Parte,  Capítulo

 1    I, 4 |        cosas humanas. Dio todo a la autoridad y nada o muy poco a la libertad.
 2    I, 8 |     apreturas, y fue preciso que la autoridad municipal, siempre vigilante
 3    I, 11|          han sometido al yugo de la autoridad, me mueven a hablarte de
 4    I, 30|            que para ti nada vale la autoridad... ¡Veo que marchas de herejía
 5    I, 31|           Quién puede resistir a la autoridad y a la bondad de usted?
 6    I, 31|            veces llamó pestífero la autoridad visible, continuaban vivas
 7    I, 32|     expresaba así con el tono de la autoridad irrecusable, mientras el
 8    I, 33|             conocimientos, me falta autoridad. Válgame por las prendas
 9    2, 2 |             sea en balde, ni que mi autoridad sea una irrisión - dijo
10    2, 3 |       cuando el representante de la autoridad municipal le hizo saber
11    2, 3 |       cabeza circundada de rayos de autoridad, y poniéndose la mano a
12    2, 8 |       augusta. Representaba allí la autoridad humana protegiendo y amparando
13    2, 8 | inmensurable altura el principio de autoridad, aquel sacro principio que
14    2, 9 |          aplacada y el principio de autoridad restablecido del menoscabo
15    2, 12|           reparar. No habrá ninguna autoridad divina ni humana que se
16    2, 12|         verlo, yo probaré que tengo autoridad. Bueno es el misticismo;
17    2, 12|             venerable boca, les dio autoridad. El martes por la tarde
18    2, 14|          celoso representante de la autoridad, que tan bien comprendía
19    2, 18|             de ideas emanadas de la autoridad. Hija de mi corazón, mientras
20    2, 23|        ellas una especie de rayo de autoridad en forma de mirada altanera,
21    2, 24|          son muy respetuosos con la autoridad... Puede que haya oído hablar
22    2, 25|          familia, no reconocerá más autoridad que la mía y vivirá por
23    2, 27|          cede, como espero... si la autoridad de tu padre, la mía, tu
24    2, 28|           se somete ciegamente a la autoridad, quien de los dogmas escoge
25    2, 29|           he entrado... ¡Vengo como autoridad!~ ~ - ¡Como autoridad!~ ~
26    2, 29|          como autoridad!~ ~ - ¡Como autoridad!~ ~ Serafinita contemplaba
27    2, 29|           eran estatuas.~ ~ - ¡Como autoridad! - repitió D. Juan - . Esta
28    2, 29|        presentarme acompañada de la autoridad. Los móviles que aquí me
29    2, 29|            no haga resistencia a la autoridad.~ ~ - No puedo obedecer -
30    2, 29|           crimen horrendo contra la autoridad paterna - prosiguió D. Juan
31    2, 29|             la ley, el principio de autoridad y la vindicta pública, sí,
32    2, 29|             reclaman y la ultrajada autoridad paterna pide castigo.~ ~ - ¡
33    2, 29|          mío. Tengo el apoyo de una autoridad, cuyo celo podrás tener