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Parte, Capítulo
1 I, 1 | parte de la creación... ¡Oh! por aquí anda el amor.~ ~ ¡ 2 I, 14| misteriosos sones murmuraban: - «¡Oh alma; pronto en ti será 3 I, 15| de la Pesqueruela.~ ~ - ¡Oh! sí, señorita Gloria, es 4 I, 15| pecar a un santo.~ ~ ~ - ¡Oh Dios mío, oh Virgen mía, 5 I, 15| santo.~ ~ ~ - ¡Oh Dios mío, oh Virgen mía, oh señorita 6 I, 15| Dios mío, oh Virgen mía, oh señorita Gloria! - exclamó 7 I, 15| que usted es un ángel... ¡Oh! si se me presentara ocasión 8 I, 16| para no hacer ruido.~ ~ - ¡Oh! ¿Ya estás aquí? - dijo 9 I, 20| entendimiento privilegiado.~ ~ - ¡Oh, eso sí! ¡qué lástima!...~ ~ - 10 I, 20| camino de su salvación.~ ~ - ¡Oh! ¡quién sabe! - exclamó 11 I, 20| aunque extraviado espíritu». ¡Oh! y si viene, ese día será 12 I, 20| batalla al enemigo!».~ ~ - ¡Oh! tío, tío de mi alma - exclamó 13 I, 20| su anciana madre?~ ~ - ¡Oh! Sí, sí, lo recuerdo.~ ~ - ¿ 14 I, 20| Iglesia de Jesucristo... ¡Oh! ¡qué excelente idea han 15 I, 21| auméntense los presidios».~ ~ - ¡Oh! no bromee usted y tenga 16 I, 21| día no me acuerdo de nada. Oh! yo he leído bastante, y 17 I, 21| fe de nuestros padres... ¡Oh, la fe de nuestros padres!~ ~ - 18 I, 21| del gigante clérigo - . ¡Oh! si todos los negocios que 19 I, 22| la dispersión de gentes. ¡Oh! ¡Francia, Francia, bien 20 I, 22| proyectado viaje.~ ~ - ¡Oh! aquí tenemos un documento 21 I, 23| catolicismo, la penitencia?~ ~ - ¡Oh! tiene usted razón, tiene 22 I, 25| la cuarta pregunta.~ ~ - ¡Oh! ¡tío, qué bueno es usted!... ¿ 23 I, 25| Venga usted.~ ~ - ¡Oh! no: tengo que hacer. Primero 24 I, 25| veces en el coro: «Alzad, oh príncipes, vuestras cabezas, 25 I, 26| del día se reirán de mí. ¡Oh! ¡Dios poderoso, yo lo veo 26 I, 26| vista caen delante de mí. ¡Oh! si me atreviera... Yo he 27 I, 27| para tanto dinero.~ ~ - ¡Oh! Sí habrá. Ve buscando. 28 I, 28| disgusto de mi familia. ¡Oh, Dios mío, dichosas las 29 I, 28| señorita con viveza.~ ~ - ¡Oh, grandeza del sacrificio! 30 I, 29| fuerte que el juez.~ ~ - ¡Oh! es mucho, mucho tiempo - 31 I, 30| crece que es un primor. ¡Oh! ¡cuando tu padre sepa esto!... ¡ 32 I, 30| ella; pero entretanto, ¡oh amado pastor mío!, huyo 33 I, 31| de su padre, dijo:~ ~ - ¡Oh, padre mío! ¿Quién puede 34 I, 32| tal vez sino latrocinio. ¡Oh! es mucho pájaro aquel Caifás.~ ~ - ¡ 35 I, 32| habrá dado alguien.~ ~ - ¡Oh! sí... eso dice él. ¿Pues 36 I, 32| recomienda la glotonería.~ ~ - ¡Oh! Ilustrísimo Señor - exclamó 37 I, 33| emplear sus infames armas. ¡Oh! señores, si yo tuviera 38 I, 33| ceda la palabra...~ ~ - ¡Oh! si el Sr. D. Juan nos concediera 39 I, 33| exclamó: «Grande eres, ¡oh! Pedro, no sólo por tus 40 I, 33| el infierno. En tanto, ¡oh Pastor Santo! yo te saludo 41 I, 35| casa de Barrabás.~ ~ - ¡Oh, señor, cómo podré pagarle 42 I, 35| miraron a todos lados. ¡Oh sorpresa de las sorpresas! 43 I, 35| Viéronte las aguas, oh Dios, viéronte las aguas, 44 I, 35| de los dos ancianos... ¡Oh! Dios mío, ¡qué felices 45 I, 35| retiras ya? - exclamó - . ¡Oh! ¡Esto es espantoso! ¡Esto 46 I, 35| paso hacia la casa.~ ~ - ¡Oh! Yo te echo de mi casa, 47 I, 35| falsedad, falsedad!~ ~ - ¡Oh, qué pequeño eres! - exclamó 48 I, 35| aborreceré.~ ~ - Aborréceme. ¡Oh! lo prefiero... es mil veces 49 I, 35| oían las palabras.~ ~ - ¡Oh, por el Dios que hizo el 50 I, 37| verdad ha llegado.~ ~ - ¡Oh! Daniel, Daniel - exclamó 51 I, 37| nombre, por una palabra! ¡Oh, qué iniquidad! - exclamó 52 I, 37| reclama sus derechos.~ ~ - ¡Oh! ¡Yo no sé lo que es esto!... - 53 I, 37| caverna llena de llamas. Oh, qué horrible confusión 54 I, 37| quitas a mi iniquidad.~ ~ - ¡Oh, no mezcles el nombre de 55 I, 37| juicios, abismo grande, oh, Jehová!»... Obra de Dios 56 I, 37| aumenta mi horror.~ ~ - ¡Oh, Gloria, Gloria! - exclamó 57 I, 37| te recoge. «¡Tus juicios, oh Jehová, abismo grande!».~ ~ - 58 I, 37| A mi casa...~ ~ - ¡Oh, tú has perdido el juicio!~ ~ - 59 2, 3 | estuche de un convento, ¡oh! indudablemente la dinastía 60 2, 3 | importa si al fin eres mía. ¡Oh! ¡mía!...~ ~ 61 2, 6 | qui venit nomine Domini. ¡Oh Rex Israel! Hosanna in excelsis.~ ~ 62 2, 6 | lágrimas cuando oyó cantar: «Oh Dios que enviaste a tu hijo 63 2, 7 | señorita de Lantigua - . ¡Oh! querida tía, ¿está usted 64 2, 7 | a medias palabras.~ ~ - ¡Oh! - exclamó Dª Serafina llevando 65 2, 7 | Gloria con voz firme.~ ~ - ¡Oh! no me lo niegues, no me 66 2, 7 | estas breves palabras:~ ~ - ¡Oh! ¡qué crueldad, qué crueldad!~ ~ - 67 2, 8 | decir: «¡Cuán feliz eres, oh Ficóbriga, en estar bajo 68 2, 8 | será para adoquinarte ¡oh madre villa!~ ~ Pero a pesar 69 2, 8 | cría puños de algodón. ¡Oh descomunal contienda!... ¡ 70 2, 9 | familiar tratamiento.~ ~ - ¡Oh! - repuso Morton gimiendo - , 71 2, 10| sonrió con sarcasmo.~ ~ - ¡Oh! yo no soy desagradecido, 72 2, 10| peregrinas pasan en el mundo. ¡Oh, yo he visto tanto!...~ ~ - ¿ 73 2, 11| sea una blasfemia...~ ~ - ¡Oh! - dijo Lantigua hondamente 74 2, 12| con reservas mentales... ¡Oh, Dios, Dios! Es imposible 75 2, 13| añadió la señora - . ¡Oh! ¡Cuántas lágrimas he derramado 76 2, 13| rogar a Dios por ellas. ¡Oh! hija mía, este edificante 77 2, 15| Morton sombríamente.~ ~ - ¡Oh! Señor... - dijo el criado, 78 2, 16| lo que pasa en el tuyo. ¡Oh armonía sublime! Si esta 79 2, 18| crueldad tan grande.~ ~ - ¡Oh, hija mía, expresada de 80 2, 19| heredará la vida eterna».~ ~ - ¡Oh, qué cruz tan pesada, tan 81 2, 20| absurdo no puede prevalecer. ¡Oh! Dios mío, dame luz, dime 82 2, 20| haber. Si no la hubiere, ¡oh, soberano Dios! todo, empezando 83 2, 20| agravios hechos a mi raza... ¡Oh! Dios, Dios... ¿qué misterio 84 2, 20| marea: «no subas más»... ¡Oh, Dios mío! ¿por qué me criaste 85 2, 20| gritó desaforadamente: Oh, Señor, Señor, yo digo que 86 2, 21| leyó el Salmo: «Salvame, ¡oh Dios! porque las aguas han 87 2, 21| Miserere: «Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia 88 2, 21| abrace nuestra santa fe?... ¡Oh! si así sucediera, yo, viendo 89 2, 21| Dios te lo niegue?~ ~ - ¡Oh Jesús mío!... si eso fuera 90 2, 21| triunfo evangélico.~ ~ - ¡Oh! - exclamó oprimiendo su 91 2, 21| Mi espíritu la acepta... ¡Oh! ¡qué idea! ¡qué sublime 92 2, 24| y recobrar su honor... ¡Oh! no; cuando se han cometido 93 2, 24| familia! Y oígales usted... ¡Oh! ¡Ah!... La nobilísima, 94 2, 24| ángeles del cielo... ¡Ah! ¡Oh! ¡Los señores!... parece 95 2, 24| que tendrá quehaceres. Oh! no señora. No hacía nada. 96 2, 24| no lo será tampoco.~ ~ - ¡Oh! no señora, de ningún modo. 97 2, 24| Lantigua, y no exclama: «¡Oh! ¡los Lantiguas!...». ¡Gracias 98 2, 25| tercer día de Pascua... ¡Oh! qué grandísimo favor me 99 2, 28| Daniel, impostor! ¡Oh! lo que ahora me revelas 100 2, 28| horribles tinieblas... ¡Oh! madre mía, si es cierto 101 2, 28| que te ha hablado.~ ~ - ¡Oh! ¡si yo pudiera llevar a 102 2, 28| y pureza de su alma... ¡Oh! tengo inmensa fe en el 103 2, 28| compasión por la víctima. ¡Oh! los que idearon esa historia 104 2, 28| la madre y él dormía.~ ~ ¡Oh! ¡cuánto deploró Isidorita 105 2, 29| un modo particular.~ ~ - ¡Oh! ¡qué gran júbilo da usted 106 2, 29| Romero le sujetaron.~ ~ - ¡Oh! ¡miserable! - gritó - . 107 2, 29| delito infame, cual es... ¡oh, señores! la lengua se niega 108 2, 29| suelo hoscamente.~ ~ - ¡Oh! ¡cuánta vileza!... - rugió 109 2, 29| mí eres inocente.~ ~ - ¡Oh, bendita tú mil veces! - 110 2, 29| abandonas nuestra religión... ¡Oh, hijo mío, me parece que 111 2, 30| en tu ya decaída salud. ¡Oh! ¡qué hermosa y grande me 112 2, 31| detenerse y dijo:~ ~ - ¡Oh qué lejos está Villamores!... 113 2, 31| sobre una piedra.~ ~ - ¡Oh, Dios mío! - exclamó oprimiéndose 114 2, 31| árboles y praderas.~ ~ - ¡Oh!... aquella torrecita chica 115 2, 31| las nubes sobre el mar... ¡Oh! ¡Desgraciada de mí! ¡Estar 116 2, 31| piedra o en el suelo.~ ~ - ¡Oh! Dios mío - exclamó apoyando 117 2, 32| merece la luz, la tendrá. ¡Oh! ¡cuánto hubiera sentido 118 2, 32| cercano. Daniel acudió a ella. Oh! ¡qué bien estoy aquí! - 119 2, 32| que más me agrada.~ ~ - ¡Oh, qué benditas palabras estás 120 2, 32| efecto solos?~ ~ - Solos. ¡Oh! si pudiéramos estar así 121 2, 32| salvarnos a los dos.~ ~ - ¡Oh! tú no morirás, Gloria, 122 2, 32| habrían permitido ser santa. ¡Oh, qué imperfecta soy! En 123 2, 32| no puedo desprenderme... ¡Oh Dios mío! no me es posible 124 2, 32| hablaba de este modo:~ ~ - ¡Oh, querido tío... ha vencido