Parte,  Capítulo

 1    I, 1 |  callejuela, cuando se duerme el viento y la corriente empuja hacia
 2    I, 2 |  zumbando, a cualquier ruido del viento o bullanga de los chicos
 3    I, 13|          los cuerpos, como si el viento quisiera arrancárselas para
 4    I, 13| movimientos de desesperación. El viento, después de pasar rozando
 5    I, 16|    esfuerzos para defenderlo del viento que quería arrancárselo
 6    I, 26|       veces el amoroso silbo del viento, formaban en torno al cerebro
 7    I, 35|       sofocante. Sopló un brusco viento que hizo remolinos de polvo,
 8    I, 35|         en Satanás...~ ~ Furioso viento se levantó entonces, como
 9    I, 36|          el mundo!... ¡Jesús! el viento ha apagado la luz de la
10    I, 36|          hallaron a nadie.~ ~ El viento seguía; daba vueltas alrededor
11    I, 36|   cristales como uñas. Cuando el viento calmaba su loca furia, seguía
12    I, 38|   primogénito. Y he aquí un gran viento que vino del lado desierto
13    2, 1 |      días de Nordeste, que es un viento muy amigo de las neuralgias,
14    2, 8 |          árboles azotados por el viento. Sildo dejó caer el incensario,
15    2, 17|          gestos que un molino de viento, ya que con la lengua no
16    2, 31|       vestido claro, flotando al viento, dábale aspecto de una medrosa
17    2, 31|        cabecitas agitadas por el viento, todas de un color, diseminadas
18    2, 33|         no quedó allí más que el viento, que jugaba con las persianas