Parte,  Capítulo

 1    I, 1 |         el escalpelo minero que uno y otro día destroza la musculatura
 2    I, 1 |   realidad de dos edificios, el uno vicio y decorado con hiperbólicas
 3    I, 3 |      sus pajes o cuando menos a uno; ¿y no se han de disponer
 4    I, 7 |   Quedáronle dos hermanitos, el uno de tres  ./. años, y el
 5    I, 8 |       elecciones y también para uno mío... Ya se lo dirá a usted
 6    I, 14|    sacristía apareció corriendo uno de los hijos del sacristán.~ ~ -
 7    I, 15|       quitasol que estaban cada uno por su lado.~ ~ Gloria sacó
 8    I, 15|         paraguas.~ ~ - Yo tengo uno que está roto - dijo Mundideo - ;
 9    I, 17|   móviles espumarajos del agua. Uno de los peñascos tenía forma
10    I, 17|  Perdone Su Ilustrísima - gruñó uno de los presentes - . El
11    I, 18|         Sr. de Lantigua le tocó uno con graves contusiones y
12    I, 19|        ojos azules y examinando uno por uno los semblantes de
13    I, 19|     azules y examinando uno por uno los semblantes de Gloria,
14    I, 21|         porque no debe acabarse uno sin más ni más... Pero digo
15    I, 21|     verdad es que por mucho que uno piense, no puede limpiarse
16    I, 21|      paraíso? En fin, se aturde uno al pensar en ello, y más
17    I, 21|   cállese y estese quieto. Cada uno en su elemento.~ ~ - No
18    I, 23| convertir a todas las gentes en uno y otro mundo, de convertirlas,
19    I, 26|      unido a mí, siendo los dos uno solo en la vida usual, como
20    I, 26|       la vida usual, como somos uno en la del espíritu, y lo
21    I, 28|        sacrificio lo debe hacer uno de los dos. ¿A cuál le tocará,
22    I, 28|        tuyas?~ ~ - Creo en Dios uno, Señor del cielo y de la
23    I, 28|           No hará el sacrificio uno de los dos, sino los dos
24    I, 29|        tristísimas. Ello es que uno y otro día solía contemplar
25    I, 32|      papel de pasiva bondad. El uno tenía la idea, el otro el
26    I, 32|       el prestigio exterior; el uno la iniciativa, el otro las
27    I, 34|  llegado el momento de saborear uno de los más dulces placeres
28    I, 35|    Caifás a la Cortiguera; pero uno y otro miraron a todos lados. ¡
29    I, 35|        discurrieron buscar cada uno por un lado y reunirse en
30    I, 35|      ella, pero se contuvo y en uno de los huecos del carcomido
31    I, 35|        no se puede pasar - dijo uno.~ ~ - Se puede pasar - afirmó
32    I, 35|   estaban presentes se alejaron uno tras otro.~ ~ - Pero yo
33    I, 35|         El tuyo. No hay más que uno.~ ~ Gloria sintió que a
34    I, 37|      constituyen mi familia, ni uno solo ha abjurado la ley.~ ~ - ¡
35    I, 37|       abjurado la ley.~ ~ - ¡Ni uno solo! - exclamó Gloria con
36    I, 37|  nosotros dos solos creará Dios uno, Daniel... Pero no, yo me
37    I, 37|      que te aconsejé. Huimos el uno del otro, porque no teníamos
38    I, 37|         más remedio que huir el uno del otro, como la noche
39    I, 38|     médico.~ ~ - Por fin - dijo uno de los compinches del cura,
40    I, 39|    sentido pasos, temblaron. Ni uno ni otro se atrevieron a
41    2, 1 |        excelentes personas eran uno y otro! Verdad es que tratándose
42    2, 1 |         negro y anillo negro en uno de los colorados y regordetes
43    2, 1 |       común, era muy agradable, uno de esos rostros mundanos
44    2, 3 |    profunda. Viéndole, veíase a uno que duerme.~ ~ En las habitaciones
45    2, 4 |        por haber sido esposa de uno que componía armas, o que
46    2, 8 |     hilaridad de buen gusto. En uno de los huecos de las alforjas
47    2, 8 |         le decía:~ ~ - No puede uno distraerse ni un momento,
48    2, 9 |               Le conozco - dijo uno - . Es el que salvamos cuando
49    2, 9 |         la vida - dijo Morton a uno de ellos, poniéndole la
50    2, 11|        se ocupaba en enterrar a uno de esos pobres muertos que
51    2, 11|        mitad de la pieza había. Uno y otro callaban, hallándose
52    2, 11|         es con corta diferencia uno mismo en las religiones
53    2, 12|   fascinación de lo práctico el uno en sus negocios, el otro
54    2, 12|      todas las creencias ¿no es uno mismo? La sociedad nos obliga
55    2, 12|        imposible que tú no seas uno mismo para todos... ¡Ah!...
56    2, 16|     evadirse - . Bien está cada uno con lo suyo... Déjame seguir
57    2, 17|       dos hombres desconocidos, uno de los cuales la asistía
58    2, 19|        vida, no se confunden el uno con la otra.~ ~ Gloria callaba.
59    2, 22|      oírte decir: «Creo en Dios uno y trino, creo en Jesucristo».
60    2, 22|       con vela en la mano, y ni uno solo dejó de apartar su
61    2, 23|        impidió que todos y cada uno de los acompañantes de la
62    2, 25|      confusiones y zozobras por uno de esos admirables caminos
63    2, 28|    cuanto más fiero se mostraba uno de los dos dragones, con
64    2, 29|        se detuvo, distraído por uno de esos accidentes importunos
65    2, 30|        Por la fisonomía de cada uno podía colegirse el estado
66    2, 30|   Serafinita y el prelado, cada uno de los cuales le tomaba
67    2, 30|       hizo un esfuerzo supremo, uno de esos esfuerzos del alma
68    2, 32| levantaríamos en su lugar otro, uno solo para los dos!~ ~ -
69    2, 32|       ti y de mi hijo, pues sin uno y otro no comprendo nada
70    2, 33|          Ángel y su hermana, el uno para su diócesis, la otra