Capítulo

 1 1 |            porque la pena ahogaba su voz; doña Gregoria se llevó
 2 2 | demostraciones dolorosas. Al fin, su voz se perdió para mí en el
 3 3 |               Si en cuanto uno dé la voz empieza a desfilar nuestra
 4 7 |         pudimos menos de maldecir en voz alta y expresivamente al
 5 10|         naturaleza querida. No oí su voz, ni sentí sus pasos, ni
 6 11|            mi familia hizo correr la voz de que yo había pasado a
 7 11|       general, y corre muy válida la voz de que en Bayona hay insurrección
 8 11|              14. Corre muy válida la voz de que la Francia está dividida
 9 12|             oídos, modulando aquella voz que a mí me había parecido
10 13|                Gabriel - me dijo con voz temblorosa y sin dejar de
11 13|            porrazos en el torno. Una voz regañona me contestó: ~ ~
12 13|       dirigió la primera pregunta su voz temblaba de tal modo, que
13 13|     Transverberación - dijo Inés con voz más entera - , el chocolate
14 14|              vestuario indica que la voz uniforme, en lo tocante
15 16|            si nos contáramos. Ni una voz se oía en nuestras filas:
16 17|            con sonsonete de escuela, voz agridulce y amanerados gestos
17 17|              españoles dijeran a una voz: «queremos esto, señor Rey,
18 18|            oyó la más insignificante voz, señal cierta de que las
19 23|              conmoviera como aquella voz de los vigilantes del hogar,
20 23|             mayorazguito continuó en voz baja el Ave - María que
21 23|           que había empezado en alta voz, y todos los que estaban
22 25|            los jefes hasta perder la voz, y todos se ponían a la
23 29|            cruzó las manos y rezó en voz alta el Padre nuestro, a
24 31|       accionando como un cómico, con voz fuerte y exaltado acento,
25 32|              los franceses; corre la voz de que los paisanos andaluces