Parte,  Capítulo

 1    I, 4 | honradísimo caballero en su trato social y de intachables costumbres,
 2    I, 21|      firme esta base del edificio social. Si la religión desapareciera,
 3    I, 21|          cuales descansa el orden social; defiendo la fe de nuestros
 4    I, 23|       libros, y la transformación social, esas oleadas de soberbia,
 5    I, 23|     brillo artístico, industrial, social. Cada raza tiene su organización
 6    I, 23|   contrarias a nuestra naturaleza social, y entonces podrá ver usted
 7    I, 30|          de la religión como lazo social y nada más.~ ~ - Entonces,
 8    I, 33|  pestilente lepra cubre el cuerpo social. El llamado espíritu moderno,
 9    2, 1 |           el saludo y el comercio social, y que siempre aparecía
10    2, 6 |          nuestro lisonjero estado social, el más perfecto de todos,
11    2, 7 |        que profesamos y el decoro social. ¡Ah! pobre hija mía, piénsalo
12    2, 7 |       cristiana idea de la muerte social, que es la salvación del
13    2, 7 |   solución religiosa, la solución social.~ ~ Abrazándola con ternura,
14    2, 10|       como se entiende la amistad social; no querrás frecuentar mi
15    2, 11|           razón de nuestro estado social tenemos más íntimamente
16    2, 11|         nuestro aflictivo destino social, y con esto el amor que
17    2, 12|         desaparecer ante un deber social también muy poderoso...
18    2, 14|           de elevadísima posición social y de grandes posibles, no
19    2, 21|          gritos dice tu situación social y los acontecimientos, ¿
20    2, 25|    Iglesia, y por la regeneración social de su adorada sobrinita.
21    2, 25|       purificadora. La reparación social y religiosa es urgente,
22    2, 26|   naturalezas, unido al bienestar social y a las incomparables ventajas