Parte,  Capítulo

 1    I, 6 |        que preceden o siguen al sueño y en los cuales la percepción
 2    I, 8 |     usted, Gloria!... Parece un sueño, y sin embargo, es verdad!...
 3    I, 12|      buena. Vivo en gran error, sueño lo imposible, lo que no
 4    I, 12|     vive en la realidad o en el sueño. Señor y padre querido,
 5    I, 15|       vino alegra o adormece... Sueño y alegría! ¡Qué cosas tan
 6    I, 18|         ocupación favorita y el sueño dorado de D. Silvestre eran
 7    I, 21|        y caemos en profundísimo sueño, ¡qué chasco, amigo Romero!
 8    I, 26|          hasta que la vencía el sueño ya cercano el día, y sobre
 9    I, 29|          hasta que vencidos del sueño callaban dentro del espeso
10    2, 3 | perezosos rezos que preceden al sueño, y sale después Serafinita
11    2, 9 |        dormía la niña angelical sueño, agarrándose con sus manecitas
12    2, 10|         acuestas?~ ~ - No tengo sueño - replicó el enterrador - .
13    2, 11|         un delirio doloroso, un sueño en que se han confundido
14    2, 13|         las dulces caricias del sueño.~ ~ - Buenas noches, niña
15    2, 15|        lúcidos de su placentero sueño y con la cual dice al hombre: «
16    2, 18|      tía, gracias.~ ~ - ¿Tienes sueño?~ ~ - Tampoco.~ ~ - ¿Te
17    2, 19|  viviendo mi hijo.~ ~ - ¿Tienes sueño?~ ~ - La pereza de la muerte;
18    2, 21|      por el poderoso fingir del sueño, llenó su alma de patética
19    2, 30|       las primeras caricias del sueño. D. Ángel le dijo frases
20    2, 31|       noches antes. El profundo sueño de Francisca favoreció su