Parte,  Capítulo

 1    I, 4 |         religiosa, no sólo como gobernadora y maestra del individuo
 2    2, 4 |          Llámanla comúnmente la Gobernadora de las armas, por haber
 3    2, 5 |        tenemos con él - dijo la Gobernadora de las armas apartando sus
 4    2, 5 |         a ayudar? - preguntó la Gobernadora.~ ~ - No, mujer... acaba
 5    2, 5 |      pero también se detuvo. La Gobernadora de las armas no se movía
 6    2, 5 |        del estómago - indicó la Gobernadora.~ ~ - Eso quiere decir que
 7    2, 5 |       Mi opinión - manifestó la Gobernadora - , es que se pongan, puesto
 8    2, 5 |    gustó del precioso licor. La Gobernadora de las armas hizo ascos
 9    2, 5 |      qué tengo yo? - murmuró la Gobernadora pasándose la mano por los
10    2, 5 |    tirar las alforjas - dijo la Gobernadora de las armas - . Sí señoras,
11    2, 6 |      también la capilla. Era la Gobernadora de las armas.~ ~ - Huyen
12    2, 14|    Diana que a las tertulias la Gobernadora de las armas) de los Lantiguas,
13    2, 24|         morenas facciones de la Gobernadora de las armas, sudorosa y
14    2, 24|       madre del judío - dijo la Gobernadora - . Esa voz se ha corrido
15    2, 24|        el balcón - manifestó la Gobernadora - . Aunque una ha oído decir
16    2, 24|        en un convento - dijo la Gobernadora con la más enérgica convicción.~ ~ -
17    2, 24|         Corrieron a la sala. La Gobernadora y la Monja hicieron a madama
18    2, 24|     serenidad y su labia.~ ~ La Gobernadora movió la cabeza en señal
19    2, 24| escogida, aunque modesta.~ ~ La Gobernadora demostró con sus movimientos
20    2, 24| atrasado.~ ~ - Teresa - dijo la Gobernadora - . ¿Viste el brillante
21    2, 24|      casa todo el día - dijo la Gobernadora.~ ~ - Mandaré a buscar a
22    2, 25|       sobrinas de Teresita y la Gobernadora y otras muchas damas de