Parte,  Capítulo

  1    I, 4 |         fama, y los más jóvenes D. Buenaventura y Serafinita Lantigua. No
  2    2, 1 |                I -~Serafinita y D. Buenaventura de Lantigua~ Lo que ahora
  3    2, 1 |            el Excelentísimo Sr. D. Buenaventura y la Sra. Dª Serafina de
  4    2, 1 |          empezar.~ ~ En efecto, D. Buenaventura y su hermana habían ido
  5    2, 1 |            era el primogénito y D. Buenaventura el más joven. Este era feliz
  6    2, 1 |          marchó a Ficóbriga.~ ~ D. Buenaventura tenía poca semejanza en
  7    2, 1 |         ofender a Dios. Además, D. Buenaventura no había declarado la guerra
  8    2, 1 |            corrió la voz de que D. Buenaventura proyectaba algo muy interesante
  9    2, 1 |        botica, decían al ver a don Buenaventura: «ahí viene el mirlo». Era
 10    2, 1 |       buenas amigas.~ ~ Así era D. Buenaventura de Lantigua. Cierto día (
 11    2, 2 |       querido salir? - preguntó D. Buenaventura.~ ~  - Tampoco - repuso
 12    2, 2 |           en el mundo - replicó D. Buenaventura tomando una silla de hierro
 13    2, 2 |           Eso dijo, sí - repuso D. Buenaventura - . Yo creo que el mejor
 14    2, 2 |          Bendita sea! - replicó D. Buenaventura.~ ~ - No, tú no puedes decir
 15    2, 2 |        familia honrada - repuso D. Buenaventura con flemático acento.~ ~ -
 16    2, 2 |                  Hermana - dijo D. Buenaventura interrumpiéndola - , sin
 17    2, 2 |           quedara mejor - dijo don Buenaventura sonriendo y balanceándose
 18    2, 2 |        santa fe católica - dijo D. Buenaventura.~ ~ - ¿Qué? ¿Convertirle?...
 19    2, 3 |           de la muerte. En vano D. Buenaventura trató de ponerle en movimiento
 20    2, 3 |        cerradas hasta que llegó D. Buenaventura, que, tomándolas para sí,
 21    2, 3 |           sale Francisca, entra D. Buenaventura y se entabla nueva y más
 22    2, 3 |      marcan y nada dicen solas. D. Buenaventura se retira al fin meditabundo
 23    2, 3 |         reunieron en el comedor D. Buenaventura y los dos personajes de
 24    2, 3 |    visitarla. Quedándose solos don Buenaventura y el digno alcalde, este
 25    2, 3 |        Jueves. A todo dijo amén D. Buenaventura; mas no se mostró muy gozoso
 26    2, 3 |      quedarse con la casa; pero D. Buenaventura no pudo contestarle nada
 27    2, 3 |            parece a mí - indicó D. Buenaventura demostrando la importancia
 28    2, 3 |      borriquito.~ ~ - Ya el Sr. D. Buenaventura - manifestó Amarillo levantándose - ,
 29    2, 3 |            usted que ira - dijo D. Buenaventura al despedir a sus amigos - .
 30    2, 6 |          la mañana del Domingo, D. Buenaventura dijo a su hermana:~ ~ -
 31    2, 6 |          su bastón negro salió. D. Buenaventura tuvo que esperar algún tiempo,
 32    2, 6 |       estarás cansada - le dijo D. Buenaventura al darle el agua bendita.~ ~
 33    2, 6 |          sin poder dar un paso. D. Buenaventura, tomándole la mano, le dijo:~ ~ -
 34    2, 6 |          cabeza sobre el pecho. D. Buenaventura, al tomarle la mano, notola
 35    2, 6 |        algún rato en separarse. D. Buenaventura se dirigió a los bancos
 36    2, 7 |            salieron de ella, y don Buenaventura fue en busca de su sobrina
 37    2, 7 |          tomaba la colación.~ ~ D. Buenaventura llevó nuevamente a Gloria
 38    2, 8 |         era el más conveniente, D. Buenaventura, cuyo semblante no expresaba
 39    2, 8 |   distraerse ni un momento, Sr. D. Buenaventura, si se ha de conseguir que
 40    2, 10|             Deseo hablar al Sr. D. Buenaventura.~ ~ - ¿Tan temprano?~ ~ - ¿
 41    2, 11|            eran las seis cuando D. Buenaventura y Daniel Morton estaban
 42    2, 11|     hablará primero!». Por fin, D. Buenaventura entabló la conversación:  ./. 
 43    2, 11|          es definitiva - indicó D. Buenaventura gravemente - . Dependerá
 44    2, 11|           se nos cae encima.~ ~ D. Buenaventura dio un suspiro. Daniel Morton
 45    2, 11|        momento estuvo suspenso don Buenaventura, pero al punto dominó sus
 46    2, 11|           yo voy a hacer otras. D. Buenaventura decía para sí:~ ~ - ¡Quién
 47    2, 11|            cruel e inútil.~ ~ A D. Buenaventura se le vinieron a la boca
 48    2, 11|           hombre cualquiera.~ ~ D. Buenaventura dejó ver una sonrisa de
 49    2, 11|    innovación cristiana...~ ~ A D. Buenaventura se le acababa la paciencia.~ ~ -
 50    2, 11|           baldón ha sido - dijo D. Buenaventura - y lo prueba la espantosa
 51    2, 11|            de Jesucristo - dijo D. Buenaventura, sintiendo que en su corazón
 52    2, 11|         que acabo de oír - dijo D. Buenaventura con acento de indignación - ,
 53    2, 11|          buscar una fórmula?~ ~ D. Buenaventura que en su vida política,
 54    2, 12|             XII -~La fórmula de D. Buenaventura~ En la tarde del Domingo
 55    2, 12|          fidelidad. En cuanto a D. Buenaventura ya sabemos que deseaba resueltamente
 56    2, 12|   encontrar aquella fórmula.~ ~ D. Buenaventura militaba públicamente en
 57    2, 12|          después. Eso le pasó a D. Buenaventura; y el hábito de los parlamentos,
 58    2, 12|  directamente hería su corazón, D. Buenaventura vaciló mucho, concluyendo
 59    2, 12|          hay que sortearlo».~ ~ D. Buenaventura no admitía de ninguna manera
 60    2, 12|       Gloria.~ ~ - ¡Ah! - decía D. Buenaventura - . Si esa desgraciada se
 61    2, 12|          pueblo corría. Apoyole D. Buenaventura; mas las dos hembras no
 62    2, 12|            palabras, volviose a D. Buenaventura y prosiguió así:~ ~  - Yo
 63    2, 12|           Cuando el cura salió, D. Buenaventura le dijo:~ ~ - Basta con
 64    2, 13|           dirigiose a su cuarto D. Buenaventura, mientras Serafinita acompañaba
 65    2, 14|         Casa~ Por indicación de D. Buenaventura, a quien deseaba servir,
 66    2, 14|            le ve a usted el Sr. D. Buenaventura, otra noche puede verle,
 67    2, 14|         teme usted que nos vea don Buenaventura... ¿dónde? ¿a qué hora? -
 68    2, 17|          asistía juntamente con D. Buenaventura. La piadosa y noble señora
 69    2, 17|               No es nada - dijo D. Buenaventura lleno de turbación y pareciendo
 70    2, 17|           No... es que - repuso D. Buenaventura pálido y balbuciente - .
 71    2, 17|       Acudió a ella prontamente D. Buenaventura temiendo que la impresión
 72    2, 17|           en el silencio mismo. D. Buenaventura levantó a la joven del suelo,
 73    2, 17|          debes descansar - dijo D. Buenaventura - ; estás fatigada, hijita.
 74    2, 17|            soy con usted - dijo D. Buenaventura, enlazando con el brazo
 75    2, 18|          esta, después de bajar D. Buenaventura y de salir Francisca, a
 76    2, 20|          haré?~ Daniel Morton y D. Buenaventura hablaron larguísimo rato.~ ~
 77    2, 21|            la puerta y apareció D. Buenaventura.
 78    2, 22|           al poco rato regresó don Buenaventura acompañado de Daniel Morton,
 79    2, 22|             Querida hija - dijo D. Buenaventura, acariciando a Gloria - ;
 80    2, 22|         tocan la carraca - dijo D. Buenaventura - . Sale la procesión...
 81    2, 22|           derecha de la señora, D. Buenaventura a la izquierda.~ ~  Tras
 82    2, 23|          despejada la plazuela, D. Buenaventura salió al encuentro de su
 83    2, 23|            él estaban, mientras D. Buenaventura se apresuraba a saludarlas
 84    2, 23|     novedad hay en casa - dijo don Buenaventura.~ ~ - ¿Hay algún enfermo?~ ~ -
 85    2, 23|            fausto suceso - dijo D. Buenaventura - . Sabrás que Daniel Morton
 86    2, 23|           de Lantigua, mientras D. Buenaventura, brindándose a acompañar
 87    2, 24|            casa de Lantigua con D. Buenaventura.~ ~ - Como que al venir
 88    2, 24|       volvió, mandó un recado a D. Buenaventura, vino este, hablaron los
 89    2, 25|            consigo el prudente don Buenaventura con la llegada importunísima
 90    2, 25|         gana habría manifestado D. Buenaventura que le parecía inconsecuente,
 91    2, 25|          adelantaremos nada.~ ~ D. Buenaventura frunció ligeramente el  ./. 
 92    2, 25|            hacemos nosotros.~ ~ D. Buenaventura manifestó que para acelerar
 93    2, 25|            mas no son del caso. D. Buenaventura corrió a casa del hebreo
 94    2, 25|      Daniel por todo el pueblo, D. Buenaventura le halló en casa de Caifás,
 95    2, 25|          se alegró mucho cuando D. Buenaventura le dijo que las cosas iban
 96    2, 29|         mientras D. Silvestre y D. Buenaventura, charlando en el jardín,
 97    2, 29|           cura y el secretario. D. Buenaventura había salido para volver
 98    2, 29|          el mármol cuando entró D. Buenaventura acompañado de Daniel Morton.~ ~ - ¡
 99    2, 29|   abalanzarse sobre el alcalde. D. Buenaventura y Romero le sujetaron.~ ~ - ¡
100    2, 29|         eso se pruebe - indicó don Buenaventura fijando una mirada de enojo
101    2, 29|        Esto es una farsa - dijo D. Buenaventura enérgicamente.~ ~ - ¡Sí,
102    2, 29|            del Cielo. D. Ángel, D. Buenaventura y los demás presentes se
103    2, 29|          vacía por completo.~ ~ D. Buenaventura siguió a la familia, que
104    2, 29|            en el mismo instante D. Buenaventura, serio como quien asiste
105    2, 30|            el arzobispo oraban, D. Buenaventura renegaba. Gloria sonreía,
106    2, 30|        vivir sólo para Dios.~ ~ D. Buenaventura salió del cuarto para anunciar
107    2, 30|           lágrimas en los ojos - . Buenaventura, Buenaventura.~ ~ El banquero
108    2, 30|         los ojos - . Buenaventura, Buenaventura.~ ~ El banquero subió con
109    2, 30|         Eminencia con disgusto - . Buenaventura, manda llamar a D. Nicomedes.~ ~ -
110    2, 30|          alegre. Por consejo de D. Buenaventura no se habló nada absolutamente
111    2, 30|           casa. Pero hallándose D. Buenaventura de muy mal talante, el alcalde
112    2, 30|        ponerle en sus manos.~ ~ D. Buenaventura dio una vuelta por el pueblo,
113    2, 30|        ella en la alcoba su tío D. Buenaventura, y le llamó con la mano.
114    2, 30| despavorida del cuarto, llamó a D. Buenaventura, a Serafinita, al cardenal.
115    2, 33|  anhelantes y llenos de congoja D. Buenaventura, Serafinita y varios criados
116    2, 33|         trasladado a Ficóbriga, D. Buenaventura, a quien acompañó por el
117    2, 33|      hebreos, como desterrados. D. Buenaventura se quedó dos días más para
118    2, 33|      conservado la casa para sí D. Buenaventura, pasaba en ella los veranos
119    2, 33|           los cementerios; pero D. Buenaventura no lo consintió. El olvido
120    2, 33|           y no hubo más, porque D. Buenaventura dedicó su dinero a empedrar
121    2, 33|          hasta con mimo, porque D. Buenaventura no sabe negarle nada, y