Capítulo

 1 1 |            impertinente. ~ ~ - Por Dios, Sr. de Santorcaz - decía
 2 1 |           traen entre ojos, y sabe Dios... Como aquí están tan rabiosos
 3 1 |    batallas... ¡qué batallitas, mi Dios! Yo era asistente del señor
 4 1 |          la guerra! Pero hombre de Dios, si andaban por sobre el
 5 2 |            has perdido la razón, o Dios quiere que te veamos en
 6 2 |           a alegrar el Sr. Juan de Dios cuando te vea! ~ ~ - ¡Cómo! -
 7 2 |        mayor sorpresa - . ¿Juan de Dios vive aquí? ¿Pues en dónde
 8 2 |            la noche, llegó Juan de Dios, me sentí tan vivamente
 9 2 |          disciplinazos, por ver si Dios se apiada de mí y me devuelve
10 2 |         cómo no entregué el alma a Dios en aquellos días, porque
11 2 |     felicidad!... ¿Será castigo de Dios por mis culpas, Gabriel? ¿
12 2 |           es rezar mucho y pedir a Dios que me perdone, o que me
13 2 |        devoción, podré alcanzar de Dios alguna misericordia? ¡Ay!
14 2 |      Gabriel, tú tienes ingenio, y Dios ha querido que recobres
15 3 |            y lo que el Sr. Juan de Dios les daba por su modesto
16 3 |           ser eso, sino castigo de Dios por su barbarie y crueldad? ~ ~ -
17 1 |     relación del alucinado Juan de Dios, yo me confirmaba cada vez
18 1 |           atrevo a decir el amar a Dios se adoptaban y sometían
19 1 |      acerca de Inés me dio Juan de Dios, traté de averiguar la verdad
20 1 |            al papanatas de Juan de Dios, y a ti mismo, que ahora
21 1 |            De ese ganso de Juan de Dios, que estuvo aquí el otro
22 1 |            como pude, y de Juan de Dios, a quien oculté el objeto
23 6 |   emperador de Austria, parecía un dios rodeado de aureola de fuego
24 6 |        guerra, con este enviado de Dios que viene a transformar
25 9 |           la boda concertada; pero Dios lo quiere así, y la patria
26 10|        resistencia, y ¡qué horror, Dios mío!, ¡qué tres días de
27 11|          yo me sé? ~ ~ - Hombre de Dios, sin la guerra ¿qué sería
28 11|       Malespina - . Pero hombre de Dios, si los asturianos fueron
29 11|            irreverentes. Hombre de Dios, ¿necesitaré explicar mi
30 11|               dijo la marquesa - . Dios les habrá tocado el corazón. ~ ~ -
31 12|        siguientes a aquel suceso? ¡Dios mío! Voy a aburrir a mis
32 12|     voceadores que entonces ¡santo Dios!, pululaban tanto como en
33 12|          van a profanar la casa de Dios? La miré fijamente, atónito
34 13|          Leiva. ¿Lo olvidarás?... ¡Dios mío! ¡Esas mujeres que pasan
35 13|           vivo y sin ti, pensé que Dios me había devuelto la vida
36 13|          que te encuentro, alabo a Dios porque veo que no una, sino
37 13|   parentesco que tienes con ellas. Dios te ha puesto en sus manos:
38 13|           sus manos: acepta lo que Dios te da, y él arreglará lo
39 13|            lo oigan decir. Pero ya Dios no quiere que yo sea monja. ~ ~ -
40 15|      escopeteros que habían salido Dios sabe de dónde, eran capitaneados
41 16|            y llegamos mañana, sabe Dios... ~ ~Al anochecer se nos
42 16|          nuestro enardecido pecho, Dios quiso por fortuna que no
43 17|            No somos todos hijos de Dios? ~ ~ - Vengan Vds. acá y
44 17|           circunstantes - digo que Dios tiene que volver a hacer
45 22|           Porque esas casas son de Dios, y el que se las quite se
46 22|                 Estemos en paz con Dios - dijo D. Diego - . Por
47 22|           que encienden una vela a Dios y otra al diablo? Robamos
48 23|             Ha llegado el momento. Dios te salve, María..., etc.~ ~
49 24|          horas consiente y dispone Dios, espectador no indiferente
50 27|           es un hecho evidente que Dios se la llevó de este mundo. ¿
51 27|          nuestros soldados! ¡Santo Dios! ¿La batalla se perdería?
52 27|           España? ¿No le reservaba Dios la gloria de dar el primer
53 28| poniéndonos entre dos fuegos! Pero Dios, protector en aquel día
54 28|            D. Diego por ahí. ~ ~ - Dios lo quiera. Voy, corro a
55 28|        Diego, sintió la flecha del dios ceguezuelo en su corazón.
56 28|      posesión del mayorazgo cuando Dios se sirva llamar a su seno
57 29|           estoy - me respondió - . Dios quiere que todavía el que
58 29|            de doña María. ~ ~ - Si Dios ha querido disponer de la
59 29|         recompensa será aún mayor. Dios dispone de todo, y las glorias
60 29|           a mi casa y a mi nombre? Dios habrá decidido que todo
61 31|        años, señal evidente de que Dios tenía decidida ya vuestra
62 31|            pero sobre quién, santo Dios?, ¿sobre quién?, dirán Vds...