Capítulo

 1 1 |           individuo cuya personalidad tenía acabado complemento en el
 2 1 |             en silencio. Aquel hombre tenía bigote. Esto fue, ¿a qué
 3 1 |             atraérselo. ¡Bonito genio tenía D. Pedro Velarde para andarse
 4 2 |            Santorcaz - . Tres balazos tenía en su cuerpecito: uno en
 5 2 |               yo era feliz, porque la tenía en mis brazos, apartábale
 6 3 |          Iglesia, y el pobre chico no tenía afición de misacantano... ~ ~
 7 1 |             vivienda del Gran Capitán tenía como único desahogo el largo
 8 1 |          aunque para esta creencia no tenía más dato que la relación
 9 1 |               tanto de todo, y además tenía el honor de conocer a la
10 1 |          escudero; mas él dijo que no tenía con qué pagar mis servicios,
11 5 |        nuestro inseparable compañero. Tenía como veinte años; llamábase
12 8 |               las casas de Andalucía. Tenía gran sala baja, capilla,
13 8 |            primogenitura, su madre lo tenía metido en un puño, como
14 8 |        primera, esto es, Asunción, no tenía necesidad de aprender nada,
15 9 |               lujoso a la empuñadura. Tenía en las dos fachadas del
16 10|        martirizaban a la damisela. Yo tenía lástima de ella, y quise
17 11|              coge de nuevo, porque ya tenía noticias detalladas de este
18 11|          rompió una flor de trapo que tenía entre sus manos. ~ ~ - ¿
19 12|           tropas; unos aseguraban que tenía miedo; otros que estaba
20 12|               que seguro de perderla, tenía tomadas sus medidas para
21 12|            antiguas calles. La Virgen tenía una corona de hierro, en
22 14|              y lo innoble que el país tenía, desde su general más hábil
23 15|           propia persona que antes no tenía. Santorcaz, como dije, había
24 15| Transverberación. ~ ~Todo el ejército tenía gran impaciencia por venir
25 15|             de inmortalizar su nombre tenía muy buenos antecedentes
26 15|            campaña, en 1794, y cuando tenía treinta y ocho años y la
27 15|              los mejores que entonces tenía el ejército español, y el
28 17|           moros, y dice el cuento que tenía los ojos de azabache ardiendo,
29 17|         íbamos de camino por aquí, me tenía encantado, y le juro que
30 18|     vislumbrado fuera alguna cosa que tenía la fascinación de lo nuevo.
31 20|                hasta unos tomates que tenía yo guardaditos en mi escritorio
32 20|           aceite y ciento de vino que tenía en su cueva, y destapándolos
33 20|           Para qué me servía? Como no tenía filo, la cambié por un sable
34 22|           darme dos palmetazos porque tenía las manos manchadas de tinta,
35 23|              que no era él solo quien tenía miedo. ~ ~ - ¿Sabéis lo
36 26|             sin ruborizarme, digo que tenía más ganas de comer que de
37 27|               en examinar bien lo que tenía en las manos. El sobrescrito
38 27|         última peripecia? Pues sí: yo tenía en mi mano la carta cerrada,
39 27|             aquella tercera carta que tenía en mi mano, y cuando sin
40 29|             plebeyo vulgo. No en vano tenía aquella señora por su línea
41 29|            manto, chal o cabriolé que tenía larguísimos flecos en sus
42 31|            señal evidente de que Dios tenía decidida ya vuestra unión
43 31|               verdad; pero aquel vino tenía un saborcillo que me gustaba,
44 31|              seriedad de su madre las tenía mudas de terror. ~ ~ - Esta
45 31|           mañana me preguntaron si yo tenía hermanas guapas. Díjeles
46 31|               Inés le contestó que no tenía ni pizca de miedo. En tanto