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Benito Pérez Galdós
Bailén

IntraText - Concordancias

era

    Capítulo
1 1 | Sin embargo, tan grande era nuestro entusiasmo en aquel 2 1 | nacido fuera de España aunque era español. Mas por otra circunstancia 3 1 | batallitas, mi Dios! Yo era asistente del señor marqués, 4 1 | Sarriá? El marqués de Sarriá era partidario de la táctica 5 1 | a subir esos perros! Yo era la más vieja de todas, y 6 1 | convencimos de que esto era una locura. Con su carga 7 1 | alfombras de aquel palacio era para conocer más de cerca 8 2 | rincón del cuarto, el cual era de ordinarias dimensiones, 9 2 | Montaña. A pesar de esto yo era feliz, porque la tenía en 10 2 | diciendo que pues no le era posible salvaros la vida, 11 2 | punto comprendí que esto era invención de aquel inicuo 12 3 | bondadosamente diciendo que su esposo era portero en una oficina del 13 3 | presencia del citado flamasón era harto desagradable a todos 14 1 | mi alma un gran vacío, me era menos sensible de lo que 15 1 | odio a los franceses no era odio, era un fanatismo de 16 1 | los franceses no era odio, era un fanatismo de que no he 17 1 | después ningún ejemplo; era un sentimiento que ocupaba 18 1 | apresurar a los transeúntes, y era tan extraordinario este 19 1 | levantamiento de las provincias, era una fiebre de que no estaban 20 1 | que es divino. ~ ~ Como era natural, las noticias del 21 1 | triunfo de los vivos. ~ ~Tal era Madrid a fines de Mayo de 22 1 | hermano de la marquesa, que no era otro que aquel simpático 23 1 | hallaba con ánimos, puesto que era tan gran humanista, de ganarme 24 5 | V - ~Como Santorcaz era pobre, y yo más pobre todavía, 25 5 | Andresillo Marijuán, y aunque era natural de Aragón, iba a 26 5 | mejor que yo sabía fingir, era el encargado de ordenar 27 5 | iba de Regente a Sevilla, era hombre terrible, y castigaba 28 6 | si bien lo de los charcos era cierto, por allí no había 29 6 | reservado a nuestras cabezas era el discurrir si tomaríamos 30 6 | condujo. ¿Pero creéis que era cosa de juego? El repecho 31 6 | formidable artillería. La cosa era peliaguda; pero cuando los 32 7 | de las ocho de la mañana era Villarta, y dejando allí 33 7 | pueblo a Manzanares: ¡tal era la rapidez de los vehículos 34 7 | espectáculo de la población era horroroso. Parece increíble 35 7 | las llamas, el espectáculo era más lastimoso, porque no 36 7 | que lo habían menester, era preciso salir a toda prisa, 37 8 | esta apreciable señora que era doña María Castro de Oro, 38 8 | se nos ofrecía. La casa era grandísima y no faltaba 39 8 | El palacio de Rumblar era un caserón del siglo pasado, 40 8 | aragonesa de nacimiento, la cual era de lo más severo, venerando 41 8 | de los cincuenta años, y era alta, gruesa, arrogante, 42 8 | tipo cual no he visto otro. Era la imagen del respeto antiguo, 43 8 | juegos y su escasa ciencia. Era el único varón, y por tanto 44 8 | después hablaremos, y aunque era voluntarioso y propenso 45 8 | la severidad materna, y era que cuando su ayo o la condesa 46 8 | alegraba uno, y su proximidad era aspirada con delicia. Asunción 47 8 | serias. La de menor edad era destinada al claustro, y 48 8 | de aprender nada, porque era destinada al matrimonio. ~ ~ 49 8 | Llamábanle comúnmente don Paco y era un varón de gran sencillez 50 8 | más acá del arca de Noé. Era, sí, muy fuerte en la vida 51 8 | regular acierto. Don Paco era un gran pendolista, que 52 8 | la casa. Además, D. Paco era un hombre excelente, y temblaba 53 9 | patrimonio de aquella casa era bueno, aunque muy inferior 54 9 | aunque su habitual morada era Madrid. No era obstáculo 55 9 | habitual morada era Madrid. No era obstáculo para esto la niñez 56 9 | proyectos, y doña María, que era aragonesa y muy patriota, 57 9 | Roque. Comprendí que aquel era mi destino, y que para el 58 9 | lo que llamaban charpa, y era un ancho cinturón de cuero 59 9 | entregándolo después a su hijo. Era aquella espada una hermosa 60 9 | Diego, para cuyas manos era exorbitante peso; mas él, 61 10| X - ~Era Córdoba, la ciudad de Abdherrahmán, 62 10| sus patios. ~ ~ ./. Tal era la ciudad que había estado 63 10| para lo que más que guerra era un ciego plan de exterminio, 64 10| supuesta proximidad a quien era el faro de mi vida. Así 65 10| y de su tía, lo cual me era sumamente fácil, por haber 66 10| de la Espartería, donde era su residencia. En lo sucesivo 67 10| de improviso me veía, ¿no era posible que se me presentara 68 10| el trance que me esperaba era hermano gemelo de aquella 69 10| estaba allí. ~ ~El patio era fresco y risueño, como todos 70 10| doradas jaulas. El pavimento era de mármol y los zócalos 71 10| puedes figurarte lo que era aquello. Mudos de espanto 72 11| las discutía, el efecto era inmenso. Según la Gaceta 73 11| Ministerial, todos los días era derrotado un ejército francés, 74 11| sentimientos de mi alma. ~ ~ - Era natural que te interesaras 75 11| dos, señora, y como ella era tan buena, y yo también... 76 11| yo también... porque yo era muy bueno... En fin, señora, 77 11| después de decirme que era un desvergonzado y un truhán, 78 12| de la ignominiosa orden, era un segundo mayordomo llamado 79 12| tertulias, y para ellos era muy fácil, como lo es hoy, 80 12| traidor. Esta palabra no era entonces palabra, era un 81 12| no era entonces palabra, era un puñal: víctimas de ella 82 12| Albalat en Valencia. Inútil era decir a los impacientes 83 12| fundir cañones. Cuando tal era el espíritu de las mujeres, 84 12| aspecto. Francamente, señores, era aquel un ejército que movía 85 12| deliberadamente todos los días era la casa de Amaranta, y pasaba 86 12| embargo, aquella fachada era tan elocuente, que no podía 87 12| más triste que nunca. ~ ~Era de tarde: pasé por una plazuela 88 12| alucinación en pleno día era señal de mi estupidez, por 89 12| se fijaron en una puerta; era la puerta de una iglesia. 90 12| apaciblemente. La iglesia era modesta, blanca, oscura. 91 12| madres, y mientras mayor era mi atención, con más claridad 92 12| y luego algunos besos. Era fácil contar el número de 93 12| que estaba viendo, ¿qué era? ¿Era una aberración, un 94 12| estaba viendo, ¿qué era? ¿Era una aberración, un delirio, 95 12| que acababa de presenciar era reproducción de aquella 96 12| salir de la iglesia, pues yo era la única persona que quedaba 97 12| por haberme encontrado. Era el diplomático. ~ 98 13| mantener en pie. Una de ellas era Inés. ~ ~No me cabía duda 99 13| No me cabía duda alguna, era ella misma: en su semblante, 100 13| temblaba de tal modo, que era imposible entender sus palabras. 101 13| viaje!, yo no sabía lo que era de mí. Me encerraron en 102 13| esas señoras a decirme que era su sobrina... me besaron... 103 14| los demás de la partida. Era ya de noche cuando salimos, 104 14| trajo una legión, que si no era la mejor gente del mundo 105 14| lo tocante a voluntarios, era una palabra. Al lado de 106 14| los mendigos. ¡Aquel sí era llover de dinero, y reunirlo 107 15| dirección al río Salado era un verdadero paseo triunfal, 108 15| cambio nuestra artillería era de primer orden. Teníamos 109 15| Francisco Javier Abadía, era un militar muy entendido, 110 15| consternación de aquellos pueblos era excesiva, y al aproximarse 111 16| encender lumbre. La noche era calurosa: habíamos comido 112 16| en el río, cuya frescura era agradable a nuestros cuerpos, 113 16| infundiéndonos cierto recelo. Era un escuadrón de coraceros, 114 16| campo con atónitos ojos, era un ligero y casi imperceptible 115 16| pesadumbre. Aquella fuerza era muy superior a la nuestra 116 16| ventaja numérica, que no era de gran valor, dada nuestra 117 16| la carretera. La retirada era cierta. Se nos formó en 118 16| completa dispersión. Tal era nuestro furor bélico en 119 16| conmovieron nuestras filas. Era el 16 de Julio: en este 120 16| intención de nuestro general era reunirse con Coupigny; pero 121 17| del vencimiento. La noche era como de verano y como de 122 17| tierra, pues desde entonces era romántica Andalucía; en 123 17| de latín, puesto que no era necesario, y por último 124 18| mayorazguito, cuyo despabilamiento era casi febril a causa del 125 19| bajando desde Bailén. ¿Era este el objeto que nos guiaba 126 19| que a los invasores les era de todo punto imposible 127 19| franceses, para lo cual era preciso despachar primero 128 20| cortaba!~ ~ - No señora. Era una hoja mellada, llena 129 20| destinada al matrimonio, que era, por lo tanto, ignorante, 130 20| consagrada al claustro, que era ya medio doctora, habían 131 21| XXI - ~Era la madrugada cuando las 132 21| modos, nuestra posición era arriesgada; por lo cual, 133 21| maldita ciudad de Andújar. ~ ~Era cerca de la madrugada cuando 134 22| y chuscadas, por el otro era de tanto interés un diálogo 135 22| diciendo a D. Paco que yo era un hombre y no me daba la 136 22| antes de venir al ejército era yo un zoquete. Cabalmente 137 22| Bueno, magnífico! Lo mismo era yo cuando niño. Fui después 138 23| que en todo el ejército no era más que halagüeña sospecha. ¡ 139 23| tristeza a la situación: era el canto de los gallos que 140 23| donde estaban los generales. Era como un saludo de cortesanía 141 23| presencia del gran testigo, todo era completo. ~ ~Ya se podía 142 23| atención, y sabréis cómo era. El centro de la fuerza 143 23| que habían pasado. Tal era la situación de los dos 144 23| cerciorarse cada cual de que no era él solo quien tenía miedo. ~ ~ - ¿ 145 24| ocupaban su puesto; todo era atropellarse y correr, de 146 24| observaciones; pero así era, y no tengo por qué ocultarlo. 147 24| nada. Pero este malestar era insignificante comparado 148 24| de mayor peligro, y donde era preciso estar con el arma 149 25| Conociendo que el centro era inexpugnable por entonces; 150 25| Bailén, y considerando que era peligroso intentarlo por 151 25| posición de los españoles era excelente, sino porque les 152 25| tanto más cruel, cuanto era más proporcionado el empuje 153 25| gran número de oficiales. Era el marqués de Coupigny, 154 25| su cara despidiera fuego. Era Coupigny hombre de pocas 155 25| la llama de su mirar, que era por sí una proclama. Nosotros 156 25| toda la destreza que me era posible, y lo mismo yo que 157 25| miramos, y comprendiendo que era preciso hacer un supremo 158 26| hacía en nuestros cuerpos era el de una llamarada que 159 26| dijo que aquella agua no era para nosotros; era para 160 26| agua no era para nosotros; era para otros sedientos, cuyas 161 26| había de tener buen éxito; era para los cañones. ~ ~La 162 26| santuario cuya conquista era el supremo galardón de la 163 26| lagrimeo de agua turbia, era para nosotros el imperio 164 26| algo azorado y aturdido. Era un animal de pura casta 165 27| saqué y que estaba abierta, era de letra femenina, que reconocí 166 27| detención involuntaria, era de hombre, y decía: «Señora 167 27| también de carta abierta, era de letra de hombre y dirigido 168 27| dolorosa punzada en el corazón. Era el retrato de Inés. ~ ~Aquella 169 27| repentina visita, pues no era otra cosa, de mi fiel amiga, 170 27| no me pertenecía... Pero era preciso leer aquellos papeles 171 27| porque el deseo de hacerlo era más fuerte que todas las 172 27| cuantas varas de terreno, yo era quizás el único que merecía 173 27| conducirles a la muerte, era el desgraciado general Dupont 174 27| curiosidad por leerla no era curiosidad, era una sed 175 27| leerla no era curiosidad, era una sed moral más terrible 176 27| se había trabado. Esto era sin duda sublime; esto sacaba 177 27| podría subir hasta ella, o si era preciso hacerla descender 178 27| mí... ¡Oh!, esta sí que era batalla; esta sí que era 179 27| era batalla; esta sí que era lucha, señores. Su campo 180 27| quemaba la mano. Decid que yo era un estúpido egoísta; pero 181 27| el servicio de municiones era hecho por paisanos. Los 182 28| sociedad o la Nación, que era sin duda la que conmovía 183 28| y podía llamarse hombre, era el egoísta Gabriel, grano 184 28| generoso anhelo de morir si era preciso por rematar con 185 28| entendido que esa joven era hija de la señora condesa. ~ ~ - ¡ 186 29| todas partes, que no les era posible moverse. Esta ./. 187 29| después de preguntarme si era licenciado de presidio, 188 29| acercamos al cadáver por ver si era D. Diego, y temíamos llegar 189 29| llegar a él por si acaso era. Doña María fue la primera 190 29| que se cuidase de él. No era D. Diego. ~ ~La condesa 191 29| sangre de Guzmán el Bueno. ~ ~Era muy tarde cuando volvimos 192 30| gran filósofo, y que ya era gran calígrafo. ~ ~ - ¡Demonio 193 30| Al día siguiente, que era el 20, nos ocupamos Marijuán 194 30| desconsoló sobremanera. Yo no era el que menos se acongojaba 195 30| generoso sentimiento mío? ¿Era pura bondad, era puro interés 196 30| sentimiento mío? ¿Era pura bondad, era puro interés por la vida 197 30| aunque fuese enemigo, o era un sentimiento mixto de 198 30| franceses lo mismo que querían, era muy desairado para nuestras 199 30| que el mozuelo bailarín era D. Diego en persona. Él 200 30| cabeza retenía en su cuarto. Era de ver cómo los criados, 201 31| reía cuando le dije que era Grande de España! Todos 202 31| les contesté que mayorazgo era el que había nacido primero. ~ ~ 203 31| furibunda cólera; pero aún era mayor el caudal de su prudencia 204 31| iban a los toros y si yo era familiar de la Inquisición. 205 31| Antonieta... ¡y qué buena era aquella señora! ¡Cuántas 206 31| la novia y del suegro, y era forzoso que pagaran el pato 207 32| Santorcaz - respondí - , era pura verdad; pero esto que


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