Capítulo

 1 8 |        Llamábanle comúnmente don Paco y era un varón de gran sencillez
 2 8 |           También se preciaba D. Paco de enseñar acertadamente
 3 8 |         con regular acierto. Don Paco era un gran pendolista,
 4 8 |      días en la casa. Además, D. Paco era un hombre excelente,
 5 9 |      mundo, donde al decir de D. Paco, no había sino perdición
 6 9 |   después a mi discreción por D. Paco: ~ ~ - Hijo mío, mucho te
 7 9 |   campamento, y por eso decía D. Paco que la guerra es maestra
 8 9 |       fue en nuestra compañía D. Paco, el cual recordaba a su
 9 9 |         la letra, despidiose don Paco, y seguimos nuestra marcha
10 15|         escribir a su maestro D. Paco, para que le dijera lo que
11 17|      porque mi señora madre y D. Paco me dijeron que si hablaba
12 17|      tímidamente el joven - . D. Paco me ha enseñado muchos, y
13 17|      enseñado a Vd. ese señor D. Paco, a quien desde el primer
14 17|       necesario, y por último D. Paco dijo que con saber un poquito
15 17|     pusiera a Vd. en lugar de D. Paco, el cual bien se me alcanza
16 20|        Vds. en Linares - dijo D. Paco, que también salió a nuestro
17 20|   chocolate crudo - nos dijo don Paco al ofrecernos aquellos artículos - .
18 20|      pedido con mucha prisa a D. Paco recado de escribir, y puéstose
19 20|         decir palabra, miró a D. Paco, el cual confuso, absorto,
20 20|       extrañas, hizo callar a D. Paco, y también impuso silencio
21 20|       tenga y lo que sepa. ~ ~D. Paco se puso verde al oír tales
22 20|   aprender lo que no sé, pues D. Paco no me ha enseñado más que
23 20|      apoyarse en el hombro de D. Paco, y por último, reponerse,
24 20|        se nos unió Santorcaz. D. Paco no quiso salir a despedirnos,
25 22|         escritura, diciendo a D. Paco que yo era un hombre y no
26 22|       empollado la ciencia de D. Paco y los mimos de sus hermanitas,
27 22|          señora madre reñía a D. Paco, y este a los criados, y
28 28|   encontrarme cara a cara con D. Paco, el maestro y ayo de D.
29 28|  poniéndose pálido. ~ ~ - Sr. D. Paco - le contesté - , francamente,
30 28|         está para viajes, Sr. D. Paco. ~ ~ - Vienen por Mengíbar,
31 29|  confusión y anonadamiento de D. Paco, que más de una vez se cayó
32 29|         Esta razón devolvió a D. Paco su perdida fuerza dialéctica,
33 29|        llegado? Cuide usted, don Paco, de que nada les falte. ¿
34 29|         todos, a sus hijas, a D. Paco, a los criados y a mí, se
35 30|      diplomático se quedó con D. Paco en el comedor. ~ ~  ./. 
36 30| calentando los cascos al buen D. Paco, que le ofreció algunos
37 30|        nuestro amo. Uniósenos D. Paco, y el general español escribió
38 30|         a la gente del campo. D. Paco estaba tan fatigado, que
39 30|     temprano. Ni Marijuán, ni D. Paco ni yo teníamos esperanza
40 30|            Qué veo! - exclamó D. Paco con súbita exaltación - . ¿
41 30| esperanza del mundo - exclamó D. Paco, loco de contento - . ¡Si
42 30|         Qué horror! - exclamó D. Paco - . Pero veo que es Vd.
43 30|       contará Vd. todo - dijo D. Paco - . ¡Qué alegría! Volemos,
44 30|       nueva; pero no permitió D. Paco que nadie sino él en persona
45 31|        pequeño español - dijo D. Paco. ~ ~ - Pero no debió Vd.
46 31|       expresión de su ira. ~ ~D. Paco se llevó el pañuelo a los
47 31|  eruditísimo maestro. ~ ~Hizo D. Paco una graciosa reverencia,
48 31|       francesa! ¡Vea Vd., Sr. D. Paco, lo que es un pueblo carcomido
49 31|          muertas de miedo. ~ ~D. Paco, conociendo que se preparaba
50 31|      bonita la canción - dijo D. Paco - , pero no la comprendemos. ~ ~
51 31|    espetera en el despacho de D. Paco. Las pobrecillas estuvieron