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Benito Pérez Galdós
Gloria

IntraText - Concordancias

juan

    Parte,  Capítulo
1 I, 2 | ancho sillón estaba allí don Juan de Lantigua, hombre que 2 I, 3 | a comer los pies de San Juan!...~ ~ - ¡Abominables animalejos! - 3 I, 3 | animalejos! - exclamó don Juan riendo.~ ~ - ¡No qué 4 I, 3 | capilla, en el pobrecito San Juan roído, en los candelabros 5 I, 3 | atrevieron con los pies de San Juan, fue porque esos infelices, 6 I, 4 | Lantigua. Sus ideas~ D. Juan Crisóstomo de Lantigua nació 7 I, 4 | capellán de Reyes Nuevos, D. Juan, abogado de mucha fama, 8 I, 4 | ahora exclusivamente a D. Juan de Lantigua.~ ~ Había recibido 9 I, 4 | de estos pensamientos, D. Juan de Lantigua salió fuerte 10 I, 4 | hacían sonreír al Sr. D. Juan. Nunca se ocupó de defenderse 11 I, 5 | Cómo educó a su hija~ D. Juan de Lantigua no había presidido 12 I, 5 | Advirtamos que enviudó D. Juan a los catorce años de casado. 13 I, 5 | monsergas, hijita - le decía D. Juan - , coge un libro y ponte 14 I, 5 | novelas? - decía D. Juan entrando tras ella y sorprendiéndola 15 I, 5 | Pero al poco tiempo D. Juan prohibió a su hija la lectura 16 I, 5 | leía para su padre. D. Juan, con mucha fatiga del estudio, 17 I, 5 | a su hija en lectora. D. Juan se ocupó algún tiempo en 18 I, 5 | otras ocasiones, como D. Juan no pusiese reparos a los 19 I, 6 | superstición.~ ~ Cuentan que D. Juan de Lantigua, cuando esto 20 I, 6 | al llegar a este punto D. Juan de Lantigua hizo, no sin 21 I, 6 | presencia majestuosa, D. Juan de Lantigua, a quien las 22 I, 7 | corazón a hombre nacido. Y don Juan no la tenía sometida a inquisitorial 23 I, 8 | piernecitas, el llamado D. Juan Amarillo, varón rico y pálido, 24 I, 8 | están buenos. El Sr. D. Juan hecho un mozalbete. Usted 25 I, 8 | Ya se lo dirá a usted D. Juan. He venido en el mismo tren 26 I, 9 | Ilustrísima, el paje del mismo, D. Juan Amarillo, el cura y el alcalde 27 I, 9 | hace estremecer. El Sr. D. Juan profetizó en aquel su célebre 28 I, 9 | mientras hablaba, de D. Juan de Lantigua, como preguntándole: «¿ 29 I, 9 | pasar...~ ~ - ¡Ah! - dijo D. Juan Amarillo haciendo al joven 30 I, 9 | Barrabás. Al mismo tiempo D. Juan de Lantigua gritaba desde 31 I, 10| de su egregio hermano D. Juan; pero le ganaba en verdadera 32 I, 10| presente. En cuanto a D. Juan es seguro que la habría 33 I, 10| cuidado de su hermano D. Juan, como se verá en el capítulo 34 I, 11| jardín, donde estaba don Juan en pie, con las manos a 35 I, 11| jugando y charlando. D. Juan miró con afectuosos ojos 36 I, 11| majestad imponente de D. Juan, en quien veía entonces 37 I, 11| Rafael, hija mía - dijo D. Juan - , te diría que, entre 38 I, 11| malos como dicen - indicó D. Juan - ; pero ello es que Rafael 39 I, 11| tabla.~ ~ - Bien - dijo D. Juan levantándose - . Tómate 40 I, 11| Descuide usted, papá.~ ~ D. Juan de Lantigua se metió en 41 I, 12| otro~ Lo propuesto por D. Juan dejó a Gloria en la mayor 42 I, 12| Teresita la Monja esposa de D. Juan Amarillo, en cuya casa hay 43 I, 13| de Junio, víspera de San Juan, fueron todos a la Abadía. 44 I, 13| parece a ustedes.~ ~ D. Juan, el doctor Sedeño, Rafael 45 I, 13| Vienes, Gloria? - repitió D. Juan.~ ~ - No - dijo ella vivamente - , 46 I, 13| punta de la nariz.~ ~ D. Juan extendió la mano, y dijo:~ ~ - 47 I, 13| cubriese al señor obispo.~ ~ D. Juan abrió también el suyo. Las 48 I, 15| por frente a la casa de D. Juan Amarillo, y se movía a modo 49 I, 15| tío Fulastre aplazaba a D. Juan Amarillo para el día del 50 I, 15| de la Cárcaba y debo a D. Juan Amarillo más de lo que peso... 51 I, 15| llevado a juicio por D. Juan Amarillo, y echado de la 52 I, 16| que fue heredada por D. Juan. Ambos edificios estaban 53 I, 16| aparecieron D. Ángel y D. Juan. Andaban con cuidado para 54 I, 16| Ya estás aquí? - dijo D. Juan - . ¿Por dónde has entrado?~ ~ - 55 I, 16| punto de reposo. Ya Ves. D. Juan señalaba al hombre.~ ~ - 56 I, 16| hagamos ruido - dijo D. Juan - . El médico ha dicho que 57 I, 17| preguntaron ansiosos D. Juan, D. Ángel y los demás de 58 I, 17| las olas - manifestó D. Juan que trataba de convencer 59 I, 18| tresillo y ajedrez. Él y D. Juan de Lantigua se batían sobre 60 I, 18| rezaba en voz alta. D. Juan, Rafael, Sedeño, sentían 61 I, 18| las cuales se contaba D. Juan Amarillo, que era vice - 62 I, 19| Tranquilícese usted - dijo D. Juan - . ./. Está usted entre 63 I, 19| semblantes de Gloria, D. Juan y D. Ángel. Los que resucitan 64 I, 19| Hamburgo - manifestó D. Juan.~ ~ - Soy hamburgués de 65 I, 19| Tranquilidad, amigo - añadió D. Juan - . No hay que apurarse. 66 I, 19| faltará nada. Mi nombre es Juan de Lantigua; este es mi 67 I, 19| que hemos hecho - dijo D. Juan - , no merece ni alabanza 68 I, 20| Bien pronto conoció D. Juan que había dado albergue 69 I, 20| cumplido caballero! - dijo D. Juan a su hermano cuando los 70 I, 20| en pedregales - afirmó D. Juan con la sequedad del hombre 71 I, 20| por ahí, por ahí...~ ~ D. Juan se echó a reír. Después 72 I, 20| la irreligiosidad, Sr. D. Juan - dijo dando un golpe con 73 I, 20| este caso.~ ~ Y leyó. D. Juan, apartando el jicarón, ahuecó 74 I, 20| mascullarle el palo.~ ~ - Juan se queja - indicó el obispo - , 75 I, 21| Subieron a saludar a D. Juan en su despacho; pero como 76 I, 21| su asunto en manos de D. Juan, y este con las finuras 77 I, 21| a perder. Si yo fuera D. Juan, saldría del paso diciendo: « 78 I, 22| Entró en el despacho de D. Juan, al mismo tiempo que el 79 I, 22| De veras? - exclamó D. Juan metiendo en el sobre la 80 I, 22| Voy a contestar.~ ~ D. Juan dejó la pluma.~ ~ - Y contesto 81 I, 22| alguna razón? - dijo don Juan mostrando un sentimiento 82 I, 22| manera de juzgar! - dijo D. Juan no disimulando que estaba 83 I, 22| días más o un mes.~ ~ D. Juan, que meditaba al lado de 84 I, 22| Como quieras tú - indicó D. Juan - . Lo que ahora nos importa 85 I, 23| buena pieza - indicó D. Juan examinando la bestia - . 86 I, 23| Varias personas, como D. Juan Amarillo y dos de los indianos, 87 I, 23| hereje.~ ~ En cuanto a D. Juan de Lantigua, si al principio 88 I, 23| físicas en términos que D. Juan se desmejoraba más cada 89 I, 23| tanta su fatiga, que don Juan, sintiendo su cabeza más 90 I, 23| Tomando pie de esto, D. Juan le preguntó si sus creencias, 91 I, 23| fijas; a lo cual contestó D. Juan 4 que más le gustaba ver 92 I, 23| Lantigua y seglares como D. Juan.~ ~ - Yo conozco regularmente 93 I, 23| Efectivamente no basta, no - dijo D. Juan con voz triste mirando al 94 I, 23| me va a decir - indicó D. Juan melancólicamente.~ ~ - Pues 95 I, 23| los varones, querido D. Juan), gracias que cumplan esa 96 I, 23| precepto, Sr. Morton - dijo D. Juan con sequedad - , no manda 97 I, 23| tenido revoluciones - dijo D. Juan - . Las hemos tenido superficiales 98 I, 23| de la discusión en que D. Juan creyendo a su huésped totalmente 99 I, 23| Breve rato estuvo D. Juan de Lantigua sin dar contestación; 100 I, 23| el jardín gritaba:~ ~ - Juan, Juan, baja.~ ~ - Vamos - 101 I, 23| jardín gritaba:~ ~ - Juan, Juan, baja.~ ~ - Vamos - dijo 102 I, 23| baja.~ ~ - Vamos - dijo D. Juan - . Mi hermano se ha enternecido 103 I, 24| qué es eso? - preguntó don Juan tirando suavemente de una 104 I, 24| gimió Sildo.~ ~ - ¿Y que D. Juan Amarillo le ha echado de 105 I, 24| Bien merecido.~ ~ - Y D. Juan Amarillo le ha embargado 106 I, 24| ve. No parece sino que D. Juan Amarillo tiene el dinero 107 I, 24| caminos.~ ~ - Basta - dijo D. Juan gravemente - . Aquí entra 108 I, 24| Seguramente.~ ~ - Vamos, Juan - dijo el obispo poniendo 109 I, 24| Vamos, vamos - murmuró D. Juan sonriendo con bondad - . 110 I, 24| meta en la casa.~ ~ - Bien, Juan, bien determinado. Vaya, 111 I, 24| cartas recién llegadas, y D. Juan se acercó a los albañiles 112 I, 25| yo debo algún dinero a D. Juan Amarillo? Patraña: aquí 113 I, 25| pagarés devueltos por D. Juan Amarillo.~ ~ José penetró 114 I, 25| Más rico debe de ser D. Juan Amarillo, y sin embargo... 115 I, 25| Trabajo sin cesar, y el Sr. D. Juan no se arrepentirá de haberme 116 I, 27| XXVII -~Se va~ Una mañana D. Juan de Lantigua dijo a su hermano:~ ~ - 117 I, 27| Y qué tal? - dijo D. Juan con cierta ironía - . ¿Estás 118 I, 27| fructifique algún día?~ ~ D. Juan movió la cabeza indicando 119 I, 27| es imposible - afirmó D. Juan - . Por consiguiente, alejemos 120 I, 27| este breve coloquio, D. Juan se dio la encerrona de costumbre, 121 I, 27| para aparecer serena, D. Juan creyó ver alguna nube en 122 I, 27| Pregúntaselo a tu tío - dijo D. Juan riendo, a punto que D. Ángel 123 I, 27| Después dio la mano a D. Juan y a Gloria. Estaba ligeramente 124 I, 28| la Monja, la mujer de D. Juan Amarillo.~ ~ El insecto 125 I, 29| sabré padecer y morir.~ ~ D. Juan de Lantigua, que observaba 126 I, 29| Gloria - decía D. Juan a su hermano una mañana 127 I, 29| o mañana - manifestó D. Juan afectando indiferencia - , 128 I, 29| Pues me retiro - dijo D. Juan, a tiempo que su hermano 129 I, 31| es preciso decir que D. Juan experimentó viva pesadumbre 130 I, 31| latitudinaria para sí.~ ~ D. Juan de Lantigua volvió entonces 131 I, 32| fuera de su despacho D. Juan, creyendo que había estallado 132 I, 32| les había abrazado aún D. Juan, cuando empezaron a contarle 133 I, 32| Justo es - dijo D. Juan mirando a su hermano - , 134 I, 32| largo rato el despacho de D. Juan fue un hervidero de planes, 135 I, 32| Yo no lo creo. D. Juan Amarillo que entiende mucho 136 I, 32| recelo...~ ~ - Sí - dijo D. Juan que a la sazón entró - . 137 I, 32| discursos? - preguntó D. Juan viendo que después del vocativo, 138 I, 32| piadosos banquetes...~ ~ D. Juan vio que el cura iba tomando 139 I, 32| reunidos en la mesa de D. Juan, que era suculenta a pesar 140 I, 32| subir los prados de D. Juan Amarillo, y en seguida se 141 I, 32| criado con una carta para don Juan. Este la abrió y después 142 I, 32| el rostro de la joven. D. Juan la miró también. Quizás 143 I, 32| el negocio de Caifás. D. Juan de Lantigua, a quien consultó, 144 I, 32| ley, ni ley...~ ~ - Sr. D. Juan - dijo el cura - , ¿quiere 145 I, 32| Basta de incienso, D. Juan, basta, basta. El mejor 146 I, 33| el coche de Lantigua, D. Juan, el cura y Rafael. Seguían 147 I, 33| Seguían luego en otro coche D. Juan Amarillo con el teniente 148 I, 33| más lejos la calva de D. Juan Amarillo.~ ~ En cuanto a 149 I, 33| nombre) había comido bien; D. Juan de Lantigua, no había hecho 150 I, 33| Horro estuvo muy parco y D. Juan Amarillo devoraba. Los demás 151 I, 33| Muy bien - repuso D. Juan Amarillo abriendo los diminutos 152 I, 33| amigo el gran católico D. Juan de Lantigua, os diría a 153 I, 33| serenidad; en los labios de D. Juan vagaba una sonrisilla que 154 I, 33| Oh! si el Sr. D. Juan nos concediera oír su palabra... - 155 I, 33| concurrentes, y entonces D. Juan de Lantigua, sin dejar su 156 I, 33| Lantigua! - exclamó D. Juan Amarillo sin poderse contener.~ ~ - ... 157 I, 33| según la expresión de don Juan Amarillo. Las felicitaciones 158 I, 34| nadie cree al humilde, y D. Juan Amarillo, soberbio entre 159 I, 34| preguntó con mucho interés D. Juan Amarillo.~ ~ - Allá iba... 160 I, 34| pillos...~ ~ - Amigo D. Juan - manifestó Su Ilustrísima 161 I, 34| Mientras esto sucedía, D. Juan Amarillo había llevado aparte 162 I, 34| había llevado aparte a D. Juan de Lantigua para hablarle 163 I, 35| asustada porque el Sr. D. Juan y el señor obispo no han 164 I, 38| de su huerta, mientras D. Juan Amarillo se apoderaba, cual 165 I, 38| bastante amistad con D. Juan de Lantigua, una de las 166 I, 38| Amarillo tomó el brazo de D. Juan, y llevándole por bajo un 167 I, 38| Hace tiempo, mi querido D. Juan, que deseaba hablar a usted 168 I, 38| misterioso que el otro don Juan tomaba.~ ~ - Un asunto grave. ¿ 169 I, 38| la honra de mi casa! D. Juan - exclamó Lantigua con enojo - , ¿ 170 I, 38| A Gloria! - exclamó D. Juan lanzando un grito.~ ~ - 171 I, 38| escojan católico.~ ~ - D. Juan, ¿qué farsa es esa? - dijo 172 I, 38| contarle todo al amigo D. Juan».~ ~ - ¡Por vida de...! - 173 I, 38| las nuevas».~ ~ Pero D. Juan no rasgó su levita, ni trasquiló 174 I, 38| Lloviendo?... Por Dios, D. Juan, ¿qué prisa hay?~ ~ - Yo 175 I, 38| No importa - manifestó D. Juan - . Vámonos.~ ~ Pero en 176 I, 38| de desgracia - gruñó D. Juan hiriendo el suelo con el 177 I, 38| marcharnos a pie - añadió D. Juan - . Es calamidad... Ni siquiera 178 I, 38| hermano.~ ~ - ¡Por Dios! D. Juan... no parece sino que arde 179 I, 38| Mucho costó persuadir a D. Juan a que se quedara; pero al 180 I, 38| estaba allí? - preguntó D. Juan con viva ansiedad.~ ~ - 181 I, 38| abrasado pensamiento de D. Juan de Lantigua pasaron aquellas 182 I, 38| nuevas».~ ~ - ¿Qué es eso, D. Juan, le ha hecho a usted daño 183 I, 38| observándole cariñosamente. D. Juan se había puesto verde.~ ~ - 184 I, 38| ese Sr. Morton, a quien D. Juan ha nombrado. Es nada menos 185 I, 38| Mi opinión - dijo D. Juan Amarillo gravemente - , 186 I, 38| de él, sea hecho.~ ~ D. Juan de Lantigua se levantó, 187 I, 38| Villamojada - indicó don Juan.~ ~ - ¡Qué temeridad! - 188 I, 38| Horro - . Cuando a este D. Juan se le mete una cosa en la 189 I, 39| puerta abriose y apareció D. Juan de Lantigua. Gloria lanzó 190 I, 39| y a los muertos.~ ~ ~ D. Juan avanzó hacia su hija con 191 I, 39| Cuando levantaban a D. Juan, el prelado separó con vigorosa 192 I, 39| el médico y dijo que D. Juan de Lantigua había sido atacado 193 2, 1 | Ángel y del difunto D. Juan Crisóstomo, que falleció 194 2, 1 | Abadía la esposa de don Juan Amarillo - , han venido 195 2, 1 | testamentaría del Sr. D. Juan es farsa y enredo... Aquel 196 2, 1 | testamentaría del Sr. D. Juan. ¡Y qué excelentes personas 197 2, 1 | seguía en edad al difunto don Juan. El obispo era el primogénito 198 2, 1 | descanso; pero la muerte de D. Juan con las horribles circunstancias 199 2, 1 | menos guapo, así como D. Juan había sido el más hermoso. 200 2, 1 | posibles.~ ~ La muerte de D. Juan, a quien amaba con delirio, 201 2, 2 | ideas de nuestro idolatrado Juan Crisóstomo, que está en 202 2, 2 | al pensamiento del pobre Juan es hacer lo que nos inspire 203 2, 2 | inspire nuestra conciencia. Juan habría hecho lo mismo.~ ~ - ¡ 204 2, 2 | dijo: «Haced lo que haría Juan Crisóstomo si viviera».~ ~ - ¿ 205 2, 2 | viniera?~ ~ - No lo ... Juan no pudo pronunciar una sola 206 2, 2 | deshonra. Murió Callado.~ ~ - Juan no murió de apoplejía - 207 2, 3 | Las habitaciones de D. Juan, su alcoba y su despacho 208 2, 3 | don Silvestre Romero y D. Juan Amarillo, este último elevado 209 2, 3 | estaba labrando al Sr. D. Juan, no fueron sino pretextos 210 2, 3 | Enunciada esta idea, D. Juan Amarillo que era, como sabemos, 211 2, 3 | de todas las ideas de D. Juan Amarillo era esta: «ser 212 2, 3 | cuya inquietud no cesaba D. Juan de hacer indiscretas preguntas 213 2, 3 | a la picuda nariz de D. Juan Amarillo, que olió por espíritu 214 2, 3 | pronto.~ ~ En el jardín D. Juan Amarillo alzaba la cabeza 215 2, 4 | Teresita la Monja, esposa de D. Juan Amarillo era la que lavaba. 216 2, 4 | soltura del cuerpo de D. Juan Amarillo. En la temporada 217 2, 4 | gracias personales de D. Juan Amarillo (cuando era pollo), 218 2, 5 | para hacerle camisas a mi Juan... En fin, Isidora, a ver 219 2, 5 | respetabilidad del difunto D. Juan, a quien mató con sus liviandades?... 220 2, 5 | Da lástima verla. Pero Juan me asegura que será nuestra, 221 2, 8 | pecador.~ ~ Más atrás iba D. Juan Amarillo, henchido de vanidad, 222 2, 8 | espíritu podían hacer que D. Juan Amarillo olvidase en tan 223 2, 8 | tan soberbia música, D. Juan se hizo la ilusión de que 224 2, 8 | la órbita trazada por D. Juan Amarillo. Pero de improviso, 225 2, 8 | ojos y, en los labios de D. Juan Amarillo fluctuaban las 226 2, 8 | puños como martillos.~ ~ D. Juan Amarillo al ver que había 227 2, 8 | medio! Y he aquí que D. Juan flotaba de un lado a otro 228 2, 8 | más que a una, aunque D. Juan le gritaba:~ ~ - Al momento, 229 2, 8 | la muerte de su hermano Juan y la ignominia de Gloria. 230 2, 9 | después de anochecido, D. Juan Amarillo fue en persona 231 2, 9 | cuál era la religión de D. Juan Amarillo, fácil nos es comprender 232 2, 9 | conseguir Morton fue que D. Juan prometiera soltarle al día 233 2, 10| está construyendo para D. Juan de Lantigua.~ ~ Morton se 234 2, 10| respirar.~ ~ - ¿El Sr. D. Juan... - murmuró - , está aquí?~ ~ - 235 2, 10| supe la muerte del Sr. D. Juan y que usted era...~ ~ - 236 2, 12| menos respetables de D. Juan Amarillo. Causaba igual 237 2, 14| alcalde de Ficóbriga Sr. D. Juan Amarillo había proporcionado 238 2, 14| apoyase la proposición de D. Juan, autorizando a Isidorita 239 2, 14| nueva exhortación de D. Juan, el cual estableció que 240 2, 14| condición que les puso D. Juan, fue que durante las ceremonias 241 2, 22| el soplado alcalde don Juan y el jefe de los carabineros, 242 2, 23| carruaje cardenalicio. D. Juan Amarillo lanzó sobre ellas 243 2, 23| alcalde, soltaron la risa. D. Juan, llamando al alguacil, fulminó 244 2, 24| Creéis tal cosa? Yo no. Por Juan que eso de la conversión 245 2, 24| sabio que el difunto D. Juan...~ ~ - Lo mejor que puede 246 2, 24| Ah! señora. Mi Juan, al proporcionarle alojamiento - 247 2, 24| casa. Necesito preparar a Juan, no sea que cometa una grosería... 248 2, 24| alguna parte donde se vea... Juan hará que los dos alguaciles 249 2, 25| nuestro difunto hermano Juan haría en el caso presente 250 2, 25| Esther había visitado a D. Juan Amarillo y a su esposa! ¡ 251 2, 25| amable, muy cariñosa con D. Juan y con Teresita!... ¡Y se 252 2, 29| ojos en un retrato de D. Juan de Lantigua, que le miraba 253 2, 29| abierta. Era la cara de D. Juan Amarillo.~ ~ Reinó silencio 254 2, 29| habló, turbadísimo, fue D. Juan Amarillo, que dijo: Perdóneme 255 2, 29| autoridad! - repitió D. Juan - . Esta señora...~ ~ Esther 256 2, 29| de manifestar12 - dijo D. Juan Amarillo mostrando a Daniel 257 2, 29| Caballero - vociferó D. Juan mostrando el puño del bastón 258 2, 29| autoridad paterna - prosiguió D. Juan Amarillo.~ ~ Morton, cuya 259 2, 29| horrible verdad - dijo D. Juan Amarillo enarbolando el 260 2, 29| El señor - añadió D. Juan Amarillo con calma imperturbable - , 261 2, 29| familia, que se retiraba. D. Juan Amarillo, deseando ponerse 262 2, 30| charlando con el cura y con D. Juan Amarillo.~ ~ El médico subió, 263 2, 30| tuvo que habérselas con D. Juan Amarillo, que, sin reparar 264 2, 33| sollozaba como un niño; D. Juan Amarillo simbolizaba correctamente 265 2, 33| la casa de Lantigua. D. Juan Amarillo no había podido 266 2, 33| llamaban los de Ficóbriga D. Juan Verde. Su esposa, atacada


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