Capítulo

 1 1 |      esto me dio con sus propias manos aquel que vivirá en la memoria
 2 1 |         mesa sus dos pesadísimas manos - . D. Pedro Velarde pasaba
 3 2 |    ocultando el rostro entre las manos - . Tú estás enfermo todavía,
 4 3 |      sillón de cuero y con ambas manos posadas en las respectivas
 5 1 |        fugitivos partían con las manos vacías. ~ ~Los invasores,
 6 6 |         el hacha de la guerra en manos de ese leñador de Europa.
 7 6 |           aquí y allí se alzaban manos con sables y fusiles, banderas
 8 7 |        los hombres tengan en sus manos instrumentos capaces de
 9 9 |       blanca que con sus propias manos y bajo la inspección de
10 9 |       joven D. Diego, para cuyas manos era exorbitante peso; mas
11 9 |      pensativo y tétrico con las manos a la espalda, paseando por
12 11|       mojada en tinta, puesta en manos de alguna persona que yo
13 11|     había tomado el periódico de manos del marqués - ; esta sí
14 11|        trapo que tenía entre sus manos. ~ ~ - ¿Qué estabas diciendo,
15 13|       asió las rejas con sus dos manos para sostenerse. Cuando
16 13|         Dios te ha puesto en sus manos: acepta lo que Dios te da,
17 13|         calle. ~ ~Inés cruzó las manos, dejándolas caer luego con
18 14| parecidas. ~ ~Esta diversidad de manos en la hechura del vestuario
19 15|      impaciencia por venir a las manos con la canalla. Como existen
20 16|      artificio, si cae en buenas manos, basta a decidir la victoria.
21 18|  Fernando VII puso sus tropas en manos de Napoleón, y las autoridades
22 19|          asido por mil coléricas manos, sentíase arrastrado por
23 20|    también ella la recibe de las manos de su poseedor, si este
24 20|     vimos después llevarse ambas manos a la cabeza, retroceder,
25 22|      palmetazos porque tenía las manos manchadas de tinta, me dijo
26 24|     cántaros al choque de veinte manos que los querían coger, caía
27 25|      hallaban bajo sus poderosas manos. Los de la primera fila
28 26|          que aún apretaba en sus manos un soldado muerto, y corrí
29 27|         bien lo que tenía en las manos. El sobrescrito de la primera
30 27|         arrebató el papel de mis manos. Encabritose mi caballo,
31 27|      miraba al suelo, miraba las manos de todos, las cureñas de
32 29|      Coupigny. Al recoger de mis manos la bandera, el general,
33 29|         de ligerísimas piernas y manos. Dile las gracias por el
34 29|         ojos al cielo, cruzó las manos y rezó en voz alta el Padre
35 31|            Doña María aferró sus manos a los brazos de la silla
36 31|          Doña María se llevó las manos a la cabeza, doña María
37 31|        encomendada a sus tiernas manos. Pobres pimpollitos! La
38 31|     soplándose las palmas de las manos, escaldadas por aquel fatídico