Parte,  Capítulo

 1    I, 1 |      buscando al modo de aparente muerte para el mundo y vida inmensa
 2    I, 17|                 Es ir a buscar la muerte, señor - repuso Germán llevando
 3    I, 17|           herido que presiente la muerte. Era un buque pesado y sin
 4    I, 19|        arrancar ocho hombres a la muerte.~ ~ Con acento patético
 5    I, 19|           y a las tinieblas de la muerte. Esto que hemos hecho -
 6    I, 20| consideraciones que hizo sobre la muerte de sus dos hermanas doncellas,
 7    I, 21|          declararían una guerra a muerte. Es cosa que espanta.~ ~ -
 8    I, 23|        creo irremediables como la muerte, como la podredumbre que
 9    I, 23|           tantos años de aparente muerte, se hallará de nuevo en
10    I, 27|          esta en el momento de la muerte!... Pero aquí sale el Sr.
11    I, 28|      pensamientos del condenado a muerte.~ ~ - Nosotros también somos
12    I, 28|        también somos condenados a muerte - dijo la señorita retirando
13    I, 28|            parecía el ángel de la muerte cuando viene a llevarse
14    I, 37|           vida tan espantosa, qué muerte de las muertes! ¡Creer yo
15    I, 39|       para arrancar su presa a la muerte. Había perdido por completo
16    2, 1 |   Serafinita, hablando de aquella muerte, decía:~ ~ - El Demonio
17    2, 1 |        jornal y descanso; pero la muerte de D. Juan con las horribles
18    2, 1 |        sociedades posibles.~ ~ La muerte de D. Juan, a quien amaba
19    2, 3 |         el tétrico silencio de la muerte. En vano D. Buenaventura
20    2, 4 |    habilidades de esta señora. La muerte repentina del gobernador
21    2, 7 |           la cristiana idea de la muerte social, que es la salvación
22    2, 7 |         la salvación del alma, la muerte de las impuras pasiones
23    2, 8 |         sin preparación alguna la muerte de su hermano Juan y la
24    2, 10|          remediar. Cuando supe la muerte del Sr. D. Juan y que usted
25    2, 11|           venganza por haber dado muerte a un filósofo, el más grande
26    2, 11|           desear ardientemente la muerte, la madre muerte, que todo
27    2, 11| ardientemente la muerte, la madre muerte, que todo lo resuelve.~ ~ -
28    2, 16|          tu vida y a morir con tu muerte.~ ~ - Eso no puede ser -
29    2, 18|       XVIII -~Pasión, sacrificio, muerte~ - Acuéstate - dijo Dª Serafina,
30    2, 19|         cifraba en librarte de la muerte física, sino de la muerte
31    2, 19|         muerte física, sino de la muerte moral que es la condenación
32    2, 19|       sueño?~ ~ - La pereza de la muerte; pero con esto se duerme.~ ~ -
33    2, 21|     placentero? Hoy celebramos la muerte y la vida, la muerte corporal
34    2, 21|           la muerte y la vida, la muerte corporal del que expiró
35    2, 22|             Es cuestión de vida o muerte.~ ~ Gloria no contestó una
36    2, 25|         de las batallas contra la muerte, y vivía en pueblo tan oscuro
37    2, 27|     aféanla tinieblas y sombra de muerte».~ ~ - Cruel, engañas a
38    2, 27|        golpe. Soporté la temprana muerte de mis dos hijas; pero la
39    2, 27|         hijas; pero la tuya, esta muerte en la forma más repugnante
40    2, 27|           morir. Dame tú mismo la muerte, te lo suplico, perdonándote.
41    2, 28|         mar: «¡O la solución o la muerte!...». Entonces una idea
42    2, 29|          que dos pensamientos, la muerte y Dios. O por llanto reciente
43    2, 30|         por vencer aquel sopor de muerte, y en sus esfuerzos había
44    2, 30|         caer. Aquel abismo era la muerte. La infeliz se abandonó
45    2, 30|         atendía al fenómeno de su muerte, lo observaba, se miraba
46    2, 32|    espantosas contracciones de la muerte... No sé qué idea terrible,
47    2, 32|           así.~ ~ - No pienses en muerte - indicó Daniel extraordinariamente
48    2, 32|          me proporciona una dulce muerte, la purificación de mi alma
49    2, 32|           Cielo. Por esa idea, la muerte es dulce para mí, y ella
50    2, 32|               Me alegro de que la muerte me impida ir al convento.
51    2, 32|              pero si murieras, tu muerte sería un suicidio, habrías
52    2, 32|          para que de este modo mi muerte selle tu persona y quedes
53    2, 32|           en el frío abismo de la muerte. Gloria abrió los ojos,
54    2, 33|         Londres. ¿De qué clase de muerte? mejor dicho, ¿de qué enfermedad?