Capítulo

 1 3 |       quedamos como si oyéramos leer la novela El asombro de
 2 8 |  arrogante, varonil: usaba para leer sus libros devotos o las
 3 11|      diplomático preparándose a leer - . Oigan Vds.: Madrid 6
 4 11|   España. ~ ~Los sueltos que oí leer en aquella ocasión pueden
 5 12|       paredes, como si quisiese leer en ellas alguna mal escrita
 6 13|   escasa luz del locutorio pude leer la carta, que decía, entre
 7 13|       dijo Inés cuando acabé de leer la carta - . Ya no quiero
 8 17|       señora madre no me dejaba leer más que lo del infierno,
 9 20|      sabe, y a los filósofos, y leer la Enciclopedia, y ver las
10 27|  pertenecía... Pero era preciso leer aquellos papeles que podían
11 27|       principio la vergüenza de leer cartas ajenas, lo cual es
12 27|      modo muy vivo, me decidí a leer la carta abierta, porque
13 27| delicias del Paraíso el gozo de leer una letra de vuestra mano.
14 27|      decía: «Aquí no se viene a leer cartas». Corrimos fuera