Parte,  Capítulo

 1    I, 6 |          terceras, los maridos y las mujeres de las novelas picarescas;
 2    I, 21|           dulce es la religión! ¡Las mujeres tienen en ella tales consuelos!...
 3    I, 23|            que por verdadera fe. Las mujeres se entregan a devociones
 4    I, 23|             casino o en el café. Las mujeres aquí, por lo general creen
 5    I, 28|              llenos de gravedad. Las mujeres de la aldea iban en opuesto
 6    I, 33|             que os arrinconéis, cual mujeres, dejando a otra generación
 7    2, 3 |               a excepción de las dos mujeres, tampoco la habían visto. ¿
 8    2, 4 |           Pasión, alegre cháchara de mujeres bachilleras resonaba en
 9    2, 4 |        borriquito sin alforjas. Tres mujeres trabajaban allí con celo
10    2, 6 |             de Lantigua había muchas mujeres. Gloria creyó encontrar
11    2, 6 |               cuando la afluencia de mujeres guapas convierte a las iglesias
12    2, 7 |         entraban alborotadas algunas mujeres, oyó rumor de voces y gritos
13    2, 8 |             había en ella: hombres y mujeres de la villa, del campo y
14    2, 9 | establecimiento de Mr. Mirabeau. Dos mujeres le conocieron, y lanzando
15    2, 9 |          sala alta, donde había tres mujeres en cháchara, una de ellas
16    2, 9 |           perdió el vapor inglés.~ ~ Mujeres y hombres, todos le miraban
17    2, 9 |        chillido de harpía una de las mujeres.~ ~ - Diez duros - añadió
18    2, 13|               Sí, de perdonar a esas mujeres, como las he perdonado yo.
19    2, 21|            te son ocultos».~ ~ Ambas mujeres tenían su alma absorta en
20    2, 22|        impíos golpes. Gran número de mujeres rodeaban aquel grupo, encapotadas
21    2, 24|          equipajes, y que todo esto, mujeres y baúles, se aposentaba
22    2, 26|     larguísima primavera de aquellas mujeres bíblicas que vivían ciento
23    2, 29|             que aun las monjas, como mujeres que son, no se ponen una
24    2, 29|              sala seguido de las dos mujeres, a punto que del despacho
25    2, 32|              María Juana y otras dos mujeres.~ ~ - ¡Se muere, se muere! -