13 9 |     espuela al mozo, cuando doña María dijo con la viveza propia
14 9 |          el acero la propia doña María con gesto majestuoso aunque
15 9 |          Ni por esas perdió doña María su serenidad, hablando a
16 9 |    pronunciara (pues no fue doña María, y el atribuirlo a esta
17 10|          todos los días, D. José María de Malespina, también recibió
18 10|         el diplomático y D. José María de Malespina, aquel por
19 11|          fábula - afirmó D. José María con desenfado - . Aborrezco
20 11|   corrieron el marqués y D. José María a la habitación inmediata.
21 11|     todos, oiga Vd., Sr. D. José María: Valencia 10 de Junio. El
22 11|    diplomático mirando a D. José María. ~ ~ - ¡Tres partidos! Ya
23 14|       conde las visitas que doña María le encargó? ~ ~ - Puntualmente -
24 20|       brazos de su hermano. Doña María abrazó a su hijo sin perder
25 20|     Alejandro el Grande. ~ ~Doña María, cuya dignidad no podía
26 20|         al joven discípulo. Doña María encerraba su enojo en lo
27 20|        tales iniquidades, y doña María reprendió a su hijo con
28 20|          tienes? - preguntó doña María con estupefacción. ~ ~ -
29 23|         dijo que rezara un Ave - María con toda devoción. Ha llegado
30 23|          momento. Dios te salve, María..., etc.~ ~El mayorazguito
31 23|    continuó en voz baja el Ave - María que había empezado en alta
32 23|        gesto, dijo también Santa María...~ ~Aún resonaba en el
33 29|      Acerqueme y reconocí a doña María, con sus dos hijas, las
34 29|          iguales! - exclamó doña María con ligeras muestras de
35 29|        él por si acaso era. Doña María fue la primera que dio un
36 29|         cayó al suelo. Sólo doña María conservaba una entereza
37 29|        brotó de los ojos de doña María. ~ ~ - Si Dios ha querido
38 29|          de Dupont - repuso doña María. ~ ~ - ¿Y si el niño estaba
39 30| anticiparse para anunciar a doña María la fausta nueva; pero no
40 30|       hermanitas y la misma doña María, sin poder contener en los
41 31|           Hijo mío - añadió doña María - , las altas prendas de
42 31|     conseguir mi objeto. ~ ~Doña María, al escuchar esto, palideció,
43 31|          sabes tú - exclamó doña María sin poder disimular su indignación - ,
44 31|       división de Vedel. ~ ~Doña María, profundamente indignada,
45 31|       sobre una banqueta. ¡Ave - María purísima! Hasta los soldados
46 31|         bofetada! - exclamó doña María clavando sus dedos en el
47 31|             Esta vez no fue doña María la que se estremeció de
48 31|         que estás... - dijo doña María conteniendo con grandes
49 31|        corazones; pero como doña María no desplegó sus labios,
50 31|         con una sonrisa. ~ ~Doña María callaba; pero en su pecho
51 31|     Caracoles! ¡Canastos!~ ~Doña María se levantó de su asiento...
52 31|          y al Emperador. ~ ~Doña María se llevó la mano a los ojos. ~ ~ -
53 31|        Sr. de Santorcaz. ~ ~Doña María aferró sus manos a los brazos
54 31|         las pelaba. ~ ~¡Ay! Doña María se llevó las manos a la
55 31|          manos a la cabeza, doña María cerró los ojos, doña María
56 31|       María cerró los ojos, doña María golpeó el suelo con su pie
57 31|         con su pie derecho, doña María semejaba la imponente imagen
58 31|      ventana a la calle. ~ ~Doña María no podía resistir más. Iba
59 31|         reían como locas, y doña María no dijo nada. Ninguno de
60 31|    También acompañó al cadalso a María Antonieta... ¡y qué buena
61 31|          de miedo. En tanto doña María, no pudiendo resistir más
62 31|       lamentable, y fue que doña María, ciega de furor, y necesitando
63 32|         famosos caballistas José María y Diego Corrientes. ~ ~ - ¿