Parte,  Capítulo

 1    I, 1 |     aciertas quién vive en mí?».~ ~ Silencio: ábrese una de las verdes
 2    I, 5 |          después de contemplarla en silencio mientras duró el breve paroxismo
 3    I, 12|      marchando.  ./. Complacida del silencio y soledad en que estaba,
 4    I, 12|          hables, ni me llames en el silencio de la noche, ni pases haciendo
 5    I, 14|            aquella media luz, aquel silencio, eran como un espejo donde
 6    I, 17|          Jesucristo!...~ ~ Profundo silencio. Alguno se rascaba la oreja.
 7    I, 19|           Hubo un instante de grave silencio, en que todos los presentes
 8    I, 22|    chiquilla, puedes juzgar... Pero silencio que viene aquí.~ ~ D. Silvestre
 9    I, 26|            al ser cerrada, todo era silencio. Envuelta en sombras de
10    I, 29|           Vamos a ver, hija mía.~ ~ Silencio: la confesión de un alma
11    I, 33|           gran atención y religioso silencio de todos dijo lo siguiente:~ ~ - ¿
12    I, 37|          frente en el lecho, oró en silencio. Morton sentado en un sillón,
13    2, 1 |          más, como si en el heroico silencio de ella oyera terribles
14    2, 2 | furiosamente. Después de un rato de silencio, Serafinita dijo:~ ~ - ¡
15    2, 3 |            inmovilidad y el tétrico silencio de la muerte. En vano D.
16    2, 3 |           parece decir con su torvo silencio: «¿a dónde vas, insensato?
17    2, 3 |        envuelta en delicada nube de silencio, de oscuridad, de reposo,
18    2, 5 |        sacristán, y contemplaban en silencio su obra, pudiéndose observar
19    2, 10|            un cerebro que piensa en silencio y reposo, lleno de misteriosos
20    2, 13|             de su alma, sondaban el silencio de la noche, penetrando
21    2, 13|           exploró la intensidad del silencio que reinaba detrás de aquella
22    2, 17|           conocimiento y lloraba en silencio, cayó de rodillas delante
23    2, 17|           de Gloria sucedió tétrico silencio, por lo cual aquella fue
24    2, 17|        quedaban como grabadas en el silencio mismo. D. Buenaventura levantó
25    2, 17|            ladrones, y he salido en silencio, a deshora, cuando todos
26    2, 17|             sucedió otro espacio de silencio, que las hizo, como las
27    2, 18|           su mano como para imponer silencio a la señora, y con la otra
28    2, 18|          cayó en profundo y lúgubre silencio.
29    2, 20|           de cuyos brazos escapé en silencio para venir aquí; mi madre
30    2, 27|           pared miraba a su hijo en silencio. Por la disposición de su
31    2, 27|             me amarás aunque sea en silencio; me consagrarás todos tus
32    2, 29|             ruido del mar. Todo era silencio y quietud, cual si en la
33    2, 29|             Juan Amarillo.~ ~ Reinó silencio en la sala, y con el silencio
34    2, 29|       silencio en la sala, y con el silencio un estupor profundo al ver
35    2, 30|            Los tres contemplaron en silencio a la joven, que cerrando
36    2, 30|             casa estaba en profundo silencio. Gloria se sumergió lentamente
37    2, 30|            y dura, y fue rodeada de silencio y alumbrada de tristes luces.
38    2, 30|             en medio de tan lúgubre silencio, ella atendía al fenómeno
39    2, 32|                 Hubo un instante de silencio. El hombre contempló en
40    2, 33|         puños hacían más tétrico el silencio inalterable de aquellos
41    2, 33|           no había más que soledad, silencio, olvido.~ ~ El año pasado,